Murid a tí la victoria – Chayj al Alawi
A-s-salamu alaykum – La paz sobre vosotros
El šayj Ahmad Alawi – que Allâh esté satisfecho de él – ha sido el hombre del siglo al que el Profeta – sobre él la plegaria y la paz – alude en un hadiz diciendo que Allâh enviaría cada cien años alguien de la Umma para renovar la religión. Efectivamente, en vida contó con casi un millón discípulos repartidos por todo el Orbe musulmán. Desde Marruecos hasta Indonesia, pasando por el Oriente Medio e incluso en la misma Europa.
El abuelo de mi esposa, Sidi Šwayb Mimun fue un šayj nombrado por él en la zona del Rif marroquí.
Nosotros hemos seguido su Tariqa y la hemos renovado añadiéndole Gawziya en honor a Abu Madiam de Cantillana, así como por certezas que nos han llegado por diferentes canales.
Los más grandes šuyuj de la Umma de todos los tiempos han escrito un Diwan de poesías místicas, pues las verdades que se expresan, son más factibles de hacer por medio de este lenguaje alegórico que a través de la simple prosa.
En este poema el šayj no habla de cualquiera del millón de discípulos que tuvo, sino de aquellos en quienes se manifestó la Presencia divina que no son siempre sino un pequeño número. A ellos, les dice, que es la Victoria ya que se han extinguido en la Presencia divina, de tal manera que no consideran otro que El, Allâh, el Amado.
A estos les llama en otra qasida “los reyes de la tierra”; ya que ellos pertenecen a ese grupo de al menos 40 a los que el Profeta – sobre él la plegaria y la paz – menciona en otro hadiz de la misma colección (Ŷami’a-s-sagir) de Ŷalaluddin Suŷuti, que tendrían el corazón como el de sayyidina Ibrâhîm – sobre él la paz – diciendo además que por deferencia a ellos, Allâh traería la lluvia y el sustento.
Ellos son como aquellos a quienes menciona el hadiz qudsi diciendo que Allâh es la lengua por la cual ellos hablan, la mano por la que toman, el pie por el que andan y los ojos por los que ellos ven. Tal es el grado de aniquilación de sus personas en la Presencia divina.
Discípulo, a ti la victoria
Apresúrate hacia la presencia del Amado
Si deseas aniquilarte en El
No escuches a otro que a El
Haz que tu corazón sea presente ante Su Nombre
Visualízale y comprende su secreto
No orientes tu rostro sino al Suyo
Para que así te emociones de ardiente deseo
Si alguien te pregunta de qué estás hablando
Declara abiertamente, hablo de El, de Allâh
Estoy aniquilado en El, por El
El me ve así como yo le veo a El
No me dedico sino a El, y no hago de ello un misterio
Nunca le olvida mi corazón
A veces El me extingue en El
Y a través de mí El se manifiesta en todo su esplendor
El, El, mi deso está en El
Toda mi palabra es Su esplendor
Mi Amado, Mi Amado, yo le disimulo
Pues temo que cuando me encuentre con El
Abdul Karim Mullor, para Esislam – Islam en español