Resurrección – Resurgir – Reconstrucción
Abdul Karim Mullor
Resurrección – Resurgir – Reconstrucción
Tres veces se reconstruyó la Kaaba después de su primera construcción por sayyidina Ibrâhîm y su hijo y profeta ‘Ismaˤil – sobre ambos la paz -. Y, a pesar de esto, los cimientos nunca llegaron a tocarse.
La primera reconstrucción tuvo lugar en el tiempo en el que el Profeta – sobre él la plegaria y la paz – aún no había recibido su mensaje.
Recordemos que fue el quien colocó la piedra negra en su lugar correspondiente. Esto lo hizo después de que la hubieron desplazado de su sitio del sitio para poder rehacer los muros.
Cuando el Qurayš se disponía a quitar los cimientos para renovarlos, un estruendo se dejó oír en la ciudad. Esta fue una prueba innegable de la negación Divina a que se les tocara
La segunda en tiempos de ˤAbdu-l-Lâh Ibn Zubayr (gobernador de Meca), hijo de Asma, hija de Abu Bakr.
La tercera, después de su destrucción por medio de catapultas de parte de Al Ḥaŷŷaŷŷ Ibn Yussuf. En este episodio fue martirizado el citado ˤAbdu-l-Lâh Ibn Zubayr.
¿Guarda esto cierta similitud con el resurgimiento del Islâm en periodos muy significativos? ¿Y ello a pesar de que dicho resurgimiento no se corresponda en el tiempo con las reconstrucciones de la Kaaba?
Veamos:
El Profeta Muḥammad – sobre él la plegaria y la paz – vino con el Islâm a toda la Humanidad.
Después de ello, los cuatro imames de las cuatro escuelas, conservando los cimientos, reconstruyeron, si es que estuviera permitido decirlo así, el edificio de la Ley para adaptarlo a las exigencias del Corán y de la Sunna.
Más tarde Al Ašari y Maturidi, pusieron las piedras de la doctrina islámica reconocida y validada. Podemos considerar a esto como la segunda reconstrucción.
Pues bien, para llegar al número de veces que se reconstruyó la Kaaba nos hace falta una tercera. Esta sin duda llegará con la anunciada aparición del Imâm Mahdi, quien, además de traer la Justicia a un mundo asolado por la injusticia, hará revivir el Islâm practicado en tiempos del Profeta y de los Compañeros.
Es necesario un resurgir
Cual si las paredes de la Kaaba estuvieran deterioradas, la práctica religiosa del Islâm ha sufrido cambios incomprensibles e injustificables. De esta manera, la doctrina ha sido ridiculizada, e incluso voluntariamente olvidada.
La situación es de tal manera crítica que se ha llegado a olvidar los fundamentos de la Jurisprudencia. Ya nadie sabe distinguir ente lo aconsejable y lo obligatorio; menos aún entre lo desaconsejado y prohibido. Se ha tocado fondo en este sentido. Y ello a pesar del número in crescendo de personajes que dicen representar al Islâm. Cuantos más personajes hay de estos diplomados en “Despiste ilustrado” más confusión existe.
Ahora bien, sabiendo esto, y trabajando con ello como premisa, ¿de qué manera podría propiciarse un resurgir? ¿Existe alguna posibilidad de que esta resurrección proceda de un consenso de sabios, habida cuenta de que casi nadie sabe discernir entre la verdad y el error, entre el bien y el mal?
Cuando el único resurgir que se busca es el político; cuando la ambición sopla en los oídos de tal manera que lo importante es representar aquello que no se es, entonces, no comprendo de qué manera podría llegarse a un consenso de sabios escuchado y admitido por la gran mayoría. Sobre y ante todo cuando nadie sabe, y muchos no quieren saber, dónde se encuentran esas personas de la Umma con conocimiento y honradez.
Y aunque esos sabios existen, si nadie les busca y los escucha, no sé cómo ellos podrían propiciar un cambio total con respecto a la situación que estamos viviendo.
Queda pues remitirse a Allâh. Porque los tiempos que vivimos son similares a aquellos que precedieron la venida de un profeta: degeneración de las costumbres y del pensamiento
Ya no vendrá ningún profeta más porque Muḥammad – sobre él la plegaria y la paz – es el último. Queda pues remitirse a sus palabras cuando expresó cuánto le gustaría vivir en una época en la que un hombre de su comunidad extendería la Justicia en una tierra bajo el imperio de la injusticia.
Este personaje es seguramente quien dará un nuevo soplo a la religión. Con él, la Religión surgirá de sus cenizas y él guiará a los musulmanes y al mundo en el Islâm revelado al Santo Profeta – sobre él la plegaria y la paz -.