Rajab – Chaaban – Ramadán – ¿Y el resto del tiempo?

Abdul Karim Mullor

Rajab – Chaaban – Ramadán – ¿Y el resto del tiempo?

Se habla mucho de « prepararse para Ramadán”. Ya dijimos con anterioridad que eso nos parece muy bien, y que el solo hecho de proponérselo es ya una buena iniciativa. Ahora bien, me pregunto por qué deberse preparar para algo que consideramos mejor dejando pasar momentos o fechas que pudieran ser más interesantes y definitivas que aquellas para las que nos estamos “acicalando”.

Supongamos que para quebrar una gran roca hagan falta 100 golpes. Aunque es cierto que ella no se quebrará hasta que demos el número cien, también lo es que sin los 99 precedentes hubiera quedado incólume sin quebrarse.

Es así con las fechas consagradas, es decir: en ellas se solucionan los asuntos y se resuelven los problemas. Y ello es así porque precedentemente se ha trabajado, sufrido y suplicado a Allâh para ello.

Todos los días, todos los meses, pues, son importantes. Vivir para el futuro es un error, ya que las oportunidades ocurren en el presente, y pasarán de largo si ellas nos encuentran programando el futuro anhelado.

A mi entender no es un acierto “prepararse para Ramadán”. Todos los meses han de ser aprovechados. Y hay que tener en cuenta de que si utilizamos Raŷab y Šaaban para prepararnos es justo decir que en los otros meses no lo habíamos hecho. Es decir, nos esforzamos tres meses y dormitamos nueve. Esta no es la actitud correcta, aunque siempre sea mejor que no hacer nada.

Por otra parte, esperar que las cosas grandes acontezcan solamente en las fechas señaladas, por con muy buena intención que pudiera hacerse, es una falta de conocimiento. De Allâh son todos los días, y para El no hay cadenas que le obliguen, ni ataduras para hacer cuanto Él quiera, cuando El lo desee.

Yo diría que las fechas sagradas son ante todo un recuerdo para la que la inmensa mayoría sepa que el tiempo se encuentra consagrado a Allâh. Pero todo el tiempo es sagrado; cada minuto, cada hora, cada día, cada mes, cada semana. Con ello no queremos decir que en esas fechas no haya una Baraka especial, que la hay y es constatable. Lo que queremos decir es que cuando uno es consciente de que el Tiempo le pertenece a El – exaltado sea – todos los días son fiesta, todos los días son viernes, todos los días son La noche del Decreto. Es decir, todos los días son óptimos para encontrarse con Allâh, para hacer el Bien, para ser mejores, misericordiosos y limpios de mente y corazón.

Por eso yo nunca me preparo para Ramadán, sino que manteniendo siempre la misma sana intención me veo llevado a él como aquel cuya montura le lleva al destino, sintiendo la cercanía de lo sagrado, teniendo en cuenta consagrarme a Allâh todos los días de mi vida.

Ningún día del año dejamos de pertenecerle; somos de El, somos para El.

¿Cómo poder pensar en fiesta o fecha alguna si toda nuestra vida es una fecha y una fiesta cuando Le amamos, Le adoramos y Le glorificamos? Todos los días son santos, todos absolutamente.

Quien nada siente como suyo sabe que todo es de Él. No con una sabiduría libresca o retórica, sino con un sentimiento sublime del corazón; de un corazón que sabe que, una vez inundado, sabe Quién es su Dueño por experiencia directa.

Ni el gozo de una fiesta, ni la expectativa por una fecha puede sobrecoger tanto como la experiencia de haber rendido el alma a Aquel que siempre fue su Dueño en pleno derecho.

No buscamos la Kaaba, sino al Dueño de la Kaaba. No buscamos el Paraíso, sino al Señor del Paraíso. Si Él nos quiere regalar algo se lo agradecemos humildemente, pero nuestro anhelo es conocerle y así glorificarle con sentido de causa.

Para nosotros todos los días son un milagro, todos los alientos son un regalo. Si sufrimos Le pedimos que nos de paciencia y apertura. Si gozamos Le damos gracias y le glorificamos. Somos simples espectadores de Su gran espectáculo, del despliegue de Su poder y de Su voluntad soberanos.

¿Cómo pensar entonces en Ramadán si El es nuestro Ramadán y más todos los días del año?

Nos ha llamado “amigos”. O al menos tendremos oportunidad de serlo si tenemos la Gracia de Allâh de pertenecer a ese grupo llamado “awliya” (amigos). Solamente tener oportunidad de serlo es ya un gozo inmenso; ¿cómo podrá ser entonces pertenecer a ese bello grupo? ¿Acaso los amigos de Allâh lo son solamente en el Ramadán y en los días señalados?

Y termino diciendo: “Sí, preparémonos para Ramadán; pero también para hoy y para mañana”.