Tras las huellas de José. Aforismos de Alberto José Varela.

Ciento cincuenta páginas de aforismos de Alberto José Varela, seleccionados por Jesús Flores Contín, en español e inglés, con ilustraciones originales a todo color. Más que un libro, es una experiencia de comprensión acerca de asuntos vitales de la vida, de la libertad y de uno mismo.

La Vida me metió en una cárcel y yo aproveché para meterme en mi propia cárcel interior, para liberarme a mí mismo de mí mismo. Ya nunca podré olvidar la verdad que he recordado: de dónde vengo, a dónde voy y lo que soy”.

Alberto José Varela https://albertojosevarela.com/producto/libro-de-aforismos-tras-las-huellas-de-jose/

Cuando conocí a Alberto José Varela y empecé a saber de su vida y su obra intuí inmediatamente que me encontraba ante una persona extraordinaria, uno de esos seres que han gustado el vino de la Verdad y han quedado embriagados por la dulzura de su esencia. Esa intuición dejó paso a la certeza durante una sosegada cena a la que tuvo la deferencia de invitarme en tierra italiana una noche de eclipse de luna del pasado verano de 2019. En el transcurso de la conversación se me fue revelando que Alberto José encarnaba el arquetipo del José bíblico, arrojado por sus hermanos a las profundidades de un pozo, vendido a unos mercaderes como esclavo y encarcelado después injustamente en Egipto. Solo al cabo de todo un largo proceso de pruebas, el profeta José pudo descubrir la verdad de lo que había visto en sueños e integrar así en una plano de compresión más elevado todas las vicisitudes sufridas en su azarosa vida. Al igual que el José de la Biblia, para nuestro José fue también la experiencia de su injusta prisión, “el estar metido en un pozo oscuro e infinito” lo que le obligó a conectarse con su propia profundidad y fue allí, en lo más profundo de su corazón, donde descubrió que la Vida lo había dispuesto todo a la perfección, que no había lugar para el error, que la Vida, nombre con el que llama a Dios, lo había metido en prisión para que pudiera alcanzar la Libertad. Fue plenamente consciente de que cuando uno se resiste a recibir y a aceptar la dosis de Gracia que le ha tocado, la Vida tiene que actuar. Supo entonces claramente que había llegado el momento de aceptar esa dosis y que aceptar no significaba meramente conformarse ni resignarse sino que era decir “sí” con gratitud y desde el corazón a todo lo que le llegase, fuera lo que fuera. Fue esa aceptación agradecida y confiada lo que le permitió gustar la Libertad con mayúsculas, esa Libertad que es la realidad esencial de cada ser y la absoluta comprensión de lo que nos sucede. Para comprender la Verdad tenía que zambullirse en ella. Y esa compresión es la iluminación. Fruto de esa experiencia inolvidable fue un primer libro que publicó con el título “Desde la cárcel, desde mi Libertad” y del que he seleccionado los doscientos aforismos que me han hecho vibrar de manera especial.

¿Quién es Alberto José Varela?

Quien espere encontrar en Alberto un gurú del New Age, se equivoca. Como deja claro en uno de sus aforismos: “Los buscadores espirituales de la “nueva era” son como niños buscando un padre que los cuide y los proteja; creen que por el mero hecho de hacer yoga o meditación, de comer sano y escuchar música de relajación se van a iluminar, pero la mayoría no tiene la más mínima intención de cortar sus cadenas”.

También se equivocan los que quieran catalogarlo como un moderno chamán dedicado a proporcionar experiencias enteógenas. Según Alberto: “Algunas sustancias como el Yagé o la Ayahuasca, el peyote o los hongos en algunos casos producen una conexión espiritual; se puede tener un vislumbre del infinito y de lo ilimitado y una sensación de liberación de la conciencia, pero solo momentánea, ya que luego se retorna a un cuerpo pequeño, a una mente estrecha y a un yo aprisionado. También la meditación y el yoga pueden ser adicciones para mucha gente, pues se quedan atascados allí durante toda su vida. Cuando hay una estructura adictiva, cualquier cosa nos puede atrapar. No he conocido a nadie que conociendo y viviendo la Verdad, el Amor y la Libertad, tenga la necesidad de hacer yoga, tomar sustancias que expandan la conciencia o meditar”.

El mismo error cometen los que pretendan ver en su enseñanza un atisbo de libertinaje : “El libertinaje solo amplía los espacios de esclavitud, no nos libera”.

Su método terapéutico consiste en acompañarte hasta la puerta de tu Ser puro e inocente, infinito e inmortal que habita en todos para que seas tú el que atraviese el umbral y comprendas por ti mismo. “Hay allí una presencia del más allá y desde esta presencia se ve que todo lo grande e invencible se vuelve pequeño e inofensivo. Lo que parecía que me podía vencer, cae rendido a mis pies, lo que me daba miedo, de repente me llena de coraje”.

Al psicoanálisis le achaca “habernos metido en la cabeza que nacemos con una naturaleza maligna, con un pecado original y esta idea también ha sido sostenida por gente muy influyente como el padre de la psicología moderna, Sigmund Freud, que impregnó toda su psicología con su propia limitación”.

Alberto José no propone la lucha a muerte contra el yo, lucha que lo reforzaría, sino la comprensión de la naturaleza de ese yo, compresión que te libera espontáneamente de la ilusión, pues como aclara con humor “¿Cómo voy a proponerte el derrumbe del “yo” siendo yo argentino? Sería como suicidarme. Pues como dice Luis Racionero: “El ego es ese argentino que todos llevamos dentro”. Mi propuesta, en cambio, está relacionada con no hacer nada, pues todo lo que se haga lo fortalecerá, incluso el querer destruirlo lo agrandará”.

Ese “no hacer” es fruto de la comprensión de que “Lo verdadero no necesita ayuda, ni apoyo ni impulso; se expande por sí solo, se manifiesta a través de la presencia de quien vive la Verdad”.

Ese no-hacer es, en realidad, una hazaña y «semejante hazaña comienza con algo tan simple como la entrega. Entregarse es rendir devoción”. Esa es la devoción que hace que el ser humano se postre agradecido: “Doblegarse es confiar en el Poder superior, ponernos incondicionalmente a disposición de la existencia. Entonces lo inexplicable comienza a suceder”

Invito a todos los que lean el libro a meditar sobre sus aforismos puesto que son comprensiones provenientes del océano de la Realidad y los animo a zambullirse más profundamente en el mensaje de Alberto José Varela de cuya amistad y enseñanza me siento profundamente honrado y agradecido.

Jesús Flores. esislam.com