Surat El Altísimo
La paz sobre vosotros
De nuevo, hermanos/as, queremos haceros reflexionar sobre el hecho de que la lectura del Corán, cuando uno se detiene paso a paso, aleya tras aleya, nos hace encontrar maravillas tales que dejan estupefacto al mejor pensador, al más perspicaz de los buscadores, al más inteligente de los dotados de comprensión. Nos encontramos ante la Maravilla de las maravillas; ante una Elocuencia divina, más allá del contenido y de la forma de cualquier discurso, por noble y puro que este sea.
Hoy, con la ayuda inconmensurable de Allâh, comentamos la Surat del Altísimo, y Allâh sabe más.
SURAT EL ALTISIMO
En el nombre de Allah, el Misericordioso, el Compasivo.
Glorifica el nombre de tu Señor, el Altísimo, que ha creado y ha conformado, que ha decretado y ha encaminado
y que hace crecer el pasto verde y lo convierte en deshecho ennegrecido. Haremos que recites y no olvidarás, excepto lo que Allâh quiera. Él conoce lo que se muestra y lo que se esconde. Te haremos propicia la facilidad.
Así pues llama al Recuerdo, porque recordar beneficia.
Recordará quien sea temeroso
y se desentenderá el más miserable, que será arrojado al mayor de los fuegos, donde ni vivirá ni morirá. Habrá triunfado quien se purifique
recuerde el nombre de su Señor y rece.
Sin embargo preferís la vida de este mundo, cuando la Última es mejor y de mayor permanencia. Realmente esto ya estaba en las primeras escrituras, las páginas de Ibrahim y de Musa.
Comentario
de la surat El Altísimo
Allâh, es cierto, es el Creador, y asimismo es el Formador, El crea y da forma, porque Él llega hasta el fondo de los asuntos y hasta el mínimo detalle de aquello a lo cual ha dado una vida, dependiente siempre de la Suya.
Glorifica el nombre de tu Señor, el Altísimo, que ha creado y ha conformado, que ha decretado y ha encaminado
Y nos pone el ejemplo del pasto verde que después se ennegrece; un ejemplo que nos llama la atención sobre la vida propia que, una vez que ha alcanzado su esplendor, comienza a disminuir en intensidad. El ser humano pierde poco a poco el vigor, hasta que le llega la muerte y se va. Porque él no es de aquí; aquí lo puso Allâh para examinarle y recompensarle o castigarle por sus intenciones primero, y acciones después.
y que hace crecer el pasto verde y lo convierte en deshecho ennegrecido.
Efectivamente, nada, absolutamente nada ni nadie se escapa al Creador, al Formador, al Altísimo. El se encuentra tan cerca de nosotros, tan presente al lado de Sus criaturas que nada le escapa, pues su Ciencia penetra toda cosa.
Él conoce lo que se muestra y lo que se esconde.
Allâh se dirige Profeta – sobre él la plegaria y la paz – recomendándole recitar el Corán, al que El llama Recuerdo. Seguidamente el Altísimo se dirige a de nuevo a él, asegurándole que le ha facilitado sus asuntos.
Haremos que recites y no olvidarás, excepto lo que Allâh quiera. Él conoce lo que se muestra y lo que se esconde. Te haremos propicia la facilidad.
Incide sobre la mención del Corán como siendo un Recuerdo, pero casi imperceptiblemente se dirige hacia el Recuerdo como algo más general. Por esto existen tantos y tantos hadices en los que se trata de las asambleas del recuerdo, asambleas estas rodeadas y frecuentadas por ángeles, a las que él mismo Muḥammad asistía y magnificaba en hadices como los que siguen:
Así pues llama al Recuerdo, porque recordar beneficia.
Recordará quien sea temeroso
y se desentenderá el más miserable, que será arrojado al mayor de los fuegos, donde ni vivirá ni morirá.
Según Abu Hurayra – que Allah esté satisfecho de él -, el Enviado de Allah – sobre él la plegaria y la paz – ha dicho: “Allah dispone de ángeles nobles quienes recorren la tierra en busca de las asambleas del Recuerdo (dikr); cuando encuentran una de ellas, la rodean y se colocan unos por encima de los otros, cubriéndolas con sus alas superpuestas hasta el cielo. Allah – ta’ala – se dirige entonces a ellos: – ¿De dónde venís? – Venimos de la compañía de Tus siervos quienes Te glorifican, Te magnifican, Te alaban, afirman Tu Unicidad, Te suplican y buscan Tu protección, responden los ángeles.
– ¿Que me piden? (y él lo conoce mejor que ellos) – Te piden el Paraíso – ¿Lo han visto? – No, ¡oh Señor! – ¡Que dirían si lo vieran! ¿De qué quieren que Yo les proteja? – Del fuego – ¿Lo han visto? – No. – ¡Que dirían si lo vieran! Después El añade: – Sed testigos de que Yo les he perdonado, les he concedido lo que Me piden y les he protegido de aquello de lo cual temen. Los ángeles intervienen entonces: – Señor nuestro, un siervo tuyo pecador se encuentra entre ellos. Pasaba simplemente por allí y se ha sentado con ellos. Entonces Allah les responde: – Yo le perdono también, pues forma parte de un grupo cuyos componentes no serán nunca desdichados.”
Igualmente, Abu Dawud relata de Anas – que Allah esté satisfecho de él – que el Profeta – sobre él la plegaria y la paz – ha dicho: “Sentarme en compañía de gentes quienes invocan a Allah, después de la plegaria del alba hasta la salida del sol, me es más agradable que liberar a cuatro descendientes de Ismael. Sentarme en compañía de gentes quienes invocan a Allah, desde la plegaria del ‘Asr hasta la puesta del sol, me es más agradable que liberar a cuatro descendientes de Ismael”.
Es esto lo que expresan las siguientes aleyas de la surat que estamos comentando:
Habrá triunfado quien se purifique
recuerde el nombre de su Señor y rece.
Nuevamente, aun a pesar de la mala praxis de algunos que no quieren aceptar lo evidente que es que Allâh no llama Recuerdo al Salat, podemos ver que el Altísimo anima a recordar y a rezar como dos actos separados en ellos mismos, aunque en el salat podamos recordar como lo podemos hacer cuando realizamos cualquier mandato y evitamos cualquier prohibición. Es tan evidente que dar mayores explicaciones nos haría pecar de timoratos.
Sin embargo preferís la vida de este mundo, cuando la Última es mejor y de mayor permanencia. Realmente esto ya estaba en las primeras escrituras, las páginas de Ibrahim y de Musa.
Y aquí Allâh desmarca y separa a las gentes que no recuerdan. No ya para prometer a unos el Paraíso y a otros al Infierno, sino para decir que quien se aleje del Recuerdo de Allâh es un prisionero declarado de la vida mundanal; una persona materialista, desprovista del gusto por las obras del Más Allá, de todo lo que nos acerca a Allâh; para terminar diciendo que estas advertencias sobre la vida mundanal y el Más Allâh ya fueron dadas a las antiguas generaciones de Ibrâhîm y Mûsâ – sobre ambos la paz -.