Si tu no le ves, El te ve

La paz sobre vosotros.

Hermano/a

El, que se ha prescrito a Si Mismo la Misericordia, nadie puede describirle con las palabras, por eso todo cuanto se diga de Él es mucho. Pero también, todo cuanto se diga de Él es poco; tan Inmenso y Completo es..

Si tú no le ves, Él te ve. No tiene necesidad de tu adoración, ni de nada tuyo. ¿Cómo comprender entonces nuestra relación con El, el punto de encuentro? ¿Acaso una gota del océano puede describir como es el Mar?

El ama que Sus facultades se vean reflejadas en nosotros, y esta es una especie de Dikr, de recuerdo que rinde honor al Hacedor. La generosidad, la misericordia, la paciencia, el amor, la bondad, la justicia, la verdad, la paz, la fortaleza, el perdón, la guía; todas ellas siendo cualidades suyas El ama verlas reflejadas en su servidor. Es de esta manera que realizamos ser Sus siervos; una manera más allá de la obligación del Salat y del Zakat. Esto es el Dikre de Allâh, que como dice el Qur’an es mejor que el salat.

Y es realizando Sus Nombres que te acercas a Él y que entonces si no le ves Él te ve. Por muy lejos que vayas no podrás salir de Su Presencia; por muy íntimos que sean tus pensamientos Él ya los ha percibido sin que aun los hayas llegado a tener. Él se anticipa a todo, y vayas donde vayas Su Rostro allí se encuentra.

Cuando auxilias a una criatura, tu mano es la Suya; es entonces que serás un Ser humano con todas las letras, que demostrarás ser de Él. Y donde están las correspondencias, están los secretos. No nos ha sido dado llegar más lejos en nuestras expresiones que decir esto; pues no podemos levantar los velos que solamente Él  tiene derecho a apartar de la visión de los corazones de Sus amados.

Si fueras consciente de esa presencia no podrías dar un paso sin pedirle permiso; no podrías respirar sin saber que es El quien te hace insuflar el aire que te da vida. Eres como un muñeco, eres un muerto en vida, eres nada y Él es todo. ¿De qué te sirve la vida sino sabes que eres el objeto de una visión penetrante, tanto que reduce a cenizas tu propia consciencia de ser?

No fuiste, no eres, no serás nadie; eres solamente una ilusión, una ironía del Destino, una hoja de árbol caída en el suelo, una gota del océano, una bocanada de aire, una nadidad. Pero cuando eres consciente de la Presencia entonces eres todo, porque entras en el mundo de la Realidad donde todo ser encuentra su esencia y su verdadera correspondencia con el Creador.

Vas, vienes, te enorgulleces de ser bello, ocurrente, sabio, distinto, mejor que…, y en realidad tú sabes que no tienes identidad, que solamente tu loca imaginación concibe para ti una personalidad llena de contradicciones.

Eres una caja vacía dentro de otra, y otra y otra, un envoltorio de viento, una apariencia sin consistencia. En tu locura crees que el Sol y la Luna fueron creados para ti, crees que las estrellas son tuyas, que tu vida te pertenece. ¡Pobre iluso! ¿Qué te dieron que te hicieron sentir así?

Tus palabras son el eco de la nada, tus pensamientos son el viento que pasa, tus actos son los de un polichinela movido por extraños hilos; bailas al son del viento, gritas en el desierto, duermes y crees vivir.

Cuando te vayas no serás nadie, tal y como nadie eras aquí. Es realizando esto que un día podrás llegar a comprender algo de la Realidad. Y la Realidad es una: lo que eres es por El que lo eres; porque es Él lo Único Real que puede existir y lo demás es solo adorno de la vida mundanal.

Entonces, cuando veas tus manos realizar un acto de bien sabrás que es El quien las ha movido, y entonces verás que es Su acto y no el tuyo. Lo mismo para tu oído, tu vista, tus palabras, tus pensamientos. Si hay algo real es en El.

Es cuando comprendas estas realidades que realmente tendrás en cuenta que Él te ve, de una manera efectiva y no con la debilidad del pensamiento racional. Entonces serás consciente de la Santa presencia, la Sakina invadirá tu corazón y serás amigo del Misericordioso, pues Él no toma como amigo a cualquiera. Verás que esa ilusión que tu llamabas vida no habrá sido en vano y que la fuente de la vida procede de una Presencia divina que la hace real. Ese soplo con el que se le dio la vida a Adam.

Serás la Humanidad, el califa del Todo Misericordioso, el delegado del Rey. Entonces serás real, existirás y comprenderás lo que realmente eres y nunca llegabas a saber. Habrás salido de las tinieblas a la luz. Serás el azufre rojo, la perla rara en el fondo del océano, el barco salvaguarda de los afligidos, la música celestial de los oprimidos, la referencia del saber, serás la explicación del Corán y del Hadiz, el transmisor de las verdades, el alminar del lugar santo y la bandera del Islâm.