Una frase del Imam Malik Ibn Anas

A-s-salamu alaykum – La paz sobre vosotros

Según Fariduddin Attar en su obra “El memorial de los santos”. Según Ibn Taymiyya (que está enterrado en el cementerio sufí de Damasco al igual que Ibn Kazir) y según Ibn al Qayyim en su poema Nuniyya, así como en su obra A-r-Ruh (el alma), los cuatro imames formadores de las escuelas reconocidas del Islam, practicaban el Tasawwuf o Sufismo, además de ser jurisconsultos y sabios del hadiz. Las mentiras de los que atacan al Sufismo no se tienen en pie desde que sus dos sabios de referencia (Ibn Taimiyya e Ibn al Qayyim) les contradicen de manera clara, cosa que ellos, en su depurada maldad, se molestan siempre en disimular, tal y como hace poco demostramos en la falsificación realizada por ellos de la obra de Ibn al Qayyim (Ruh).

Hoy vamos a analizar unas palabras del Imam Malik – que Allah esté satisfecho de él – a quien el Profeta – sobre él la plegaria y la paz – otorgó el título de “sabio de Madina”. Dijo el Imam Malik:

Practicar la el Tasawwuf sin Charia es herejía.

Practicar la Charia sin Tasawwuf es extravío

El éxito se encuentra en la práctica conjunta de ambos

Los musulmanes que creen que el Islam es sólo charia caen en una clara contradicción desde el momento en el que el mismo Profeta dividió el Din del Islam en tres niveles: Islam, Iman e Ihsan. Ellos pretenden negar la mitad del Iman y el Ihsan convirtiendo así el Din en un auténtico esperpento y falso reflejo de lo que realmente es; reflejo este producto de la negritud del espejo de sus almas.

Es así que el Imam Malik Ibn Anas (el sabio de Madina) atajó de manera certera esta desviación zanjando toda discusión posterior. Analicemos la frase del Imam Malik:

Practicar la el Tasawwuf sin Charia es herejía.

Hoy por hoy declararse sufí se ha convertido en un carrusel. Cualquiera se declara sufí, y cualquier desaprensivo se declara maestro sufí, siempre que cuente con emolumentos y patrimonio suficientes para darse auto publicidad. Algunos se declaran sufís sin ser musulmanes, cosa imposible ya que el Sufismo es única y exclusivamente la doctrina espiritual del Islam (Iman e Ihsan). Aquellos que esto dicen son ocultistas y su extravío procede, ya sea de su adscripción más o menos directa a la Masonería, ya sea a su militancia en la falsa religión de Harut y Marut.

Otros, declarándose sufís se consideran por encima de la práctica de la Charia mientras el propio Profeta – sobre él la plegaria y la paz – daba ejemplo en su cumplimiento. Es a esta actitud que el Imam Malik califica de herética ya que contradice, uno a uno todos los principios del Islam, cuya piedra angular es la sumisión a Allah en perfecta postración.

No hace mucho leímos de uno de estos falsos maestros una blasfemia tal que avergüenza a quien la lea diciendo que es imposible que Allah existiera sin creación, cuando en realidad antes de la Creación Allah estaba Solo y nada con El. Todo vale para estos vendedores de nubes, perdidos como están en lo más oscuro de las tinieblas.

Algunos combinan la práctica de lo que ellos llaman Sufismo con el consumo de hashish y otros estupefacientes en una demostración clara de su extravío y lo triste de su condición, pues si hay algo que caracterice al Sufismo es la huida y el desapego de los placeres mundanales.

Practicar la Charia sin Tasawwuf es extravío

Efectivamente, el musulmán que practica únicamente la Charia no cumple con su religión al completo; y es en este sentido que el Imam Malik califica esto de extravío. Pues extravío es conceptuar y darse el permiso a uno mismo de practicar el Islam de manera parcial. Este extravío no es castigado por Allah, dado que muchos así actúan por no disponer de fuerzas suficientes para adentrarse más en la práctica del Islam. Y eso Allah lo perdona, premiando a estas gentes con uno de Sus Paraísos, pero siempre de los más bajos grados.

Otra consideración especial merecen los negacionistas. Entre estos los hay que niegan el Tasawwuf por ignorancia, y esto es perdonado por el Misericordioso.

 Pero los hay que lo hacen por maldad y por intereses personales o políticos. Estos se encuentran en la categoría de los heréticos, ya que niegan algo que Allah y su Profeta han explicado de manera rutilante, tanto en el Libro como en las tradiciones proféticas. Estos, además, añaden a su negacionismo el pecado de traición, ya que con sus mentiras extravían a los musulmanes. Su estado es el que el Profeta – sobre él la plegaria y la paz – declaró en este hadiz:

Quien nos engaña no es de los nuestros

Siguiendo las pautas de lo herético de su condición declaran falsos hadices auténticos; esconden hadices a los musulmanes, interpretan el Corán a su conveniencia, cuando no lo adulteran tanto como posible en lo que alguno de estos heréticos ha dado en llamar “Traducción comentada del Corán”; panfleto este del que ya hablaremos más adelante denunciando tanto al falsificador como a la obra. Todo a su tiempo.

Su triste condición es la del hipócrita ya que comparten una a una todas sus cualidades: cuando hablan mienten, cuando se les confía la amana de la religión traicionan, cuando aprenden la ciencia no la transmiten y cuando discuten lo hacen con mala fe.

El éxito se encuentra en la práctica de ambos conjuntamente

La práctica correcta y completa del Islam es la conjunta de los tres niveles, pues sin ella nuestro Din no puede ser completo (Islam, Iman e Ihsan) (Charia, Virtud, Espiritualidad). Cualquiera que no practique las tres al completo no puede ser llamado un cumplido musulmán. El Corán hace distinción entre los musulmanes, los creyentes y los purificados; pues solamente los purificados en su interior pueden acceder a la práctica completa. Y esta purificación es obtenida por la práctica simultánea de la Charia, la Virtud y el Tasawwuf. Cada ciencia en Islam se aprende de los maestros que son expertos en cada una de ellas. Nadie aprende solo, pues lo que aprende por él mismo no puede ser sino extravío, tal y como lo manifiesta el chayj Al Arabi A-d-Darqawi:

Quien no tiene maestro tiene como maestro al chaytan

El mismo chayj Darqawi dijo en otra cita:

Quien muere sin conocer al hombre de su tiempo, muere de una forma detestada por el Enviado

Todas estas pinceladas que acabamos de dar son ofrecidas con una sana y clara intención, a saber: hacer conocer a los musulmanes lo grandioso y extenso de la Religión del Islam. Un océano de conocimientos sin orillas; un océano cuyas aguas abisales guardan tesoros inestimables y preciosidades ocultas para quienes solamente se dedican a ir al vaivén de las olas de la superficie. Gentes esta que con corazón inmerso en las olas del materialismo no pueden ver lo que las aguas del conocimiento guardan en su interior; pues esto solamente les ha sido dado a aquellos que habiendo amansado las aguas de sus deseos puedan ver nítidamente el fondo.