Tres hadices para la reflexión
La beatitud (ṭûbâ) será el reparto de aquel quien se muestre humilde sin falta de respeto, se rebaja a sí mismo sin humillación, gasta de sus bienes adquiridos legalmente, frecuenta a las gentes de religión y de sabiduría, y hace misericordia a los humildes y a los necesitados. La dicha será concedida a aquel quien se humilla, gana un bien lícito, no guarda rencor en su interior, se muestra generoso en público y no causa mal alguno a los otros. La dicha será concedida a aquel quien practica su ciencia útil, gasta en lismosnas lo supérfluo de sus bienes y se retiene de las palabras vanas.
(Recopilado por Al-Bujari)
Allâh – exaltado – ha dicho: “Cuando Mi siervo alcanza la edad de cuarenta años, Yo le curaré de tres enfermedades: la locura, la elefantiasis y la lepra. Cuando él alcanza la edad de cincuenta años, Yo le juzgaré con benignidad. A la edad de sesenta le haré amar el retorno a Mí. A la edad de setenta años los ángeles le amarán. A la edad de ochenta años sus buenas obras pasarán a su activo y sus malas obras serán borradas. Y cuando alcance la edad de noventa años los ángeles dirán: “He aquí un enamorado de Allâh sobre la tierra y Allâh le perdonará sus pecados pasados y futuros y le concederá el derecho de interceder junto a Allâh a favor de su familia.”
(De Uzman, recopilado por Al-Hakim)
Allâh – exaltado – ha dicho: Siervos Míos, me he prohibido a Mi mismo la injusticia y la he prohibido entre vosotros. No libraos pues a las injusticias los unos contra los otros. Siervos Míos, todos estáis extraviados, excepto a quienes Yo guío. Pedidme pues el guiaros y Yo os guiaré. Siervos Míos, todos estáis hambrientos excepto aquellos a quienes Yo alimento. Pedidme que os de de comer y Yo os alimentaré. Siervos Míos, todos estáis desnudos excepto aquellos a quienes Yo he vestido. Pedidme que os vista y Yo lo haré. Siervos Míos, vosotros pecáis de noche y de día y soy Yo quien perdona los pecados. Pedidme que os perdone y Yo os perdonaré. Siervos Míos, vosotros no podríais ni dañarme ni serme útiles si buscarais Mi provecho. Siervos Míos, si del primero al último de entre los hombres y los genios, fuerais tan piadosos como lo es el más piadoso de entre vosotros, esto no añadiría nada a Mi reino. Siervos Míos, si del primero al último, hombre o genio, os reunierais en una sola región de la tierra para solicitarme el concederos a cada uno vuestras necesidades, esto no podría empequeñecer Mis propiedades, no más que lo que una aguja puede llevarse del mar. Siervos Míos, son vuestras obras solamente lo que tendré en cuenta, seguidamente os retribuiré. Así pues aquel quien encuentre el bien que alabe a Allâh, y aquel quien encuentre mal que se pida cuentas a si mismo.
(Recopilado por Sahih Muslim)