Sobre la revelación de la Fatiha

A-s-salamu ˤalaykum – La paz sobre vosotros

Decimos que la Fatiḥa es la apertura del Libro ; no obstante no es al Fatiḥa lo primero que Allâh reveló. Muchos sabios, incluídos el Šayj Al ˤAlawi – que Allâ esté satisfecho de él – dicen que todo el Libro está contenido en Al Fatiḥa, y que esta está contenida en la Basma-l-Lâh (Bismi-l-Lâhi-r-Râḥmani-r-Raḥîm), y aún que ésta se encuentra contenida en el punto de la letra Ba. Pero esto último es ya una cuestión de doctrina de la que no vamos a tratar aquí.

El profeta dijo en una ocasión que cada cosa tiene su corazón, y el corazón del Corán era la surat Ya Sin (36). Ahora bien, la Fatiha es llamada por él mismo «La Madre del Libro» (‘Ummu-l-Kitab° y su importancia manifiesta lo demuestra el hecho de que ningún salat es válido sin su recitación. Esta surat es portadora de secretos profundos y beneficios memorables. Puede ser usada como protección; puede ser recitada sola cuantas veces queramos y es imposible de olvidar.

La surat Al Fâtiḥa fue revelada en Meca. Se relata de parte de Abu Maysara que el Mensajero de Allâh – sobre él la plegaria y la paz – escuchó una voz de alguien que le llamaba : « Oh Muḥammad ». No obstante, al escuchar esta llamada intentó alejarse ; pero en esto que recordó el consejo de Waraqa Ben Nawfal quien le dijo en una ocasión :

« Cuando escuches una llamada espera hasta que escuches lo que te quieren decir »

Así que cuando escuchó esa voz se volvió y dijo : « Te escucho »

Y entonces quien le llamaba dijo :

Dí : « Doy testimonio de que no hay deidad sino Allâh y que Muḥammad es el Mensajero de Allâh ». Después, él dijo toda la Fâtiḥa.

ˤAli Ibn Abi Talib da testimonio asimismo que Al Fâtiḥa fue revelada en Meca, diciendo :

La Fâtiḥa (apertura) del Libro fue revelada en Meca descendiendo de un tesoro que se encontraba bajo el Trono.

Ibn Abbas dijo : « Una vez, el Profeta – sobre él la plegaria y la paz – se puso en pie en medio de la Meca recitando la Fâtiḥa. El Qurayš le dijo : « Que Allâh te tuerza la boca ».

Al Ḥassan y Qatada han relatado un hecho semejante. Solamente Muŷâḥid dijo que la Fâtiḥa fue revelada en Madina, y sobre esta afirmación dijo Al Hussayn Ibn Al Faḍl : « Cada sabio tiene una falta, y esta es la primera de Muŷâḥd que es el único en sostener dicha afirmación ; siendo que todos los sabios sostienen una afirmación diferente a la de él. »

La prueba de que la surat es mequinesa la tenemos en la surat Al Hiŷr que es mequinesa en su totalidad. En ella encontramos la aleya siguiente :

« Y realmente te hemos dado siete[1] de las más repetidas y el Corán grandioso » (15-87)

Según Abu Hurayra, el Enviado de Allâh – sobre él la plegaria y la paz – había dicho en una ocasión, después de escuchar a Ubay Ibn Ka’b recitar la Madre del Libro[2] :

« Por Aquel que detenta mi alma en Su Mano nada comparable ha sido revelado antes por Allâh, ni en la Torá, ni en el Evangelio, ni en los Salmos, ni en el Corán. Ella está compuesta de siete aleyas doblemente reveladas con la sublime lectura sublime que he tenido »


[1] Las siete aleyas de la Fâtiḥa

[2] La Fâtiḥa es llamada «« La madre del Libro»