Las elecciones de la CIE – ¿Por qué tantas prisas?
La paz sea con todos:
Este escrito no está concebido ni muchísimo menos con el ánimo de generar polémica alguna ni de crear un ambiente determinado. Creemos que, tanto como asociación cultural (ACEDI) así como comunidad islámica (Abu Madian – Tariqa Alawiya Gawziya) debemos ofrecer nuestra visión con respecto a las noticias que se han originado concernientes a las elecciones para la presidencia de la llamada Comisión Islámica de España.
Primeramente, vamos a comenzar con unas palabras dirigidas a los no-musulmanes que lean estas líneas, así como a los medios de información interesados en sacarlas a la luz, ya se trate de medios locales (de Ceuta) o nacionales, a quienes desde aquí les decimos que pueden publicarlas si lo consideran oportuno.
La Comisión Islámica de España (CIE), hay que decirlo bien claramente, no es un órgano representativo de los musulmanes, ni a nivel religioso, ni doctrinal, ni moral. Se trata de un órgano creado únicamente para desarrollar ciertos aspectos de los acuerdos de 1992 de las religiones minoritarias de notorio arraigo con el Estado Español, siendo una de ellas la religión musulmana. Debemos decir que ninguno de los aspectos relativos a estos acuerdos constituye una referencia para el desarrollo de la vida de los musulmanes y su día a día, salvo dos asuntos de orden práctico como son en realidad la apertura de cementerios para musulmanes y las clases de religión musulmana en los centros educativos. Dos temas, que, todo hay que decirlo, no se han desarrollado apenas en los 28 años de existencia de la CIE.
Termino dando estas indicaciones a los no musulmanes reiterando que la CIE no representa para nosotros autoridad religiosa alguna; que no se trata de un estamento desde el cual se lancen consignas religiosas de obligado cumplimiento, ni de orden doctrinal, ni de orden práctico. Se trata pues, sola y únicamente, de un órgano de naturaleza administrativa que representa a la comunidad musulmana en aspectos muy específicos de importancia religiosa menor.
En cuanto a los musulmanes que nos estén leyendo en este momento hemos de decir que, como todos sabemos, la comunicación entre la CIE y el resto de las comunidades y los musulmanes ha sido y es un hecho puramente anecdótico. Nosotros, en nuestras comunidades, nos encontramos totalmente sumergidos en las vicisitudes que se presentan en el día a día de nuestras localidades, sin tener ningún contacto con la CIE, ni necesitar dicho contacto para desarrollar nuestras actividades. Ni tan siquiera la CIE constituye una referencia para el comienzo o el fin de Ramadán, asunto para el que no posee cualificación alguna, pues esto corresponde a principios de orden doctrinal que cada comunidad entiende a su manera.
Con todo esto quiero dejar claro que la figura de la Comunidad Islámica de España no incide en absoluto en la vida de los musulmanes españoles, salvo, para un acto de orden restrictivo como es nombrar ministros de culto con efectos civiles. Y ni tan siquiera en este aspecto son operativos, ni lo han sido, vista la cantidad de demandas que tienen sin responder.
Dicho esto queremos manifestar lo siguiente:
Que aunque la capacidad teórica de la CIE con respecto a la representatividad de los musulmanes siga siendo limitada, dicha representatividad comporta una responsabilidad que hay que ser tenida en cuenta por aquellos que, no sabemos bien porqué razones, se encuentran convencidos de tener la capacidad de dirigir dicho ente. La inoperatividad histórica de la CIE ha sido tan evidente que huelga dar detalles, ya que esto sería tan poco útil como farragoso.
Esta CIE ha convocado elecciones a la presidencia para antes del 17 de Julio, que es la fecha en la cual se determina en sus estatutos (impugnados por otra parte) . En una época en la que, debido al estado de alarma, se han anulado los plazos legales; en una época en la que todos los españoles estamos sufriendo el golpeo de una pandemia de tal amplitud que nadie pudo prever con anterioridad.
Creemos que estas prisas por convocar elecciones se encuentran exentas de la mínima sensibilidad y están muy lejos de presentar un mínimo comportamiento ético exigido por nuestra religión. Y manifestamos esto para que nadie se confunda con nosotros creyendo que formamos parte de esa decisión, de la cual nos encontramos lejos, tan lejos como molestos por la imagen que se está dando de los musulmanes con esta convocatoria tan injustamente precipitada.
Nuestra comunidad y otras hicieron una llamada para que las elecciones se retrasaran hasta Enero del año que viene, que se dejaran de lado esas prisas por ocupar el puesto dejado libre por el fallecimiento de nuestro hermano Riay Tatary – que Dios le tenga en Su Misericordia . Debido a la Pandemia se han anulado y retrasado acontecimientos de notable arraigo popular (competiciones deportivas y otras manifestaciones de la cultura popular española); las mezquitas se encuentran cerradas. La convocatoria de elecciones en una situación como la actual tiene pocas posibilidades de poder ser interpretada o valorada de manera positiva por los musulmanes; por esos musulmanes a quienes se pretende representar y cuya opinión y sensibilidad no son tenidas en cuenta una vez más.
Lo dijimos en más de una ocasión, el puesto de representante de la Comunidad Islámica de España debe ser ocupado por alguien que represente de una manera legítima al Islam y a los musulmanes de nuestro país; y no tiene por qué salir de un grupo de veinticinco personas en el que no nos vemos representados los conversos españoles, quienes, por décadas, hemos estado minusvalorados y separados de los puestos de responsabilidad por razones que no quisiera exponer aquí. Cualquier musulmán español, esté federado o no, debiera poder presentarse a unas elecciones en las que debiera primar el concepto “un musulmán un voto”; pues no existe para musulmán alguno una ley que le obligue a pertenecer a una comunidad o a una federación, y no se puede impedir dirigir a aquel o aquellos quienes se encuentren cualificados para ello en detrimento de personas menos cualificadas.
No nos parecen unas elecciones donde los principios democráticos sean respetados al no haber, entre otras cosas, igualdad de oportunidades para unos y otros. Y tampoco son respetados los principios del Islam, pues nuestro profeta Muhammad – sobre él la plegaria y la paz – dijo muy claramente:
«Dad los puestos de responsabilidad (o mando) a aquellos que son capaces y que no los piden«
Habiendo dicho esto, sin duda alguna, para prevenir a los mandatarios contra la codicia y el amor al poder.
Por otra parte, y para terminar, la CIE no debe ni puede ser portavoz de las influencias de país alguno, pues para eso están las embajadas.
Deseamos que las autoridades españolas valoren, no estas declaraciones, sino las expresadas en los escritos que enviamos en su día, y que de una vez por todas la CIE represente a los musulmanes aunque fuera en el pequeño área de acción para el que fue concebida.
José Luis Mullor Garrido (Abdul Karim) presidente de ACEDI y de la comunidad islámica Abu Madian – Tariqa Alawiya Gawziya