Los errores del chiismo

En el Nombre de Allâh – el Todo Misericordioso – el que Manifiesta Su Misericordia.

En nuestra serie sobre les técnicas de radicalización de la doctrina islámica no hicimos mención del Chi’ismo ya que esa doctrina, no fue originada por contacto directo con la Masonería o con sus clientes árabes, sino que antes bien, según fuentes ismailitas, fue fundada por el  nieto de Ŷaˤfar Sadiq, Ismaˤil, según pudimos leer en una publicación sobre la doctrina ismaili que nos regaló un antiguo colega de trabajo. Y, aunque algunos discrepen sobre el repunte histórico que significó el comienzo de dicha doctrina, si podemos decir desde aquí que no fue iniciada en absoluto por Ŷaˤfar Sadiq como algunos hubieran pretendido. Ya Abdu-l-Lah Ibn Zubayr defendía Makka del diablo Yussuf al Hayyayy y el califa Omeya Abdul Malik Ibn Maruan, en la época de Ya’far Sa’diq, con quien guardaba excelentes relaciones, así como su madre Asma, hija de Abu Bakr, que a la sazón habitaba en Makka.

Ahora bien, no es en la historia en lo cual vamos a incidir a fin de desvelar este sujeto; ya que, las historias de unos y de otros representan diferentes e irreconciliables versiones, dependiendo, en varias ocasiones, de aquello lo cual interese resaltar al autor. No vamos a entrar, eso lo digo de antemano, en ese tipo de disquisiciones que no llevan a ninguna parte. En absoluto; pero sí vamos a demostrar que la gran mayoría de las doctrinas ši’as es desmentida de una manera u otra, ya sea por el Libro de Allâh, como por la Sunna de nuestro Profeta – sobre él la plegaria y la paz -.

Ni vamos a pecar de ingenuos, y caer en la trampa de poder ser contradichos con razones como la de que no todos los ši’as piensan igual; vaya usted a saber lo que se cocina en cada casa. Por eso, vamos a concentrarnos única y exclusivamente en todo aquello que diferencia al ši’ismo de la doctrina auténtica que la Umma Islámica ha seguido desde su nacimiento a través de los siglos, diferencias sin las cuales dicha doctrina no tendría razón de existir. No vamos a incidir, de ninguna de las maneras, en las diferencias que ellos “dicen” existir entre ellos mismos, las cuales, en la más optimista de las suposiciones, aunque tuviera algo de verdad, lo cual dudamos, no nos impedirá expresar todos los puntos que son comunes a todos los ši’as, siguiendo, como lo acabamos de expresar, sus propias afirmaciones. ¿ No es acaso su taqiya (fingimiento de la verdad) uno de los pilares de su comportamiento, siendo que al igual que los judíos cosideran gentiles a los no judíos, ellos consideran lícito mentir a los musulmanes no chias?

EL DERECHO AL CALIFATO

Algunos, haciéndose pasar por inocentes, no entendemos muy bien por qué, dicen que no insultan ni a Abu Bakr, ni a Umar, ni a Uzman; pero, como dice un dicho árabe bien conocido: «la lata, aunque vacía conserva el olor a las sardinas».

Efectivamente, algunos no les llaman tales, hijos de tales, pero si les insultan con el peor de los agravios, diciendo que usurparon el califato a ˤAli – que Allâh ennoblezca su rostro -; y decir esto, es tratarles de “traidores”, o en el mejor de los casos de “ineptos” o “ignorantes”, y ello constituye aún un peor insulto aún que llamarles esto o lo otro.

Claro, ellos, los imames ši’as son más sabios que Abu Bakr y Umar y han venido para hacernos partícipes de su inmensa sabiduría, extraída de lo más granado de sus elucubraciones mentales y la enfermedad de sus corazones. Toda una alfombra persa, tejida a mano cuidadosamente, a fin de representar el motivo buscado. Kisra ha vuelto.

Pero este agravio a estos tres grandes hombres del Islâm, no se queda ahí, sino que agraviándolos se menosprecia al Profeta de una forma exenta de todo respeto; no digamos ya a la veneración que merece nuestro Santo profeta Muhammad, corona de la Humanidad.

¿Y cómo se menosprecia al Profeta? Pues simplemente haciéndole pasar por ignorante, pues él formó familia con los tres, casándose con la hija del primero, con la hija del segundo y dando dos de sus hijas en matrimonio al tercero.

¿Cómo es posible que un profeta, quien nos pormenorizó al detalle lo que habría de ocurrir en los últimos tiempos, no se diera cuenta de con quién compartía su vida? ¿Cómo es posible, habida cuenta, de que estos tres compañeros, le ayudaron enormemente a extender su Mensaje, formando parte de ese Mensaje por derecho propio, como auxiliares y transmisores?

¿Quién puede tragar semejantes propósitos sin perder el respeto al Profeta, a su familia e incluso al mismo ˤAli, quien llegó a poner a sus hijos los nombres de esos compañeros? ¿Un ˤAli, cuyos hijos Hassan y Hussayn (príncipes de los jóvenes en el paraíso) arriesgaron sus vidas para defender a Uzman e intentar que no fuera asesinado?

Dicen amar a la familia del profeta. Pero que sepamos el amor no se expresa con falsedades ni con inventos.

Rasulu-l-Lâh – sobre él la plegaria y la paz – dijo en un hadiz que las cosas que él más amaba eran la plegaria, las mujeres y los perfumes, y dijo que el colirio de sus ojos era el salat. El gesto del Profeta – sobre él la plegaria y la paz – encargando a Abu Bakr a dirigir el salat es inequívoco al respecto

Hudayfa – que Allâh esté satisfecho de él – ha transmitido que el Mensajero de Allâh – sobre él la plegaria y la paz – ha dicho:

“Tomad ejemplo de aquellos que vendrán después de mí: Abu Bakr y Umar” Recopilado por Tirmidi y al-Hakîm

Esto demuestra el hecho de que el Profeta conocía aquello que iba a pasar después de su muerte y, por si fuera poco ya intervino como juez supremo en las diferencias que algunos han inventado que vendrían después sobre este asunto del califato, a favor de Abu Bakr y de Omar, y en desfavor de los jawariyy.

Pero algunos, no satisfechos de esta elección, incendiaron el fuego de la fitna y la separación en la Umma.

¿Podríamos deducir con ello que los persas no estaban muy contentos con la conquista de su país por parte de Umar? Es muy posible que los elementos persas enemigos de los musulmanes crearan una fitna tal para gloria de su país, el cual había doblado la rodilla de una sola vez dominado por un enemigo 10 veces más débil. Históricamente, las bases populares y el clero chii nunca fueron árabes, sino persas. Ahondando en esto podemos extraer numerosas conclusiones, las cuales parecen pasar por una especie de vuelta al imperio discretamente tapizada con un Islam de la casa. Y es en este sentido que sí son Ahlul Bayt (las gentes de la casa); pero de la casa iraní.

No es aventurado decir esto, habida cuenta de que Umar fue asesinado por un esclavo de un antiguo príncipe persa que le odiaba con todo su corazón.

EL GADIR JUM – EL INVENTO DE QUE LA ULTIMA REVELACION FUE ALLI

Todo este odio había que «autentificarlo» de alguna manera, es decir, había que inventarse algo grande para intentar convencer a los musulmanes de que ˤAli era el único que había merecido ser el primer jalifa del Islam.

Se trata de un episodio ocurrido en el camino de Makka a Madina, después del Peregrinaje del Adiós, en un lugar llamado Gadir Jum. El Profeta llegó a saber que existían ciertas críticas por parte de los hipócritas hacia ˤAli y le quiso honrar diciendo:

“De quien yo sea su señor que sepa que ˤAli es su señor”

Estas palabras, las cuales utilizó para apagar dichas críticas y las mentiras de aquellos hipócritas, han sido sacadas de quicio y elevadas a intentar que expresen un significado que en realidad no tienen. Nosotros los musulmanes llamamos Sidi o Mawlai (Mi señor), a cualquiera de quien queramos significar nobleza y autoridad; pero de eso a que ellas quieran decir: “Después de mí, va ˤAli», va un trecho enorme; no hay nexo de unión posible entre las palabras de Muhammad – sobre él la plegaria y la paz – y el significado que se las ha querido otorgar. Para dar más parlafernalia a estas fantásticas y peregrinas conclusiones, se inventaron que el último versículo del Qur’an fue revelado allí, cuando, en realidad, según transmitió Umar, lo fue el día de Arafat, en el mismo lugar (Arafa), el día del viernes.

¿Qué decir de palabras tales expresadas por alguien quien dijo que el mejor hombre sobre el que sale el sol es Abu Bakr, y que si hubiera de venir un profeta después de él, ese sería sayyidina Umar?

Pues sí: ˤAli es nuestro señor, Abu Bakr, Umar, Uzman, Abu Hurayra, Bilal, Abderrahman ben Awf, Saˤad Ibn Abi Waqqas, Talha y Zubayr, así como Ibn Masˤud, Salman Farisi, y el resto de los combatientes de Badr; todos ellos son Mawlana (nuestros señores)

¿Por qué sacar estas palabras de contexto? En parte por el odio ancestral que siempre los persas tendrán a Umar por haber conquistado su imperio, y en parte porque los jariŷitas atizaron el fuego para que así fuera. Ya Umar – mira donde fue a parar tu gloriosa conquista.

EL TESTAMENTO

Un agravio hacia la persona de Abu Bakr es el de querer interpretar a toda costa que robó a nuestra señora Fatima Zahra, cuando, requerido por ella, no quiso legarle unas tierras de su padre por haberle oído decir que un profeta nunca deja herencia. Abu Bakr como jalifa que era, decidió lo correcto y Fatima Zahra – que Allâh esté satisfecho de ambos – reclamó de manera correcta aquello que consideraba que la pertenecía. Pues bien, de este hecho, en el cual ambos se condujeron con corrección, alguna gente malvada da a entender que Abu Bakr robó a Fatima y ella odió a vida a Abu Bakr.

Ya calificar a ambos de esa manera es inadmisible, por ser quienes eran ambos, dechado de pureza y de bondad, y peor aun cuando existen decenas de hadices que demuestran cómo se le debe presuponer a un musulmán una buena intención; y es en este momento que la calumnia aflora en todo su esplendor. Solamente la gente del chaytan es capaz de inventarse sentimientos tan negros como la usurpación y el odio, los cuales sin duda, anidando en su corazón, quieren exportarlos a los mejores de los humanos.

No nos pararemos a juzgar sobre la batalla del camello y ˤA’iša; Talha y Zubayr, donde ellos tres, al igual que sayyidina ˤAli, tenían suficientes razones para defender sus posturas; pues unos consideraban que la Ley Islámica obligaba a vengar el asesinato de Uzman y ˤAli, como jalifa, interpretaba que no podría ser hecho sin crear una gran fitna. Dos propósitos nobles, defendidos por personas nobles, en una situación límite, complicada donde las haya. Pues bien, de esto también los ši’as haciendo acopio de un buen equipaje de mala voluntad, han querido interpretar mal las intenciones de los compañeros del Profeta – a quienes éste había prometido el paraíso – así como las de ˤAiša, su esposa.

COMPARAR ALI AL PROFETA

Leímos, en una entrevista realizada a Raúl Bórnez publicada en Webislam cómo este señor llegó a decir que existían unas palabras del Profeta que decían lo siguiente:

“ˤAli y yo somos la misma alma que reside en cuerpos diferentes”

Partiendo de que ese dicho es un invento, que son palabras que jamás fueron dichas por el Profeta – sobre él la plegaria y la paz -, las han querido aún sacar de quicio nuevamente.

Supongamos que yo tengo un amigo o una esposa a quienes quiero mucho. Pues bien, es cierto, que yo podría decir esas palabras, a fin de significar la gran coincidencia de pensamiento y de afinidad con dichas personas.

Pero claro, poner estas palabras en boca de un profeta es un trampolín hacia la fama de sayyidina ˤAli, que él me perdone por la expresión.

Además de haberse inventados las palabras, no contentos con el hecho de que podría esa su invención ser interpretada de diferentes maneras, estos persas, estos iraníes, quieren decir con ello, nada más ni nada menos, que una cosa, a saber:

Que ˤAli es igual que el Profeta en todos los aspectos. Que su categoría es la misma y que sus palabras y actos tienen el mismo valor.

Es así que a partir de ahí han comenzado a inventar palabras las cuales adjudican falsamente a ˤAli, así como hechos que él nunca hizo, a fin de crear un nuevo mito persa que imitara esas antiguas historias de héroes míticos del antiguo imperio.

LA SEGUNDA CALUMNIA A ˤA’IŠA

Son estos espíritus deformados quienes han calumniado a ˤA’iša por segunda vez. Estos ši’as la han acusado de ser malvada, instigadora, codiciosa y rencorosa; cuando, en realidad, nuestra madre ˤA’iša, era, al igual que su padre, una persona con el corazón blanco, plena de nobles sentimientos, de generosidad, e incluso una mujer inteligente donde las haya que ha iluminado la Humanidad con la antorcha de su sabiduría.

LA FALSIFICACION DE HADICES

Cuando encontramos un hadiz de nuestra Sunna vemos cómo se ponen en relieve unas palabras del Profeta – sobre él la plegaria y la paz – o unos hechos suyos los cuales fueron transmitidos por aquellos quienes estaban presentes en ese momento.

Ellos, todo hay que decirlo, no reconocen la Sunna del Profeta – se han inventado una “sunna” que ellos dicen proceder, en parte del Profeta y en parte de su familia. Ahora bien, si no reconocen las palabras y hechos del Profeta más relevantes, uno se pregunta dónde puede haber un nexo de unión que no pase por el reconocimiento tácito de toda la Sunna. Ese es el problema, que la separación con nosotros es abismal, y ella solamente podría ser resuelta si ellos reconocieran la auténtica Sunna de Rasulu-l-Lâh. Pero, ¿quién se olvida de sus dineros en una época como esta?.

Cuando leemos lo que ellos llaman un hadiz, no se trata sino de una mezcla de pretendidas palabras del Profeta con versículos coránicos escogidos y comentados por un señor, cuyas palabras completan ese pretendido hadiz; es decir, en realidad no es un hadiz, es una jutba, donde se cuenta e interpreta como se quiere y puede. Para paliar esta laguna se han inventado que los imames son infalibles, y al que diga lo contrario…lo podéis imaginar. Los Imames ya no solamente resultan ser infalibles cuando hablan «ex-cátedra» como el Papa; para el shia los imames son ex-cátedra y punto redondo; el pueblo llano es tonto ya que no desciende físicamente del profeta y está para obedecer y callar. Que para hablar ya están los ex-cátedra, entre los que imaginamos debe haber obispos y cardenales aspirantes a Ayatolah supremo

Irán ha patrocinado una de las mayores persecuciones al Islam de todo los tiempos, fichando a gentes quienes, haciéndose pasar por Sunnis, trabajan para el Ši’ismo.

Paralelamente, ocultando la hoja afilada con una mano detrás de la espalda, nos ofrecen diálogo y hermandad. Y lo hacen de manera tan torpe que, viéndoselas a una gran distancia, sus intenciones y manejos son más que patentes.

¿QUIENES SON AHLUL BAYT?

En principio se llama Ahlul Bayt a las gentes de la casa del Profeta – sobre él la plegaria y la paz-. Es decir, a sus esposas, a sus hijas, a los hijos de Fatma Zahra y Ali, a Salman Farisi. Ahora bien, aunque ello se tratara de la familia purificada del Profeta por lazos de sangre y familiares, y en el caso de Salman por una defensa suya que realizó el Profeta, podemos decir que Ahlul Bayt también son o somos todos aquellos a quienes el Profeta llamó Ahbabi (mi familia) porque seguiríamos sus palabras y le amaríamos en estos últimos tiempos sin haberle conocido. Entre los compañeros del Profeta y su familia siempre existió amor y comprensión. Se apoyaban los unos a los otros.

Aquellos que se han inventado historias de amor y odio para ensalzar a Ali y denostar al resto de los compañeros, salvo interesadamente alguno, no son de Ahlul bayt, ni seguidores de Ahlul Bayt ni nada que se le asemeje; ya que Abu Bakr, Umar e Uzman sí eran Ahlul Bayt por estar emparentados con el Profeta. Pero estos chias asimismo se ha inventado que cuando en el Corán Allah dice de considerar al próximo, por arte de no sé qué magia portentosa ellos interpretan qué próximo es Ahlul Bayt.

Ahlul Bayt de alguna manera son asimismo la gente de la Sunna y del consenso, ya que el lazo del amor es más poderoso que el de la sangre, y ellos han seguido, y seguimos, al Profeta – sobre él la plegaria y la paz – . Entre estas Gentes de la Sunna y del Consenso hubieron descendientes de sangre del Profeta, tal y como Abdul Qadir Jilani y otros santos sufis. Y no solamente esto, sino que el descendiente de Hassan, Mawlay Idris, hubo de emigrar a Marruecos, dejando una buena parte de descendencia llamada Idrissiyya, de la cual probablemente, según un hadiz transmitido por Ibn Mas’ud, pueda surgir el Imam Mahdi al Muntadar.

Sonriamos pues con buena dosis de ironía cuando ellos dicen que son la escuela de «Ahlul Bayt», cuando en realidad dicha escuela, si es que existe por ella misma, se encuentra convenientemente representada en las cuatro escuelas jurídicas del Islam y en la quinta que es el Tasawwuf.

EL ŠIISMO EN SUDAMERICA

Una ola de Ši’ismo ha asolado Sudamérica; pero es evidente que esta ola ha sido convenientemente acompañada de una ingente cantidad de dinero a fin de comprar voluntades y de mantenerlas atadas y subyugadas a sus amos “intelectuales”. No se puede tener dinero en la mano izquierda y fe en la derecha a la vez. O lo uno, o lo otro. Han admitido lo que les han contado como verdad, no haciendo esfuerzo alguno en verificar su autenticidad. Signo este de una fe bajo mínimos que hace a uno acomodarse a las primeras mentiras que les transmiten.

Es cierto que ocurre lo mismo con el Tabligh, los Salafis y los Wahabitas. La lejanía del continente americano de Europa, el Norte de África y el Oriente Medio ha facilitado todo esto. Para llegar tan lejos han sido necesarias grandes inversiones, las cuales solamente han podido ser ofrecidas por los países que fecundan ese Islam sectario financiado por los intereses políticos de Arabia Saudita, Irán, Qatar y Pakistán.

Es así que, por desgracia, el Islâm ha llegado a Sudamérica y a Centro América desvirtuado, politizado y falsificado.

Es por ese motivo que tenemos tanta paciencia con nuestros hermanos americanos, porque sabemos que, en su amplia mayoría, no han tenido medios para aprender un Islâm correcto con las fuentes.

Invitamos pues, a todos nuestros hermanos ši’as de América, a los salafis y wahabis, a que abandonen esos grupos, que les cierren la puerta y les prohíban la entrada en sus mezquitas, que se unan a nuestro proyecto islámico de referencia, que renieguen de esa doctrina del odio, que envíen lejos a sus financiadores y que formemos juntos ese frente de un Islam de referencia.

No se hagan las delicias del lapidado creando un enfrentamiento fratricida entre los musulmanes.

Nuestra mano está tendida, nuestros corazones están abiertos; la puerta de Allâh nunca se cierra.

Abdul Karim Mullor