Última entrevista a Mansur Escudero

Fuente Webislam

La presente entrevista a Mansur Escudero fue realizada el viernes día 1 de octubre,  por Alba Prieto Villarragut y Beatriz Hernández Bilbao, del Departamento de Comunicación de la Fundación de la Lengua Española, en el marco de la Jornada de intercambio metodológico en inmigración, que esta institución llevó a cabo en Valladolid, colaborando con su organizador, el Centro de Atención al Inmigrante del Ayuntamiento de Valladolid.

“El Islam en el espacio laico” es el título con que Mansur Abdussalam Escudero bautizaba la que resultó ser su última conferencia. La pronunció en Valladolid, el pasado viernes, 1 de octubre, ante un auditorio repleto, dentro de la Jornada de intercambio metodológico en inmigración organizada por el Centro de Atención al Inmigrante (CAI) del Ayuntamiento de Valladolid con la colaboración de la Fundación de la Lengua Española.

El malagueño llegaba esa mañana dispuesto a exponer la realidad del Islam que él creía necesario desvelar aun a la sociedad. Una realidad que pasa, según explicaba, por descubrir que Islam y democracia no son dos términos incompatibles; por huir de estereotipos y clichés teñidos de negatividad a partir de algunos grupos que llevan el islamismo hacia un extremo totalmente alejado y contrario del sentir general de sus practicantes; por realizar un esfuerzo comunicativo especial desde los medios para contrarrestar esas falsas imágenes del Islam.

Porque, según explicaba Mansur, el Islam, desde sus orígenes, tiene una vocación integradora y nunca ha temido a la diversidad, porque justo en esa diferencia entre unos y otros se encuentra la riqueza. Y añadía que, en el Islam, se hace un llamamiento al conocimiento y al uso de la razón y que tiene el mensaje de la paz como principio. Mansur afirmó que los musulmanes quieren pluralidad, libertad de interpretación y conciencia, Un Islam que sea una opción espiritual más dentro de la pluralidad y que la diversidad sea vista como un bien y no como un peligro.

Tras su exposición, la Fundación de la Lengua Española tuvo la oportunidad de entrevistarle y ampliar estos y otros muchos aspectos sobre su visión del Islam. Sería su última entrevista. Mansur fallecería dos días después, el domingo 3 de octubre, en su casa de Córdoba.

Pero la gran labor de Mansur no se perderá pues muchas han sido sus aportaciones a la difusión de la creencia que profesaba desde 1979, a la integración de culturas, al trabajo por la paz mundial. Tenemos aquí las últimas reflexiones del que fuera, entre otras muchas cosas, Presidente de la Junta Islámica, una de las 500 personalidades musulmanas más influyentes del mundo según un estudio realizado en 2009 por la universidad de Georgetown y el Centro Superior de Estudios Islámicos Estratégicos o Embajador Universal del Milenio por la Paz (Nueva York, 2009).

— Ha iniciado su ponencia explicando el significado de términos básicos como “musulmán” y “árabe”. ¿Cree que en España hay un desconocimiento sobre terminología básica para entender el Islam?

— Absolutamente. No solamente en España, sino en todo el mundo se suele identificar a los musulmanes con los árabes. Un gran error, puesto que los árabes constituyen menos de un 15% de la población global musulmana. Hay 1.500 millones de musulmanes en todo el mundo y los árabes son una minoría. Es cierto que el origen del Islam surge en Arabia y que la revelación del Corán se hace en lengua árabe, pero identificar a los musulmanes con los árabes es un gran error.

— ¿Se debe sólo a una falta de interés por parte de los españoles no musulmanes?

— A veces hay una utilización interesada en esta denominación para reforzar el carácter de extranjero. En sociedades muy ligadas a la identidad que se considera propia del país, considerar al otro como extranjero, es una forma de exclusión. Pero es algo que no se puede mantener durante mucho tiempo. Es un estereotipo muy ligado a la historia de España considerar a los árabes como los invasores y a la Reconquista como la expulsión de esos invasores. Se sigue manteniendo ese estereotipo de lo musulmán como una forma de excluir el Islam de la identidad cultural española.

— A este desconocimiento muchas veces se le une la difusión de una visión deformada del Islam. ¿Dónde está la causa?

— Considero que hay dsitintas fuentes principales de responsabilidad. Una, los medios de comunicación. Transmiten habitualmente una información estereotipada, muchas veces influenciada por motivaciones políticas. Utilizan determinados conceptos como una forma de operación psicológica, de ingeniería social, para preparar a la población para una determinada acción. Es el caso, por ejemplo, de la invasión de Irak. El término “terrorismo islamista” es otro de los ejemplos de cómo se ha utilizado una terminología para despertar el temor, y así poder justificar una serie de medidas que muchas veces limitan las libertades individuales o justifican acciones ilegales como la invasión de un país. Ahí se hizo toda una campaña primero de que había armas de destrucción masiva, de que era el origen de Al Quaeda… se preparaba a la población para poder justificar una determinada acción.

— ¿Tanto poder o influencia tienen los medios de comunicación en este terreno?

— Los medios de comunicación que están ligados al poder de grandes empresas multinacionales sí tienen ese poder. Esas empresas que no tienen una ubicación geográfica, son poderes transnacionales ligados a intereses económicos muy poderosos que son en realidad los que manejan la politica mundial. Después hay otra fuente de responsabilidad de esa visión deformada del Islám, volviendo a las causas que empecé a nombrar antes, que es la de los propios musulmanes, o de algunos grupos de musulmanes que transmiten una serie de opiniones que se amplifican como algo que es propio de la comunidad musulmana en su conjunto. Por ejemplo, cuando se presentan imagenes de musulmanes vociferantes, fanáticos, una lapidación o una agresión a mujeres… Estos estereotipos que se transmiten a través de las películas o de los medios se amplifican y se muestran como si fueran algo propio del Islám y de la comunidad completa, cuando en realidad son sólo las prácticas de una minoría.

— A través de los medios se pueden difundir todo tipo de mensajes, ¿no se podrían utilizar para dar esa otra visión que usted apunta del Islam? Por ejemplo a través de las nuevas tecnologías, como Internet, la difusión sería muy rápida…

— Creo que las nuevas tecnologías de la información, Internet fundamentalmente, nos sitúa a los musulmanes en una posición de poder transmitir un verdadero mensaje y para quien quiera escucharlo o quiera verlo o participar estará ahí. Desde el principio de Internet nosotros hemos visto que es una herramienta de una utilidad enorme, tanto para los musulmanes como para la gente amante de la libertad en general, porque no nos hace dependientes de unos medios controlados por el poder y nos permite una creación de redes de acceso a diferentes fuentes de verificacion, de discusión, de reflexión común, que eran impensables hace muy poco tiempo. Yo creo que esto va a permitir que tanto en la actualidad como en el futuro, si no se limita esa libertad original que ha tenido Internet como medio de expresión abierto y libre para todo el mundo, cambiarán mucho las cosas, no sólo para los muslumanes, sino para toda al gente que quiere conocer la verdad de las cosas.

— El lado negativo es que Internet también puede amplificar el mensaje equivocado…

— Evidentemente es así, pero las posibilidades de contrastar y de verificar o rebatir están ahí. Si Al Qaeda, o una supuesta organización extremista, emite un mensaje y sólamente va en una dirección que no permite la interacción, que se sepa quién esté detrás, disminuirá su credibilidad. No es lo mismo un medio abierto donde se sabe quién son las personas con rostros y con identificación, a alguien que puede estar manejado a veces por los propios servicios de inteligencia de un país que quieren manipular la realidad.

— Hablando de Al Qaeda, ¿qué visión tienen los musulmanes sobre esta organización?

— Al Qaeda es una organización que está muy cuestionada por los musulmanes. De hecho, hace ya muchos años nosotros emitimos ya una fatua de condena diciendo que Al Qaeda no tenía nada que ver con el Islam ni con los musulmanes y no sólamente eso, sino que era el principal enemigo del Islam, porque estaba difundiendo un mensaje que contradice los principios del Islam, creando islamofobia y justificando al poder político de determinados países para atacar a los musulmanes indefensos. Pueden así justificar acciones que, sino hubiera sido por los ataques del 11-S, y todos lo posteriores, han dañado mucho mas a los musulmanes que a los no musulmanes y que, además, han servido para justificar esa guerra global contra el terrorismo. Yo creo que los medios que proporcionan las nuevas herramientas de la información y la comunicación darán visibilidad a los extremistas pero también a los que defienden una postura moderada, más acorde con lo que esta realmente en la esencia del Islam.

— ¿El recurso del miedo al Islam ha sido utilizado por algunos países para reforzar su poder?

— El recurso del miedo ha sido una constante en la Historia, pero en los últimos años, con el fenómeno de Al Qaeda y del terrorismo, con la difusión de los medios, creo que ha sido una de las operaciones globales más relevantes que hemos podido conocer, y además ha sido asumida no sólamente por los países que lo han generado como EEUU, sino por países con mayoría musulmana. El temor es algo que ha utilizado el poder como una forma de reforzar el propio poder. Se crea un temor y entonces es la propia población la que pide que el Estado la proteja. Y para protegerla, ¿qué hace el Estado?, ir imponiendo una serie de medidas que van limitando la libertad de los ciudadanos. A veces con operaciones de ingeniería social de las que la gente no es consciente.

— ¿En qué casos reales vemos esas situaciones?

— Por ejemplo, la seguridad en los aeropuertos. ¿Es que un terrorista si quiere atentar no puede hacerlo en un supermercado, en el metro, en un autobús?, ¿es necesaria realmente esa seguridad para proteger a la población o es una forma de ir preparando a la población para más control? Por ejemplo, hay padres en Inglaterra que están reclamando que a sus hijos se les implante un chip para saber dónde están en cada momento. O con el dinero, llegará un momento en que pagar con dinero metálico será delito, para que se sepa en todo momento en qué gastas, dónde estás… o sea, un control total de los movimientos de la sociedad. Eso interesa siempre al poder sea del signo que sea. La naturaleza del poder es controlar y contestar cualquier disidencia, por eso los movimientos que propugnan una mayor libertad individual son mal vistos y son reprimidos.

— Pero hay países de mayoría musulmana que, por ejemplo, practican la lapidación, cuando no es una práctica que acepte el Corán; y esta deformación de la esencia del Corán daña la imagen del Islam. Cuando esto sucede dentro de los propios países, ¿dónde está la responsabilidad?

— En este caso en los propios musulmanes. La lapidación no esta en el Corán para nada y de hecho son Arabia Saudita, Sudán, Somalia e Irán los únicos países donde se ha practicado. En la historia de Al Anadalus, por ejemplo, nunca se recurrió a la lapidación. El adulterio está prohíbido y para que se aplique el castigo, que son azotes, las condiciones son tan estrictas que es imposible que se puedan cumplir porque tendría que haber cuatro testigos que presenciasen ese adulterio. Es curioso que al mismo tiempo se ha ejecutado en EEUU a una mujer con bajo cociente intelectual y nadie ha dicho nada. ¿Por qué a un hecho en un país islámico se le da una difusión mediática mundial y en EEUU están ejecutando continuamente a personas y nadie dice nada? Son baremos diferentes para medir las cosas que prueban que hay una estructura de poder que ve al Islam como un enemigo del sistema.

— Los medios se centran sobre todo en estos temas negativos, pero, ¿en qué cree que deberían fijarse relamente?

— Por ejemplo, el Islam principalmente cuestiona el sistema económico y nadie habla de eso. El Islam prohíbe la usura. Todo el sistema llamado ahora mismo global esta basado en la usura, los poderes económicos nunca pierden y siempre está el poder en las mismas manos. ¿Cómo se ha generado ese poder? con la especulación, con la mentira y con la usura. La usura en el Corán tiene una consideración peor que el adulterio, se habla de la usura como una figura horrible que corrompe totalmente la sociedad.

— ¿En qué se basa entonces la economía islámica?

— La economía islámica está basada en el riesgo compartido y en la falta de especulación. Y, paradójicamente, eso produce mas beneficios. En la economía islámica los países y las instituciones que están funcionando en base estos criterios no han sufrido para nada la crisis, al contrario, han crecido porque su economía no está basada en la especulación. Si tú ofertas un determinado producto, tiene que estar respaldado con un bien. Pero de eso no se habla, se habla de cosas que tienen una gran influencia en el imaginario colectivo. Como la quema del Corán del pastor protestante, o la construcción de la mezquita en la zona cero; se inflan las cosas y algo que no tiene significancia se convierte en una noticia de primera plana a nivel mundial. Eso implica que se esta haciendo una agenda en la cual las cosas realmente importantes se ocultan y se tapan con anécdotas.

— Se acercó al Islam por su trabajo como médico psiquiatra…

— Yo me formé en el psicoanálisis, depsués en la Gestalt, en la psicología transpersonal… En la universidad recibí una formación académica muy materialista, muy biologicista. Me formé posteriormente con Castilla del Pino, que me abrió a otra dimensiones y después, por mi cuenta, he ido investigando y he tenido muy buenos maestros en Francia, en EEUU… Inicialmente investigué mucho el budismo tibetano y curiosamente fue lo q me llevo al Islam. Uno de mis maestros en bioenergética me refirió a la tradición sufi-andalusi. Me preguntó el por qué de mi interés en una filosofía tan lejana si en Andalucía hubo sabios que dijero eso y muchísimo más. Cuando yo los estudié y me di cuenta de que la psicología occidental se queda en una ínfima parte de lo que estos sabios describen sobre lo q es el ser humano, su papel en el mundo, la vision del universo…

— ¿Le interesa también esa visión del universo?

— Es increible el holograma que es el universo; dicen que el atomo contiene todo el universo, algo que la Física Cuántica está diciendo ahora. Lo que la Física ha avanzado con respecto a la fisica newtoniana de la visión de la realidad subatomica y lo que eso implica, como por ejemplo la posibilidad de que una cosa esté en dos sitios al mismo tiempo, o que la realidad es una materia, es onda, que el átomo en realidad es una onda que no tiene realidad material, que el universo está contenido en un átomo… Y todo eso lo han dicho musulmanes sufíes, partiendo de la espirirualidad, la psicología… pero con esto nos desvíamos ya demasiado del tema…

— Volviendo del universo a su profesión de psiquiatra ¿qué le ha aportado el Islam en esta faceta de su vida?

R.- Una comprensión mucho mas profunda de lo que es el ser humano. En la psicología del sufismo los métodos no son algo teórico sino que lo que buscan es la experiencia. Lo que me ha aportado para mi profesión, es la expreriencia, pasar de una concepción teórica al ámbito experiencial. Se busca tener la experiencia del concimiento, la vision trascendente, lo que se llama la experiencia mística. Es ver la transcendencia en la realidad cotidiana. El místico ve más allá de las apariencias, ve la realidad en lo cotidiano. Y el amor es la vía para el conocimiento; el sufí considera que si no hay amor no puede haber conocimiento, porque el amor es lo que te identifica con lo amado. Lo que me ha aportado a mi trabajo profesional es el pasar de una visión de tú como algo separado de yo, de una distancia de roles -yo soy el médico, tú eres el paciente- a pasar a otra experiencia de unidad. Saber que tenemos un mismo destino, que procedemos del mismo origen, que lo que te pasa a ti está condicionado por mi propia experiencia… Es otra forma de practicar que ya trasciende también lo que es la clínica o la consulta y se amplía a todos los ámbitos de la relación humana.

— Su ponencia se ha centrado en el Islam en los países laicos. Presumimos de sociedad laica como síntoma de modernidad, pero si seguimos su definición de “laico”, casi era más laica la sociedad del Al Andalus que la actual…

— Es que era una sociedad laica. Se habla de tres culturas, pero Al Andalus era una sola cultura, una sola civilización que permitía la expresión de todas las manifestaciones religiosas. No se puede volver al pasado pero sí se puede aprender de él, de las buenas y de las malas experiencias. Hubo cosas maravillosas que no se han vuelto a repetir en la historia en Europa. Hablamos mucho de sociedad laica aconfesional pero creo que deja mucho que desear a nivel tanto institucional como a nivel de la sociedad.

— ¿Valoramos las ventajas de la inmigración?

— La intolerancia, el rechazo, los estereotipos… La diversidad que representa alguien que viene de otro lugar, que trae otra cultura, otra lengua, otras formas de ver la vida; eso enriquece y rompe con una sociedad del hombre unidimensional del que hablaba ya Marcuse en los años 60. Además, por otras razones económicas y sociológicas, es necesaria la inmigración. Si no fuera por al fuerza laboral de los inmigrantes tendríamos un problema para pagar las pensiones dentro de unos años. La población española es una de las que tienen un menor índice de natalidad del mundo, será una población envejecida en unos años. Es necesario por todas estas razones, que aceptemos la aportación de ciudadanos de otros países como un bien. Eso en el Islam está reconocido, obedece a una prescripción coránica. Eso está asumido en general por la mayoría del mundo islámico y las sociedades islámicas son multiculturales y muy tolerantes en cuanto a las formas de expresión. Incluso a nivel psiquiátrico el loco, por ejemplo, en la sociedad musulmana es un persona integrada que aporta una dimensión que no tienen las personas calificadas como normales.

— Ha tenido mucha repercusión el hecho de que han solicitado el uso de la mezquita de Córdoba para la oración de los musulmanes…

— Esta mezquita tiene una característica singular, que es que siempre ha sido un templo ecuménico hasta que fue conquistado por la Iglesia Católica. Los musulmanes no destruyeron la Iglesia de San Vicente como se suele decir; era una iglesia unitaria y los musulmanes lo que hicieron fue ampliarla. Durante más de cien años pudieron rezar juntos aunque en espacios diferentes musulmanes y cristianos. Después de su conquista se hizo un desastre arquitectónico para intentar cambiar la fisonomía de mezquita y no se cesa de intentar eliminar las huellas consideradas como islámicas poniendo altares, tumbas, cruces…

— ¿Qué hacer para solucionarlo?

— Consideramos que sería positivo para la proyección de un dialogo interreligioso islamocristiano el que se pudiera convertir ese lugar en un templo ecuménico para todos los creyentes, que sería un símbolo y un aliciente para estimular el encuentro y la colaboración entre las confesiones en todo el mundo. Es muy triste y lamentable que ahora cualquiera que intente a título individual hacer un signo que pueda evocar una oración islámica sea impedido de forma violenta por los servicios de seguridad. Viene muchos musulmanes de todo el mundo y lo habitual cuando un musulmán entra en una mezquita es hacer una postración; eso se impide y la sensación con la que se van es de tristeza. Y ahora que Córrdoba intenta vender una imagen de ciudad de las tres culturas, y ahora que quiere ser en el 2016 capital europea de la cultura, tiene ese gran escollo.

— ¿Llegará el momento en el que se cumpla esta petición?

— Yo creo que llegará. Nosotros no vamos a insistir. Ahora son los propios movimientos ciudadanos, incluso católicos, los que están reivindicando eso. Es algo que ya se ha difundido por todo el mundo, incluso en un editorial del New York Times se dijo que era la iniciativa más importante que se había hecho en el terreno interreligioso en los últimos años. Obama incluso se ha referido en su discurso en El Cairo al paradigma de Córdoba, ahora en Nueva York ese centro islámico que quieren construir en la zona cero se llama Casa Córdoba… Es un referente en la Historia. Desafortunadamente no es un referente en la actualidad.

— ¿Qué opina de esa idea que a veces se tiene de que el Islam es incompatible con la democracia?

— Países como Indonesia, Pakistán o Turquía son países formalmente democráticos. La democracia no es un concepto unívoco, tiene muchos matices y se aplica de muy diferentes maneras. Aquí, en Europa, se consideran como los paladines del laicismo, y tenemos en Inglaterra que la jefe de Estado es también la jefa de la iglesia anglicana. Y la democracia aquí, en España… son los partidos quienes en realidad eligen a los candidatos. La democracia todavía tiene un gran trecho por desarrollarse y hay una utilización interesada siempre en considerar a lo ajeno como lo negativo para de alguna forma reforzar nuestra propia imagen. En el Islam pasa eso, se considera como un todo, como si no hubiera diversidad en los países islámicos. Además, la democracia está contenida en el Corán como la necesidad de que los dirigentes consulten las decisiones; el propio profeta tenía que consultar con sus compañeros. Y ese mecanismo de consulta, la shura, es la esencia de lo que es la democracia, la consulta mutua.

— ¿Qué le piden a la iniciativa de Ley de Libertad Religiosa?

— Mejorar la actual, y regular de una forma más equitativa la relación que el Estado tiene con las confesiones no católicas. La Iglesia Católica tienen un régimen económico de privilegio, tiene el acceso la posibilidad de dar clases de religión en las escuelas públicas, un régimen jurídico especial… Yo creo que esa ley intentaba equilibrarlo con las otras confesiones. También intentaba regular el uso de los símbolos religosos en los espacios públicos o la implicación institucional en actos religosos. Nuestra posición es que el Estado debe ser neutro, debe ser ecuánime y justo y dar el mismo tratamiento a cualquier creencia.

— ¿Qué piensa cuando se dice que el velo es denigrante para una mujer, pero no se ponen objeciones a las cofias?

— Se entiende que la monja lo hace de forma voluntaria y a la musulmana se lo está imponiendo su familia o su marido. Habría que preguntarle a ellas. Por lo que conozco no hay ninguna mujer que lo haga porque se sienta obligada, tiene esa convicción y está en su derecho de hacerlo, tanto si es musulmana como si no lo es. Ahora precisamente, por esta polémica, el tema ha trascendido lo religioso para convertirse en una seña de identidad o una forma de protesta contra una intromisión inadmisible por parte de los poderes públicos en el ámbito de la intimidad.

— ¿Cuáles son los retos de la Comunidad Islámica en España?

— Creo que hay un trabajo de cara al lado interno de la propia comunidad y otro de cara a la interacción con el resto de la sociedad. Las comunidades deben democratizarse internamente, los órganos de representación de los musulmanes ante el Estado deben ser democráticos, incluir a la mujer, deben ser órganos elegidos desde las bases, deben ser personas que estén preparadas, que sean gente entregada, y que sepan transmitir tanto a los musulmanes como al resto de la sociedad lo que piensan, cuáles son sus programas… eso es un reto imprescincible, necesario y urgente.

— ¿Qué papel tiene la Comisión Islámica en este reto?

— La Comision Islamica de España, está totalmente inoperante, con unos líderes que no responden a las expectativas de la comunidad, que no han sido elegido de forma democrática y que están significando una parálisis en el desarrollo del acuerdo de cooperación. Ahora mismo la Comision no incluye a la mayoría de las comunidades registradas. Se han hecho encuestas en las cuales la mayoría de los musulmanes en España dicen que el método que preferirían para elegir los representantes en la Comision Islamica es cada musulmán, un voto. Puede ser difícil, exigir un tiempo de preparación, hacer unas listas electorales… pero es la vía para que realmente aflore la realidad de los musulmanes en España.

— ¿La Comisión Islámica necesita algo más añadido a su democratización?

— Esa labor interna de democratización es necesaria, pero hay otra importante que es la de la educación. Tenemos que formarnos y saber distinguir lo que es la esencia del Islam de los aspectos culturales que se importan de los países de origen y se consideran como si fuese algo propio de la doctrina islámica. El encerrarse en lo étnico y en lo racial es un gran peligro que hay que evitar y sobre todo profundizar y saber qué es lo que corresponde a una cultura del país de origen y qué es lo que corresponde a la esencia del Islam.

Alba P. Villarragut
Beatriz Hernández Bilbao
Departamento de Comunicación
Fundación de la Lengua Española