Sabah Hamed Mohamed, ganadora del premio ‘Vivencias’ de Podemos Ceuta
El premio Vivencias surgió en 2019 con la intención de dar un paso más hacia la igualdad en el reconocimiento entre mujeres y hombres, en su tercera edición la premiada ha sido la caballa Sabah Hamed, un ejemplo de lucha y solidaridad que explica como se siente al recibir el premio ‘Vivencias’, “estoy muy orgullosa y agradecida de que me hayan concedido este premio. Para mi significa mucho, y me gustaría dedicárselo a mis padres por la educación que me dieron, y a todas las mujeres luchadoras en honor al 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer”
Primera mujer con una nave en el Tarajal
Sabah Hamed se mudó a Benalmádena (Málaga) junto a su marido en los años ochenta, donde tuvo varios negocios, pero durante la crisis de los noventa y que a su marido lo destinaron a Ceuta, se dispuso a volver a su ciudad natal. Para suerte de Sabah, ya tenía nociones en venta de artículos de menaje y regalos por sus anteriores negocios, “por ello decidí abrir mi primera tienda en Capitán Claudio Vázquez, mi barrio de toda la vida, pero se me quedo pequeño el local y me traslade a las Naves”, así dio inicio la vida de la empresaria, que entre comerciantes hombres era la única y primera mujer con una nave en el Tarajal, pero para ella nunca supuso una traba su género para conseguir sus metas en el ámbito comercial a pesar de la época, “siempre me sentí protegida y querida por mis compañeros de las naves del Tarajal. Me ayudaron siempre y nunca me he sentido discriminada, sinceramente siempre han puesto en valor mi trabajo”.
Activista
Sabah, además de su labor de empresaria siempre ha estado involucrada en ayudar a los demás, “yo vengo de una familia que ha sido siempre solidaria con los demás, y han compartido lo que han tenido. Desde pequeña he visto como en mi casa siempre hemos tenido de todo, y que cuando ha venido alguien con un problema, mi padres siempre han ayudado a esas personas más desfavorecidas, así que es la educación que me han inculcado”.
Durante 2020 demostró su lado más humanitario estando en primera línea de la pandemia, y acogiendo a inmigrantes que se quedaron atrapados por el cierre de la frontera, “todo comenzó el día que cerraron la frontera y me entere a través de unas fotos de que había personas en la explanada del chorrillo y otras en la frontera, y cuando vi mujeres y niños, no lo pensé dos veces y llame a mi amiga Laila y le comenté la situación que vi en las imágenes, así que decidimos preparar comida para llevarles y enterarnos mejor de la situación”, explica Sabah, que al principio creía que había 40 personas, pero cuando acudió a la explanada del Chorrillo vio que la realidad era peor todavía, “así que decidimos, mi amiga Laila y yo volver a casa para preparar comida para todos, después se hizo de noche y vimos que no pasaba nada con la frontera e hicimos un llamamiento a la ciudadanía ceutí para que colaborase con mantas, colchas, alfombras y demás para que esas personas no pasasen frío, y las madres con niños me las traje a mi casa a dormir”.
El segundo día del cierre de la frontera la situación de incertidumbre permanecía porque nadie sabía con certeza lo que iba a ocurrir, ¿abrirá o no la frontera? La respuesta en aquel momento, y un año después nadie la sabe, así que ante tanta incertidumbre Sabah Hamed decidió actuar y no quedarse con los brazos cruzados habiendo visto la situación en la que se encontraban aquellas personas con frío, hambre y en medio de una pandemia sin un techo, “al día siguiente al despertarme volví a acudir a la frontera, pero esta vez junto a asociaciones y presidentes de barriadas para juntar a la gente que estaba dispersa en la explanada del Chorrillo y los de la frontera, lo que para mí fue un momento emocionante ver como tantos caballas se habían involucrado ayudando. Entonces, pensé que las familias ya estaban cubiertas por como se habían implicado los ceutíes, pero para mi sorpresa empezó a llover y vi iban a abrir la antigua cárcel de Los Rosales, y así pudiesen dormir bajo un techo”, comenta Sabah.
Los atrapados tuvieron que subir andando desde la explanada del chorrillo hasta la antigua cárcel sin ninguna ayuda “me sentía muy mal pensando que personas mayores estaban andando con todo el peso de las mantas y comida que le habíamos proporcionado entre todos los ceutíes, con lo cual volví a llamar a mi amiga Laila para pensar alguna solución, pero al ser tantas personas vimos que no estaba en nuestras manos” Sabah no podía quitarse de la cabeza el sufrimiento de aquellas personas sin un techo en plena pandemia y con sus familias al otro lado de la frontera, “al día siguiente tocaron en mi puerta cinco mujeres pidiéndome que si las podía alojar porque no paraba de llover, así que hable con mi familia porque tenemos otra residencia que era de mis padres y para pedirles permiso de si podía alojarlas ahí, así que con el visto bueno de mi familia vi que eso podría ser una posible solución. Ese mismo día acudí al Pabellón de la Libertad para ver si podía ayudar a alguien más, y me sentí fatal porque no podía traerme a todos los que querían venir conmigo, así que hable con Clemen de la Cruz Roja, y le dije que ofrecía mi casa, y después del visto bueno de la Delegada del Gobierno pudieron casi cuarenta personas trasladarse a mi segundo domicilio que es de dos plantas con una superficie de más de 200 metros, dos cuartos de baños y una cocina amplia”, explica conmovida Sabah Hamed Mohamed.
A día de hoy, la frontera sigue cerrada pero se abrió para la salida de sus nacionales en las que muchas de estas mujeres, hombres y niños que tenía en hogar se fueron, aunque actualmente mantiene a 12 hombres y 2 mujeres “estos últimos no se fueron porque me dijeron que la situación en Marruecos está muy mal, y como no me dan ningún problema ni a mí, ni a los vecinos de Los Rosales, que desde este periódico que me ha dado voz, me gustaría agradecer a la barriada de Los Rosales por no haberse quejado por ellos y por su buena aceptación a estas personas. Los vecinos de Los Rosales han aceptado con amor a estas familias y estoy muy agradecida a la gente de mi barrio”.
Asimismo, Sabah Hamed Mohamed fue una de las convocantes de la manifestación histórica del 28 de febrero de 2020 a favor de la convivencia, “en Ceuta nos hemos criado entre culturas y jamás me he sentido diferente o excluida, todo lo contrario. Las puertas siempre han estado abiertas para todos en mi hogar dando igual la cultura, para mi Ceuta es convivencia, que no rompan la convivencia que hemos tenido toda la vida”.
Sabah es una mujer coraje, luchadadora y solidaria a la que se le otorgara el premio ‘Vivencias’ hoy, a las 18:00 horas en la Biblioteca Pública ‘Adolfo Suárez’.