¿Quiénes son los ángeles?
Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim
En el Nombre de Allah – el Todo Misericordioso – el que dispensa Su Misericordia
Mucho se ha escrito sobre los ángeles en el Islam. Sobre su naturaleza, sus actos, su misión, etc.
En realidad, nosotros mismos desde esta web escribimos un resumen de aquello cuanto se habla en el Libro de Allâh y en la Sunna del Profeta – sobre él la plegaria y la paz – en cuanto a ellos. Bien claro está que mucho se ha escrito y hablado del Ŷibril-sobre él la paz – que no es, ni nada más ni nada menos, que el jalifa de los ángeles; su Imâm y dirigente.
Redactar aquí todas las aleyas que hablan sobre este asunto, así como las centenas de hadices que les aluden sería interminable. No obstante, con el conocimiento obtenido de la lectura de los textos, así como contando con la experiencia de sabios que han profundizado en esta parcela de la Ciencia del Islam, podremos dar, sin duda, algunas precisiones al respecto.
Primeramente hemos de decir que la naturaleza de los ángeles es la luz, y que difieren de los genios (ŷunun) en que la naturaleza de estos últimos es el fuego y en que estos disponen de libre albedrío, mientras que los ángeles no. En realidad, el Corán ha sido hecho descender asimismo para los genios en función de ese libre albedrío que pueden ejercer para realizar el Bien o el mal, y ser juzgados, recompensados o condenados en función de esto.
Dice el Corán que los ángeles tienen alas.
Las alabanzas a Allah que dio comienzo a los cielos y a la tierra e hizo que hubiera ángeles mensajeros, con alas dobles, triples y cuádruples.
Él añade a la creación lo que quiere, es cierto que tiene poder sobre todas las cosas. (35-1)
El Profeta Muhammad – sobre él la plegaria y la paz perfecta – dijo: “Se me autorizó hablar sobre los ángeles de Allâh, en concreto uno de los portadores del Trono. La distancia desde el lóbulo de su oreja hasta sus hombros es de setecientos años de viaje”
Ahora bien, no vayamos a creer que sus alas son materiales tales como las de las aves. Esas alas representan en realidad su capacidad. Al ser de luz ellos no tienen una forma específica por la cual puedan ser reconocidos; no tienen necesidad de cuerpo ni de revestirse de forma material, aunque pueden hacerlo a fin de presentarse ante los humanos. Es entonces que pueden tomar la forma de un ser humano u otras que no podemos llegar a conocer en su totalidad. Esto último lo encontramos en la vida de los profetas, a quienes los ángeles se les han presentado en forma humana, tal y como lo podemos constatar en el caso de Yaˤqub, y en el de Muḥammad y sus compañeros cuando ˤŶibril – sobre él la paz – se les presentó en forma humana a fin de interrogar al Profeta sobre el Din del Islâm, en ese conocido hadiz relatado por sayyidinâ Umar – que Allâh esté satisfecho de él -.
Entre ellos hay un estatus, y grados; siendo el más elevado el de Gabriel (Ŷibril), sobre él la paz, al que algunos llaman Ruh al Quddus (Espíritu de santidad o Espíritu santo), aunque en realidad no se debe equiparar el Ruh (Espíritu) a Gabriel porque el Corán mismo indica que sobre el Espíritu se nos ha dado muy poca ciencia.
Le enseña alguien de gran poder y fortaleza. Que tomó su verdadera forma sobre el horizonte más alto (53- 5 a 7)
El Corán nos habla sobre su belleza, es decir, los ángeles son bellos pues ellos son de luz. Ahora bien, también es cierto que en los hadices que podemos leer sobre el momento de la muerte de los réprobos, los ángeles, quienes junto a Asra’il van a arrebatarle el alma, se presentan bajo una forma terrorífica, producto de las grandes faltas que ha ejecutado el moribundo durante su vida. A este tipo de personas, los ángeles le hacen sufrir lo indecible cuando le extraen el alma con el permiso de su Señor.
Dijeron: ¡Válganos Allah! Esto no es un ser humano sino un ángel noble[1] (12-31)
Uno de los seis pilares del Imân es creer en los ángeles; es más, se nos indica que debemos conocer al menos los nombres de diez de ellos, independientemente de que existan miles o millones en número, y que nazcan y se produzcan como quiera el Creador, ya que El – alabado sea – no tiene por qué dar cuentas a nadie.[2]
Unos llevan el Trono, y se dice que son los de estatus más elevado después de los cuatro principales, que son: Ŷibril, Mikail, Israfil y Asra’il. Otros acompañan a los humanos en sus vidas en todo momento; ya sea registrando sus acciones, protegiéndoles o participando en las funciones corporales propias de la persona; a este efecto se dice que ellos se encuentran en la sangre, en los músculos, e incluso que intervienen en la concepción de un nuevo ser.
Un hadiz existente en “La medicina del Profeta Muhammad” de Ŷalaluddin Suŷuti nos explica que en nuestro cuerpo hay un número de 360 ángeles que nos atienden en el cumplimiento de las funciones corporales y ayudan a que el cuerpo funcione correcta y equilibradamente.
Al Bayt al Mamur (La casa frecuentada) es una mezquita que se encuentra en el séptimo cielo, justo por encima de la Kaaba. Junto a ella se encuentra el profeta Ibrahim – sobre él la paz – quien junto a su esposa Sarah cuida de los niños fallecidos hasta que llegado el Ultimo Día se los devuelvan a sus padres para estar junto con ellos en el Paraíso. Setenta mil ángeles entran a diario a rezar en ese templo, siendo que ninguno de ellos retorna allí de nuevo. Tal es el número incontable de estas criaturas puras de Allâh.
Cada uno de los siete cielos tiene sus ángeles; no obstante, algunos pueden surcar los siete cielos en el cumplimiento de su misión.
Los del primer cielo apedrean a los demonios que se acercan a escuchar las órdenes de Allâh, y esto produce el fenómeno conocido de las estrellas fugaces. Los demonios escuchan mal las órdenes divinas y así se las transmiten a sus partidarios entre los humanos, que son los magos, los adivinos y los ocultistas.
Quisimos acceder al cielo pero lo encontramos lleno de una fuerte vigilancia y de estrellas fugaces. Solíamos tomar posiciones en él para escuchar, pero ahora quien intenta escuchar encuentra una estrella fugaz que lo persigue. (72 – 8 y 9)
No entran en las casas donde existen imágenes ni perros. De ahí la recomendación de no tener perros en el interior del recinto del hogar. Protegen las casas de los creyentes y las mezquitas. Registran nuestros actos, asisten a las asambleas del Recuerdo, allá donde el Nombre de Allah es mencionado.
Abu Hurayra transmite que el Mensajero de Allah – sobre él la plegaria y la paz – decía, “Allah el Todopoderoso tiene ángeles que viajan por las rutass y por los caminos buscando a la gente de dhikr. Cuando encuentran a gente que recuerda a Allah, el Poderoso y Majestuoso, se llaman unos a otros, ‘¡Ven a ver lo que ansías!’ y los envuelven con sus alas elevándolos hasta el primer cielo. Su Señor –que los conoce mejor- les pregunta, ‘¿Qué dicen Mis siervos?’ Los ángeles dicen, ‘Oh Allah, Te están glorificando, proclamando Tu grandeza, alabándote y magnificándote.’ Allah dice: ‘¿Me han visto?’ Los ángeles contestan, ‘No, por Dios, no Te han visto.’ Luego Allah pregunta, ‘¿Qué harían si Me hubieran visto? Los ángeles responden, ‘Si te hubieran visto, Te adorarían todavía más intensamente y Te magnificarían todavía más intensamente y Te glorificarían todavía más intensamente.’ Allah pregunta, ‘¿Qué Me piden?’ Los ángeles dicen, ‘Te piden por el Paraíso.’ Allah pregunta, ‘¿Lo han visto?’ Ellos contestan, ‘No, por Dios, no lo han visto.’ Allah continúa, ‘¿Qué harían si lo hubieran visto?’ Ellos dicen, ‘Si lo hubieran visto, lo anhelarían todavía con más fuerza y lo buscarían todavía con más asiduidad y tendrían un deseo aún mayor por él.’ Luego Allah les pregunta, ‘¿De qué buscan refugio?’ ‘Buscan refugio del Fuego del Infierno.’ Y Él dice, ‘¿Lo han visto?’ Él dice, ‘¿Qué harían si lo hubieran visto?’ Ellos responden, ‘Si lo hubieran visto, huirían más lejos de él todavía y tendrían todavía más miedo de él.’ Él dice, ‘Os doy testimonio de que los he perdonado.’ Uno de los ángeles dijo, ‘Entre ellos hay un fulano que no es uno de ellos, sólo vino a buscar algo que necesitaba.’ Allah dijo, ‘Esos son mis amados, los que hacen Mi Dhikr, cualquiera que entre en su círculo será perdonado, y Yo le perdonaré’.
Se puede ver a los ángeles en sueños, ya sea bajo forma de ave, o bajo forma humana; en este último caso lo común es verlos como criaturas asexuadas, es decir, sin ser hombres ni mujeres. Ahora bien, no todo el mundo puede verlos en las visiones nocturnas ya que para eso se precisa de una dosis mínima de pureza, de tal manera que no cualquiera puede llegar a verlos si su corazón es espeso. ˤAbdul Qadir Ŷilani dice en su “Secreto de los secretos” que la visión de los ángeles en los sueños es una característica de las almas puras.
Allah – alabado sea – nos ha protegido al no permitirnos ver la realidad que trasciende el mundo físico y mental. ¿Podríamos soportar observar con nuestros ojos las entidades que sostienen el sol y los pilares de los cielos, o moriríamos del impacto causado por una tal fuerza incontrolable? Lo dice el libro de Allah:
No os ha sido dada sino un poco de Ciencia.
No obstante, cuando el ser humano completa su ciclo y se convierte en la realidad última que Allah ha hecho de él, se transforma en el verdadero jalifa de Allah en la tierra, su alma purificada y aceptada (mutma’inna) por Allah. Es entonces que los ángeles se postran ante él en señal del reconocimiento de su superioridad sobre ellos. Los ángeles, aún hoy, se encuentran postrados ante el jalifa de Allah, que es el Ser Humano que ha trascendido su nafs y ha llegado al grado sublime que Allah ha concedido a Sus próximos por debajo de Sus profetas y enviados.
En cuanto a los diez ángeles de los que debemos conocer el nombre son:
Yibril, Mikail, Israfil, Asra’il, Munkar, Nakir, Ratib, Akid, Ridwan y Hazi-n-Nar.
Ŷibril
Es el mensajero, el que trae las revelaciones a todos los profetas, y trajo el Corán a Muhammad – sobre él la plegaria y la paz – , así como que con su ayuda nos fueron transmitidos los cinco pilares, los seis pilares de la fe y la división del Islam en: Islam, Iman e Ihsan.
Di: Quien sea enemigo de Yibril…Ha sido él quien, con permiso de Allah, lo ha traído hasta tu corazón, con la autorización de Allah, como una confirmación de lo que ya había y como guía y buena nueva para los creyentes. (2-98)
Mikail
Ayuda a distribuir alimento y a proporcionar la lluvia, siendo a veces asistente de Gabriel. En la batalla de Uhud se apareció al Profeta – sobre él la plegaria y la paz – en forma humana.
Israfil
Es el ángel que tocará la trompeta en el Ultimo Día.
El Profeta Muhammad – sobre él la plegaria y la paz – dijo: “Verdaderamente, el ángel de la Trompeta está constantemente esperando desde que esta obligación le fue impuesta y mira intensamente hacia el Trono temiendo que si aparta la vista, le sea dada la orden antes de que vuelva a mirar hacia él. Al mismo tiempo, sus ojos son como dos estrellas brillantes”. (Al Hakim)
Asrail
Es el ángel de la muerte. Toma las almas, tanto las de los afortunados como las de los desdichados. A los primeros se les aparece en el momento de forma amable y a los otros bajo una forma terrible. Él les muestra su lugar en la otra vida en el momento de la muerte; de tal manera que el moribundo conoce su destino antes de ser puesto en su tumba de forma definitiva.
Rakib y Atid
Uno a nuestra derecha y otro a nuestra izquierda son los encargados de recoger y escribir nuestras buenas y malas acciones respectivamente.
Munkar y Nakir
Son los dos ángeles que nos interrogarán en nuestras tumbas, después de haber sido visitados antes por otro ángel llamado Ruman.
Ridwan
Es el guardián del Paraíso
Hazi-n-Nar
Es el ángel que se encuentra en las puertas del Infierno, siendo Malik el nombre del ángel que se ocupa de los condenados.
“Di: “El ángel de la muerte, al cual habréis sido confiados, tomará vuestras almas y luego se os hará regresar a vuestro Señor.”
Es igual el que de vosotros habla en secreto o el que lo hace en público, así como el que se oculta en la noche o el que se mueve a la luz del día. Tiene ángeles guardianes que se van turnando delante y detrás de él guardándolo por el mandato de Allah. (13 – 11 y 12)
Cuando tenéis dos guardianes pendientes de vosotros, nobles escribas, que saben lo que hacéis. (82 – 10, 11 y 12)
El Mensajero de Allah – sobre él la plegaria y la paz – dijo: “Después de que el hombre sea enterrado, dos ángeles de ojos azules van hacia él. Uno de ellos es llamado Munkar y el otro Nakir”. (At Tirmidhi).
Y los que temieron a su Señor, serán conducidos al Jardín en grupos sucesivos y cuando lleguen a él se abrirán sus puertas y sus guardianes les dirán: «Paz con vosotros», fuisteis buenos, entrad en él para ser inmortales. (39-73)
Terminamos relatando un hecho que casi nadie sabe, relativo a lo que se pasa en la tumba inmediatamente después de ser enterrado.
Dice Abu Ḥamid Gazali (la prueba del Islam) en su “Revivificación de las ciencias de la religión” (Ylḥya ˤulumi-d-Dîn) que un hadiz indica como la primera criatura que se aparece al fallecido en la tumba es un ángel llamado “Román”. Este ángel le ordena escribir sus actos; a lo que el fallecido responde que no tiene lienzo ni tinta. Entonces Román le dice que corte un trozo de su lienzo mortuorio y escriba en él con su saliva. El fallecido escribe entonces absolutamente todos los actos que realizó en vida, al detalle, sin olvidar ninguno. Es después de esto que aparecen Munkir y Nakir para interrogarle.
Ellos ayudaron en Badr persiguiendo a los idólatras y combatiéndolos a su vez, ornados con un turbante con una especie de fleco colgante detrás que hoy los musulmanes utilizamos para rezar, habiendo como hay un hadiz que indica que el valor de la plegaria es doble si se reza con él.
[1] Dijeron las mujeres que se cortaron las manos observando a Yussuf.
[2] El Consenso de los sabios, que es la tercera fuente obligatoria de legislación, ha decidido que para creer efectivamente en los ángeles, ha de conocerse al menos un número de 10 de ellos. Aun así en los hadices podemos leer el nombre de bastante más.