Quien no tiene Misericordia no recibe misericordia

A-s-salamu ‘alaykum – La paz sobre vosotros

Es curioso que en el Islam tengamos un salat específico para cada cosa y no la  tengamos para combatir una epidemia. Tenemos un salat especial para pedir la lluvia; otro para pedir por los fallecidos; otro para los eclipses, pero no para las epidemias. En una ocasión, siendo Umar Ibn al Jattab – que Allah esté satisfecho de él – jalifa, y habiéndose declarado una peste en Madina, le vieron saliendo de la ciudad y le recriminaron huir del Decreto de Allah. Entonces, él, en una frase que se ha hecho célebre respondió a la acusación diciendo:

Huyo del Decreto de Allah al Decreto de Allah.

Ni toda la ciencia de la Teología, ni todo el saber de la Legislación islámica puede indicarnos y precisarnos cuál es la causa por la que estamos viviendo esta situación, y ello a pesar de que como todos sabemos, todo, absolutamente todo, viene de Allah. Si alguno llegáramos a conocer el motivo por el que estamos donde estamos, evidentemente ello sería por una inspiración que Allah haya puesto en su corazón, y no a otro, sino a él o a ellos en particular, si fueran varios.

En el Corán se nos pide reflexionar, se nos pide ser inteligentes y sagaces, pero se nos asegura al mismo tiempo que muy pocos lo son. En realidad, lo único que nos ha llegado de las tradiciones proféticas como noticia de qué manera proceder en una tal situación es que no entremos ni salgamos del lugar contaminado. Pero es que, en esta situación, todos los lugares lo están en mayor o menor medida.

Unos dirán que Allah está dando al mundo un signo de que vivimos rodeados e inmersos en la injusticia; otros dirán otras cosas; y puede que todos tengan una parte de razón. Ahora bien, el verdadero motivo, la verdadera finalidad de todo esto no es conocida; quedando el valor de conocimientos real del ser Humano en tan bajo lugar, incluso en una época como esta en la que hasta hace muy poco nos estábamos vanagloriando del nivel de adelantos científicos alcanzado. Ahora estamos viendo donde se encuentra nuestra verdadera sabiduría, hecha pedazos.

La sola recomendación que se nos ha dado a los musulmanes en el caso de una enfermedad es dar la limosna. Pero ¿de qué limosna estamos hablando si ni la mitad de los que están obligados dan la Zakat, que sí es obligatoria?

Pronto llegará Ashura, en dos semanas, el tiempo en el que los más afortunados deben obligatoriamente pagar más o menos el 2,5% de su patrimonio a los menos afortunados, a los necesitados. Como cada año, constataremos que muy pocos la pagan, o no pagan lo que deben. Si la limosna es mejor que sea secreta, la Zakat es mejor que se haga pública; que todo el mundo vea que pagas, lo que debes, y así des ejemplo para que todos hagan lo mismo.

Algunos no saben ni calcular lo que deben pagar, porque les da igual, o porque su dinero ha sido conseguido a través del Haram. Cuánta gente va a Meca con el dinero del Haram y después de disfrazarse con el Ihram comienzan a decir: Labbayka Allahumma Labbayk, como si quisieran engañar a Dios.

En Marruecos y otros países árabes algunos tienen por norma que los mendigos y pobres acudan a las puertas de sus casas el día de Ashura para que se les pague lo que considere el pagador. Haya calculado bien o mal, nadie lo sabe, porque no hay control ninguno; porque por lo que parece poco importa la situación del necesitado; pero esto se da en todo el Orbe. ¿No será esta una de las razones de la situación que estamos viviendo? Siendo injustos nosotros mismos no hacemos sino es repetir lo injusto que es el mundo, lo malos que son los gobernantes, sin mirarnos a nosotros mismos que somos la causa de todos nuestros males.

¿Acaso no es suficiente signo ver cómo se reza o cómo no se reza en las mezquitas actualmente? ¿No miramos como un signo el que Allah nos haya querido separar durante el rezo? ¿No es eso un signo de cómo está la Comunidad de Muhammad – sobre él la plegaria y la paz – cada uno por su lado, viviendo cada uno de nosotros nuestra vida egoísta y preocupándonos irónicamente de cómo poníamos los pies durante el rezo y si las filas estaban rectas?

Sí, la única cura contra las pandemias es dar la limosna, y si nosotros no damos ni tan siquiera la zakat obligatoria ¿cómo entonces vamos a dar de manera voluntaria?

El rico mira al pobre con desprecio, por encima del hombro, le trata poco más o menos como si fuera un estorbo, a veces incluso se le da un trato próximo al de un animal. Nos damos golpes en el pecho, pero el bolsillo lo cerramos bien para no dar. Decimos Allah, Allah y obramos como si no lo conociéramos.

“Este es un desviado, el otro hace bida’, este hadiz es daif, el otro inventado”. En todo el Islam español, y nos consta que en todo el mundo y en todos los idiomas, hay charlatanes ignorantes que están siempre con esta cantinela, calumniando a los musulmanes, a los que él llama hermanos, y trata como a…, mejor no decirlo. Hay ignorantes de una arrogancia tal que avergüenzan a los cielos y a la tierra. Gentes que ganan millones de engañar a otros, de obstruir la religión con sus inventos y sus mentiras. Nunca a esos les verás pagar el Zakat; mucho menos dar limosna; si dan es con ostentación sacando a relucir sus billetes y las mangas de sus vestidos.

¿No dice el profeta – sobre él la plegaria y la paz – :

Quien no tiene misericordia no recibe misericordia?

El honor algunos lo tienen en sus cuentas corrientes. Y mientras esto siga así, mientras los que hablen de religión sean los ignorantes, los petulantes y sus protegidos, seguiremos rezando separados, porque quizás eso retrate mejor el estado de la Comunidad Musulmana.