Prolegómenos a la ciencia del hadiz

Preliminares de las ciencias del hadiz

En el Nombre de Allâh – el Todo Misericordioso, el Que Manifiesta Su Misericordia. Y la Plegaria (salat) y la Paz (salam) sobre la corona de los Enviados y Sello de los Profetas, nuestro señor Muhammad, así como sobre su familia purificada y nobles compañeros.

La Sunna y el hadiz forman parte de la Revelación

Unas palabras de nuestra madre ‘Aˤiša, – que Allâh esté satisfecho de ella – testifican que el Profeta Muḥammad, – sobre él la plegaria y la paz – su esposo y maestro, era el Corán viviente.

Este testimonio fundamenta el carácter e importancia de la vida y actos del Profeta, los cuales forman parte con todo derecho de la Revelación Divina.

En efecto, de poco serviría atender a los mandatos y prohibiciones del Corán si no supiéramos cómo hacerlo. Allâh nos indica globalmente en el Corán cuáles son Sus mandatos y prohibiciones, pero no especifica en detalle de qué manera concreta ponerlos en práctica, al menos en la gran mayoría de las ocasiones.

La función profética es pues, desgranar los mandatos divinos, traduciéndolos a hechos concretos, a fin de que los creyentes puedan cumplirlos a la perfección, de una sola manera, para, de esta forma, crear esa base necesaria tendente a fortalecer la unidad entre los musulmanes.

Gracias a la Profecía de Muḥammad – sobre él la plegaria y la paz – y a la autoridad de la que Allâh le ha provisto, sabemos cómo rezar, cómo realizar correctamente las abluciones, cómo pagar la Zakat, cómo realizar el peregrinaje; valga esto por citar los asuntos más relevantes en cuanto a las obligaciones de todo musulmán se refiere.

Y no únicamente lo anteriormente expresado, sino que Allâh nos ha mostrado a través del comportamiento de Su Profeta – sobre él la plegaria y la paz –cómo dirigirnos a Él,cómo adornar nuestro interior y personalidad mediante la adquisición de un bello carácter. Asimismo sabemos por la Sunna cuáles son las súplicas aceptadas por Allâh y de qué manera hemos de solicitarle Sus Favores. Conocemos, gracias a Muḥammad – sobre él la plegaria y la paz –, cuáles son los actos voluntarios para acercarnos a Allâh y asimismo cuál es el lugar del ser humano con respecto a la Creación, a la familia, a los amigos y compañeros; cómo debemos comportarnos frente a los enemigos; etc. Podríamos seguir así de manera casi indefinida, ya que el total de asuntos a los que se refiere la Sunna del Profeta – sobre él la plegaria y la paz – son, ni más ni menos, todos aquellos susceptibles de presentarse en nuestra vida y en la de aquellos a quienes conocemos, e incluso en la de aquellos a quienes nunca encontramos, ni de en la de quienes jamás oímos hablar.

Es así que Allâh en Su Libro nos ordena en diferentes ocasiones obedecer al Enviado – sobre él la plegaria y la paz – convirtiendo de esta manera la Sunna en una parte de Su Revelación – exaltado sea por encima de lo que le atribuyen-.

Di; Si amáis a Allâh seguidme, que Allâh os amará y perdonará vuestras faltas. Allâh es Perdonador y Compasivo” (3-31)

Di: Obedeced a Allâh y al Mensajero pero si os apartáis… Ciertamente Allâh no ama a los que reniegan” (3-32)

“¡Vosotros que creéis! Obedeced a Allâh, obedeced al Mensajero y a aquellos de vosotros que tengan autoridad. Y si disputáis sobre algo, remitidlo a Allâh y al Mensajero, si creéis en Allâh y en el Ultimo Día” (4-58)

Quien obedece al Mensajero está obedeciendo a Allâh. Y quien le da la espalda…No te hemos enviado a ellos para que seas su guardián” (4-79)

“¡Vosotros que creéis! Obedeced a Allâh y a Su Mensajero y, puesto que podéis oír no os desatendáis de él”(8-20)

Lo que dicen los creyentes cuando se les llama a Allâh y a Su Mensajero para que juzgue entre ellos es: “oímos y obedecemos”. Y ellos son los que cosechan el éxito” (24-49)

Di: Obedeced a Allâh y obedeced al Mensajero. Pero si os apartáis, a él sólo se le pedirán cuentas sobre aquello que le ha sido encomendado, así como a vosotros se os pedirán sobre lo que os he encomendado. Y si le obedecéis seréis guiados. Al Mensajero no le corresponde sino transmitir con claridad” (24-52)

Y estableced el salat, entregad el zakat y obedeced al Mensajero para que os pueda dar misericordia” (24-54)

No corresponde a ningún creyente ni a ninguna creyente elegir cuando Allâh y Su Mensajero han decidido algún asunto. Quien desobedezca a Allâh y a Su Mensajero, se habrá extraviado de una forma indudable” (33-36)

Los que se han negado a creer; se han extraviado del camino de Allâh y se han opuesto al Mensajero después de haberles aclarado la guía; no perjudicarán a Allâh en nada. Y El hará inútiles sus obras” (47-33)

Ahora bien, el mismo Enviado – sobre él la plegaria y la paz – nos desgrana las condiciones de esta obediencia y apacigua, por así decirlo, la contundencia relativa a este mandato Divino dividiéndola en dos: aquella Sunna la cual es de obligado cumplimiento y aquella que es mejor realizar pero que en el caso de no cumplirla no se incurre en falta alguna.

A este respecto el Enviado de Allâh – sobre él la plegaria y la paz – dijo:

La Sunna tiene dos ramas: una sunna que es considerada como una prescripción y otra que no lo es. La primera encuentra sus raíces en el Qur’an (el libro de Allâh –exaltado-); tomarla será una guía y desatenderla será un extravío. En cuanto a la segunda que no tiene sus raíces en el libro de Allâh – exaltado-, seguirla es una parte de la virtud, y desatenderla no constituye una falta. (Recopilado por A-t-Tabarani)

Sunna obligatoria y recomendable

En efecto, como consecuencia de este hadiz debemos comprender dos cosas:

Primeramente, hemos de comprender que ningún aspecto de la Sunna queda fuera del ámbito de la palabra de Allâh. Si el Profeta – sobre él la plegaria y la paz – la ha dividido en dos es porque Allâh nos ha impuesto una serie de obligaciones en Su Libro Sagrado y, por otra parte, nos ha sugerido en él un camino de perfección, el cual ha de seguir todo aquel quien desee acercarse al Señor de los mundos tanto como pueda o como Allâh decida.

Es en virtud de esto que hay que comprender la división entre la Sunna obligatoria y la Sunna recomendable.

La Sunna obligatoria recoge pues todos aquellos aspectos que se refieren al cumplimiento de los Cinco Pilares del Islam y los seis Pilares del Imân, así como todo mandato o prohibición Divina expresada en el Qur’an.

En cuanto a la Sunna recomendable es aquella cuyo cumplimiento nos hace mejores, más íntegros, más puros y más cercanos a nuestro Señor y Creador.

Recopilación de la Sunna

Habida cuenta de que el conocimiento de la Sunna del Profeta – sobre él la plegaria y la paz – es vital para el cumplimiento de las prescripciones del Corán, se necesitaba recopilarla e inmortalizarla de tal manera que todos los musulmanes tuvieran acceso a ella.

De esta manera, antes de que se perdiera el recuerdo de las palabras y hechos del Profeta – sobre él la plegaria y la paz –, el Chayj Muḥammad Ibn Ismaˤil al-Bujari (810-870) se dedicó a recopilar la mayor parte de hadices que pudo, estableciendo para ello un filtro, el cual era como una barrera inaccesible a fin de impedir que se inmiscuyeran errores los cuales pudieran poner en duda la veracidad y autenticidad de lo recopilado.

La labor del Chayj Bujari fue continuada por su discípulo el Imâm Abu-l-Ḥussayn  Muslim A-n-Nisabury, quien recopiló otra extensa colección, reputada por ser la segunda en categoría de todas las existentes.

Hay que remarcar el resto de las colecciones de hadices de las que ya hablaremos con detalle en siguientes escritos:

A-t-Tirmidî; Ibn Maŷah; Malik Ibn Anâs; Abû Dawd ; Bayhaqi ; Mardawiš, Ibn Hanbal, Abu Hanifa, Nawawi, Ŷalaluddin Suŷuti.

Debemos hacer justicia a una figura posterior, la de Ali Ibn Abdi-l-Malik al Hindi (fallecido en 1597) quien recopiló en su obra Kanz al Ummal más de 40.000 hadices procedentes de todas las colecciones. Dicha obra se encuentra disponible únicamente en árabe y aún no ha sido traducida a las lenguas occidentales, excepto al inglés. Debemos considerar este libro de hadices como el sello del esfuerzo en la recopilación de las palabras y hechos proféticos.

Ahora bien, habremos de saber que, al igual como ocurre en el caso de la Revelación de las aleyas coránicas, la Sunna, los actos del Profeta – sobre él la plegaria y la paz – se encontraban sujetos en gran parte de las ocasiones a las condiciones históricas en la que se sucedieron los acontecimientos que se desarrollaron en su tiempo. Muchos actos y dichos del Enviado de Allâh – sobre él la plegaria y la paz – se produjeron en respuesta a preguntas, o como explicación y posicionamiento personal frente a ciertos acontecimientos acaecidos durante su estancia en la tierra.

Es por este motivo que los hadices no solamente debían ser recopilados con la mayor veracidad y escrupulosidad posible, sino que necesitaban de una explicación a fin de ser comprendidos tal y como se debe.

De esto último se apercibió el ‘alim egipcio Ibn Hayyar al Asqalani, quien en su obra Fathu-l-Bari realizó una magnífica exégesis de la mayor recopilación de hadices: el Sahih al Bujari.

Las manipulaciones del hadiz

Los enemigos del Islam se han apercibido del lugar central y fundamental que ocupa la Sunna en el Islam. Han estudiado las estructuras externas islámicas a fondo y saben que sin la ayuda de la Sunna es imposible comprender y analizar el Libro de Allâh.

Es así que, habida cuenta que el Corán no puede ser adulterado, ya que hay miles de musulmanes que lo conocen de memoria, han intentado minar el Islam, y lo intentan contaminando la Sunna.

Algunos han intentado reclasificar de nuevo los hadices, llegando en esta empresa a declarar falsos hadices verdaderos y a inventar nuevos hadices, cuando no a recomponer hadices verídicos con añadidos de otros diferentes. No obstante, la ciencia de la clasificación había sido finalizada hace cinco siglos con Al Hindi y no existía razón válida alguna para revisarla desde el punto de vista de la Doctrina del Islam.

Otros simplemente argumentan lo siguiente: “La ciencia del hadiz es un esfuerzo humano el cual está y debe estar sujeto a fallos, y es por eso que hay hadices los cuales contradicen el Libro de Allâh y no pueden ser verídicos”. Esta última afirmación es incluso un atentado contra el Libro de Allâh, al cual “dicen” defender los que así argumentan. Sin embargo es precisamente el Libro de Allâh lo que se convierte en el principal testimonio a favor de la exactitud de la Ciencia del hadiz. Ya hemos citado los numerosos versículos en los cuales Allâh nos ordena seguir al Profeta – sobre él la plegaria y la paz – cosa esta que no podría ser realizada si la Ciencia del hadiz no fuera lo exacta que demanda el hecho de formar parte de la Revelación.

Cuando hemos pedido que nos citen un solo hadiz que contradiga el Libro de Allâh nadie se ha atrevido a hacerlo aún.

En esta línea de comportamiento pudimos observar unas palabras de Adnan Ibrâhîm, uno de aquellos quienes apoyan la tesis de la inexactitud de la recopilación de hadices, intentando demostrar que un hadiz contradecía el Corán y a la vez otros hadices. En su propio discurso se contradijo a sí mismo demostrando que no conoce, o que voluntariamente omitió ciertos hadices para argumentar tal cosa. El hecho concreto consiste en haber expresado que según un hadiz recopilado en el Sahih Muslim alguien preguntó al Profeta – sobre él la plegaria y la paz – sobre cuándo sería la Hora; la persona en cuestión se encontraba acompañada de su hijo menor. Entonces el Enviado de Allâh respondió – sobre él la plegaria y la paz –: “La Hora llegará antes de que tu hijo llegue a encanecer”.

Adnan Ibrâhîm ha cometido un error imperdonable al decir que este hadiz no es verídico; y ese error consiste en no citar el otro hadiz en el cual el profeta – sobre él la plegaria y la paz – dijo: “La Hora para vosotros es el día de vuestra muerte”. Esto demuestra que ambos hadices son perfectamente conciliables, habida cuenta de que en la Otra Vida las condiciones espacio-tiempo dejan de existir para dar paso a una realidad inaprensible a la ciencia y la razón humanas.

Aún nos preguntamos si este hombre actuó de mala fe obviando un hadiz que conocía o pecó de presumido al asegurar la invalidez de un hadiz sin conocer los otros que tratan sobre el mismo asunto. Asimismo, desconocemos si le mueven determinados fines o trabaja para determinada organización. Sea cual fuere, sus afirmaciones constituyen un error imperdonable para alguien quien pretenda enseñar a los demás.

Conclusiones

Dicho todo esto, terminamos este preliminar diciendo que a partir de este momento nos sumergiremos en la explicación, tan detallada como nos sea posible, de la Ciencia del Hadiz. Daremos a conocer a los recopiladores, explicaremos sus técnicas; haremos una historia de la citada ciencia hasta su compilación. Posteriormente, explicaremos esas clasificaciones de las cuales algunos sacan partido a su conveniencia, clasificaciones que van desde el hadiz Sahih hasta el da’if (débil), hadiz este que no deja de ser verídico en todo caso, se quiera o no se quiera.

Resumiendo; explicaremos la ciencia del hadiz en detalle para que todo aquel quien lea nuestras publicaciones sea capaz de encontrar una referencia suficiente al respecto.

Quiera Allâh mantener y hacer revivir la Sunna del profeta Muhammad – sobre él la plegaria y la paz – que tanto bien hizo, hace y hará a los musulmanes de todos los rincones del Orbe.

Abdul Karim Mullor