Los destinatarios del Zakat

A-s-salamu ˤalaykum – La paz sobre vosotros

En nuestro escrito de ayer sobre el día de Ašura (jueves 19/08), explicábamos los acontecimientos que históricamente habían hecho de este día una fecha memorable, así como los beneficios de ese día y las obras voluntarias adecuadas para la fecha.

Explicamos asimismo que era el día, que por consenso, se había establecido para el cálculo de la limosna legal o Zakat, que recordemos, es un pilar del Islam. Desglosamos los casos en los que hay que pagarla y en los que no. Hoy vamos a hablar de los destinatarios, es decir, de quienes son aquellos a quienes hay que destinarla.

Los ocho destinatarios de la Zakat vienen relacionados en el Corán, y cada uno de estos grupos comporta unas características bien definidas que vamos a explicar a continuación.

Realmente las limosnas han de ser para los necesitados, los mendigos, los que trabajan en recogerlas y repartirlas, para los que tienen sus corazones amansados, para rescatar esclavos, para los indigentes, para la causa en el camino de Allah y para el hijo del camino. Esto es una prescripción de Allah y Allah es Conocedor y Sabio. (9-60)

Después de haber leído la aleya coránica que lo especifica, recordad, Surat A-t-Tawba, 60, vamos a numerar dichos destinatarios en el orden de la revelación, es decir, en el mismo orden que aparecen en esta aleya:

1 / Los necesitados: En esta categoría, según entendemos nosotros, entran aquellos que tienen una necesidad puntual o crónica. Puede ser que sea una necesidad que se presente en un momento determinado por, por ejemplo, deber devolver un préstamo de manera inmediata no disponiendo del dinero para satisfacerlo; puede ser extendida en el tiempo, como por ejemplo, una persona que se encuentra pagando una mensualidad, sea por un préstamo, alquiler u otra cosa, y no encuentre los medios para hacerlo, porque, por poner un ejemplo, haya perdido el trabajo, o le haya llegado un gasto inesperado y cuantioso. Puede asimismo ser utilizada para construir y mantener hospitales gratuitos , así como consultas y clínicas.

2 / Los mendigos: Todos reconocemos la situación del mendigo, que es la de una persona que no tiene ganancia de bienes y debe pedir limosna para poder comer y vestir.

3 – Los que trabajan para recogerlas y repartirlas: Se trata de una figura que ya no existe. Antiguamente se trataba del grupo de funcionarios que se dedicaban a calcular, recoger y repartir el Zakat, siendo esto su trabajo o parte de él. Su salario era satisfecho por el dinero recogido. Se trata de una Hikma de Allâh, es decir, de un alarde de Sabiduría Divina destinado a motivar a que los encargados de esta tarea lo hicieran con exactitud y dedicación.

4 – Para los que tienen sus corazones amansados: Es decir, para aquellos a quienes se busca animar a la conversión al Islam, o a los que, aunque ya conversos, sus corazones se encuentren aún débiles y/o indecisos. Aunque el motivo directo no sea la Zakat, vamos a hablar sobre un ejemplo de un hecho que ocurrió después de una famosa batalla en el momento del reparto del botín.

Los habitantes de la Meca se habían convertido recientemente, pero sus corazones estaban aún débiles e indecisos con la nueva religión. Entonces, el Profeta – sobre él la plegaria y la paz – sabiendo lo que daba vueltas dentro de ellos, les dio la mayor parte del botín. Pero a los Ansar (auxiliadores de Madina) no les tocó nada, y entre ellos comenzaron a oírse comentarios de resentimiento. Los Ansar se dirigieron a Muḥammad pidiéndole explicaciones de por qué a quienes antes habían luchado en contra suya les había correspondido lo mejor del botín y a ellos nada. Entonces, el Profeta, conmovido, les hizo llorar con estas palabras:

«Comunidad de Ansar; he escuchado que no os sentís satisfechos de mí

Continuó de esta manera fuerte e impresionante, recordándoles los beneficios que Allâh les había concedido a través de él.

Les preguntó:

¿No estabais en el extravío y he venido a vosotros?

¿No os ha guiado Allâh a través mío?

¿No estabais en la miseria cuando vine a vosotros?

¿No os ha enriquecido Allâh a través de mí?

¿No estabais con grandes conflictos internos cuando he venido a vosotros?

¿Y no os ha reconciliado Allâh a través de mí?

Ellos asintieron y respondieron a cada pregunta:

«Verdad, Mensajero de Allâh» Estamos en deuda con Allâh y Su Mensajero».

Acto seguido, el Mensajero de Allâh enumeró todos los servicios que Los Ansar habían ofrecido al Islam de la siguiente manera:

Oh Ansar Si hubierais querido podríais haberme respondido de manera distinta diciéndome!

«Tu pueblo ha renegado de ti y nosotros te hemos creído. Has venido a nosotros sin nadie que te defienda, y te hemos admitido y protegido. Tu pueblo te ha exiliado y nosotros te hemos acogido con los brazos abiertos. Has venido a nosotros sin medio de subsistencia alguna, y nosotros hemos provisto a tus necesidades»

El Profeta continuó:

Oh Ansar! Aún si os habéis sentido vejados por mi acto, ¿no preferís entrar en vuestras casas en compañía del Mensajero de Allâh, mientras que ellos entran en sus casas con camellos y corderos?

Juro por Aquel en cuya Mano Poderosa se encuentra mi alma que si todas las gentes tomaran una dirección diferente de la de los Ansar, no dudaría nunca en estar con vosotros. Si no fuera por la gracia de la Emigración hubiera deseado de todo corazón ser uno de vosotros. ¡Oh Allâh, protege a los Ansar y a sus descendientes!

Estas palabras bastaron para hacer llorar a los Ansar, quienes exclamaron con una sola voz:

Allâh y Su Mensajero nos bastan; no deseamos otra cosa.»

Después de recordar este impresionate y emotivo hecho, sigamos enumerando cuáles son los destinos del Zakat:

5 – Para rescatar esclavos: En la época de la Revelación aún existía la esclavitud. Si bien, ni el Corán ni el Profeta – sobre él la plegaria y la paz – la prohibieron – sí, tanto en el Corán como en la Sunna, quedaron establecidos los principios para su continua liberación. Asimismo se explicaba cuál debía ser el trato hacia los esclavos, un trato humano que podía poner al esclavo a veces en el mismo estatus que el de una persona libre. De hecho, muchos esclavos no quisieron ser liberados pues no tenían donde ir ni manera de ganarse el sustento, sino era en compañía y servicio del patrón. Muḥammad mismo liberó a Said Ibn Haritha convirtiéndole en su hijo adoptivo y heredero. Abu Bakr Siddiq –que Allâh esté satisfecho de él – dispensó gran parte de su fortuna en el rescate de esclavos. Recordemos que él fue quien comprando a Bilal lo salvó de las torturas de su patrón Umaya.

6 – Para los indigentes: En esta categoría pueden ser enumerados aquellas personas mayores a quienes no les alcanza la pensión, a aquellos viudas o viudos que no disponen de medios para subsistir o recibir atenciones. En aquella época las viudas, los que perdían el trabajo, o los que no contaban con medios suficientes entraban en dicha categoría.

7 – Para la causa o el camino de Allâh: En aquella época, en toda evidencia, se trataba de la Guerra Santa, de la edificación de mezquitas o del mantenimiento y viajes de aquellas personas que eran enviadas para predicar el Mensaje del Islam a las tribus de la Península Arábiga (Muˤad Ibn Ŷabal, por ejemplo).

Hoy, podemos decir que es para toda ayuda a la propagación del Islam, en toda evidencia, donde se necesite; no a aquellos que disponen de medios y dinero. Desde el pago a los Imames de las mezquitas, si en ellas no les pagan las sectas consabidas, hasta el apoyo a programas de extensión y prédica de un Islam válido y conforme con las fuentes. Evidentemente, aquél quien da es responsable de decidir a quién da, y no tiene derecho a equivocarse; no sea que esté apoyando a quienes, diciéndose reformadores, extiendan el mal y la sedición en la religión.

8 – El hijo del camino (el viajero): Se trata de la persona o personas que se desplazan de un país a otro sin disponer de alojamiento. Puede tratarse de viajes comerciales o simplemente de emigraciones en busca de la Ciencia o del Sustento. En aquella época esto se transformó en la creación y construcción de hoteles-fondas que se disponían a lo largo del camino; de tal manera que, llegada la noche, los viajantes tuvieran donde alojarse y pertrecharse de alimentos. Muy famosos eran los “kasavares” a lo largo de la ruta de la seda, y asimismo las fondas-hoteles en las grandes y pequeñas ciudades del Imperio Musulmán.

No se trata de agasajar al huésped, lo cual es algo muy diferente y debe ser hecho con nuestros medios para que podamos recibir la Baraka de este acto tan desprendido.

Se trata de una obra social de acogimiento y ayuda gratuita a los viajeros. No olvidemos que el Profeta – sobre él la plegaria y la paz – dijo:

El viaje es un trozo del Infierno”.

Esperamos haber satisfecho a las demandas de losas hermanos/as que nos han solicitado aclarar cuáles son los destinatarios del Zakat.

El próximo escrito tratará de la importancia espiritual y el significado interior del Zakat.

Hasta entonces, que Allâh os bendiga y que os ayude a prepararos para ese día tan grandioso que es el Día de Ašura.