Ramadan mubarak
En el Nombre de Allâh – el Todo Misericordioso – el que Extiende Su Misericordia
Y la plegaria y la paz sean sobre Muḥammad, así como sobre su familia y compañeros y todos los que siguen la vía recta, iluminada con las más raras piedras preciosas del Conocimiento, del Bien y del Amor.
Hermanos/as :
Estamos ante un nuevo Ramadán, ante una nueva oportunidad de acercarnos al Eterno, ante un mes bendito del que no podemos salir tal y como entramos en él.
Allâh abre las puertas de la Misericordia, no para invitarnos a una exposición, sino para que entremos por ellas postrados a fin de aprovechar las maravillas que se encuentran al otro lado.
El Ramadán es una prueba de Allâh a fin de separar el bien del mal y de mostrar quienes se alinean con el uno o con el otro. Esto lo estamos viendo todos los años constatando el abuso de algunos que anuncian el principio del mes cuando no corresponde. Con esto Allâh nos muestra que hay quienes Le siguen a Él y hay quienes siguen sus propias pasiones.
Dejando esto aparte, lo cual hemos tratado suficientemente, precisemos que el Ramadán es un mes que nos debe entrar en el corazón, un mes en el que debemos reconocernos y saber en qué posición nos encontramos, cuáles son nuestras verdaderas metas en la vida y en la religión. Debemos clarificar nuestras posiciones con respecto a la Revelación que recibimos a través de Muḥammad – sobre él la plegaria y la paz – y reconocer en qué estado nos encontramos con respecto a lo que nos ha sido transmitido.
De la misma manera debemos hacer entrar en nuestros corazones una gran confianza en nuestro Señor, pues El, ve lo que hacemos, pensamos y queremos, y reacciona ante nosotros mejor de como una madre cuida de sus hijos recién nacidos.
Teniendo en cuenta la presencia Divina, confiados en la Bondad del Creador no nos queda otra cosa que ponernos en Sus Manos con la confianza plena que es El quien nos da de comer y de beber y el que nos va a sostener durante el ayuno.
Muchos dicen, en función de un hadiz, que los diablos están encadenados durante este mes. Claro que, el nafs, el alma egoísta no lo está y ellas pueden hacer estragos durante este mes.
Otros dicen que debemos evitar las discusiones, tal y como nos dicen otros hadices al respecto, y es cierto. Ahora bien, debemos primeramente determinar qué es una discusión antes de emitir un juicio, ya que la lucha por defender la religión, ya sea contra aquellos que la atacan desde fuera o desde adentro está asimsimo prescrita durante este mes, pues, no hay que olvidar que la batalla de Badr se celebró durante el mes del Ramadán. La Verdad no puede tomarse unas vacaciones.
¿Qué podemos entonces esperar del Ramadán que sea perceptible dentro de nosotros mismos? Primeramente, hay que decir, que en este mes se nos aclara la mente, la cual se activa más allá de las percepciones comunes a las que accede durante el año. Seguidamente, el corazón se tranquiliza y se sobrecoge ante la conciencia de que está siendo bendecido de una manera que él todavía no comprende.
Sentimos una beatitud durante este mes que nos sobrepasa, y esto es el signo inequívoco de que estamos recibiendo las gracias de Allâh. Cuando el cuerpo se debilita de alguna manera, el espíritu se activa. Se trata de una relación que casi siempre funciona en el mismo sentido.
Es asimismo, o debe ser, el mes de la Umma. Ahora bien, estando la Umma como está, tan dividida, no puede ser real lo que queda solamente como un principio utópico que algunos se dan buena pena para dificultar. Esta carencia la podemos suplir siendo caritativos y comprensivos y tratando a los demás, si cabe, con mayor delicadeza y bondad.
Y es así que, como hemos dicho al principio, nos encontramos ante una gran oportunidad de aprovechar las gracias dispensadas por Allâh, habida cuenta de que El es solícito, más si cabe, cuando Su servidor se encuentra en la penuria o en la dificultad.
Desde aquí, desde nuestra comunidad islámica Abu Madyam Tariqa Alawiyya Gawziyya os deseamos un bendito Ramadán y que Allâh acepte nuestro ayuno.