Psicología Islámica – La toma de decisiones

Abdul Karim Mullor

Psicología Islámica – La toma de decisiones

Primeramente quisiera dejar establecido que no considero que exista una ciencia a la que se la pueda llamar Psicología Islámica. Algunos buscan explotar un nicho de negocio inventando algo que no existe para poder engañar a incautos y llevarse una parte de su dinero, sin dar a cambio otra cosa que los inventos peregrinos de su imaginación envueltos en estuche de caoba.

Si he utilizado el término Psicología no es por otra razón que la de que se sepa bien a lo que nos estamos refiriendo. Si existe un estudio de la psique humana en alguna ciencia del Islâm no puede ser sino en la Ciencia de la educación del corazón, que se ha dado en llamar “Ciencia del Interior” o “Tasawwuf”. Es en ella que se estudia el alma y la psique humana contemplando todas las variables que se puedan presentar, en función del estado de cada individuo.

Si bien la Filosofía Islámica establece ciertos principios a nivel del estudio de la naturaleza estructural del Ser humano, es menester señalar que las aplicaciones prácticas pasan por pertenecer al dominio de la Ciencia del Interior.

Condiciones que han de darse para la toma de decisiones

La principal condición que ha de darse, es en toda evidencia saber tomarlas. Ahora bien, para llegar hasta allí es absolutamente necesario seguir un largo camino.

No podemos tomar una decisión adecuada si nos falta conocimiento. Algunos hablan de que se ha de tener “libertad de pensamiento”. Yo creo que los que así lo llaman no saben lo que es la libertad, y mucho menos lo que es el pensamiento. ¿Cómo poder tener libertad de pensamiento sino conocemos los temas sobre los cuáles se la puede aplicar? El Pensamiento como tal, puede encontrarse mal informado por la ausencia de la ciencia necesaria, y por lo tanto nunca podrá llegar a catalogarse como libre. En este caso de ignorancia, a lo que ellos llaman “libertad”, no es otra cosa que el capricho y el vaivén de su propia alma. Mil almas diferentes, mil diferentes caprichos.

Nunca el pensamiento puede ser libre sino se encuentra asentado en una verdad incuestionable. No estamos hablando de lo que uno considere como verdad, sino de lo que es tal por derecho propio. Incluso en el caso de que el Pensamiento se encuentre asentado en la Verdad tampoco puede ser libre; ya que no puede conceptuar otra cosa que lo que ya ha llegado a conocer como certero.

Es así entonces que para poder tomar una decisión sabia y que se precie sobre un asunto importante hay que estar impregnado de Conocimiento, tanto por fuera como por dentro. Por fuera, ya que debemos atender a las condiciones externas que hacen posible la viabilidad de nuestra decisión. Por dentro, porque habremos de saber si somos capaces o no de realizar lo que hemos decidido, suponiendo que ello sea acertado.

En consecuencia, en el dominio de la religión no se deben tomar decisiones sin conocimiento. Por eso debemos evitar ser dirigidos por otros sin saber si lo que nos indican es la verdad y la mentira. El musulmán no tiene derecho en delegar en otros sus decisiones, ya que estas pertenecen a su responsabilidad ante Allâh.

Todos sabemos que en el Día Ultimo nadie responderá por nadie. Todos aquellos que siguieron a otros por simple “imitación” y sin conocimiento de causa, ese día se verán enrojecidos los rostros de vergüenza propia.

La veleidad y la imitación

Es veleidad, es triste, es vergonzante contemplar cómo algunos predicadores del “Islam” se presentan ante el público como si fueran estrellas del Cine o del Rock and Roll. Grandes fotos; decorados de colores, con pancartas, para dar realce a un personaje que no representa sino unos inconfesables y vergonzosos intereses.

Es humillante para los musulmanes seguir a estos personajes, dejarse llevar por esta clase de reclamos, y alabar al ínclito como si se tratara de un futbolista famoso o un político en propaganda electoral, al que hay que votar porque sonríe bien y nos encandila con cuatro eslóganes publicitarios.

Psicológica e islámicamente ese comportamiento es inaceptable. Se encuentra catalogado en lo que podemos tachar de infantil y descuidado. Se encuentra en las antípodas de la Fe.

¿Qué dirán aquellos que se dejaron llevar y delegaron sus actos y decisiones en esta clase de individuos el Día en el que se les pregunte sobre lo que no era otra cosa que su responsabilidad?

Un interior bien formado para tomar decisiones sabias

 ¿Podemos tomar buenas y sabias decisiones si nuestro interior no sabe qué debe hacer; no sabe a qué atenerse? La pregunta tiene una respuesta simple.