Las almas son como soldados

Abdul Karim Mullor

Las almas son como soldados

Este título representa el contenido de unas palabras de nuestro Profeta Muḥammad – sobre él la plegaria y la paz – cuyo nacimiento conmemoramos este mes. En este hadiz se hace asemejar las almas a los soldados, diciendo que cada cual se alinea con quienes sle son afines.

Se transmite de ‘Amra que dijo, que ˤAiša – que Allâh esté satisfecho de ella – dijo:» Escuché al Mensajero – sobre él la plegaria y la paz – decir: «Las almas son como soldados reclutados; aquellas que se reconocen, encuentran la afinidad entre ellas, y aquellas que no se reconocen, encuentran la desavenencia entre ellas». 

Claro está que esta actitud es natural al Ser humano que busca la compañía de aquellos que piensan y/o actúan de la misma manera que él lo hace. Cada uno pues se incorpora a su batallón correspondiente. Ello no impide que existan tantos batallones como calidades de alma pueden existir. Podemos decir entonces que los diferentes grupos pueden llegar a ser numerosos. Y asimismo nos atrevemos a asegurar que diferentes batallones puedan trabajar unidos por eventuales causas.

Es difícil establecer la cantidad de grupos resultantes de esta realidad. Y, de la misma manera, precisar a qué se dedica cada uno de ellos. No obstante, sí podemos establecer grandes rangos a fin de categorizar las cualidades más características que inciden en la formación de los grupos humanos más reconocibles. Siempre en función del punto de partida que ofrece el contenido de estas palabras del Profeta.

Los no creyentes siempre se unirán entre ellos. Pero asimismo lo harán con aquellos que sigan creencias falsas; pues al final, los unos y los otros resultan ser equivalentes. Por eso el Profeta dijo: “El kufr milata-l-wahida” (El Kufr es una sola nación). Su amor, su simpatía y su corazón serán siempre para los suyos. Y no podemos esperar que sea de otra manera debido al orden natural de las cosas.

Los ignorantes y mentirosos se rodearán de otros ignorantes como ellos. Sus dirigentes son entonces gentes mentalmente incompetentes, pero con una gran codicia y amor por el poder. Nadie puede saber más que ellos (que no saben nada) y aplicarán el mando en función de parámetros que ellos mismos inventarán para tener a sus filas sometidas mediante consignas y clichés.

Los malvados se unirán a otros como ellos, y de esto no es necesario decir más.

Los bondadosos y generosos se unirán entre ellos.

Los verídicos y sinceros no podrán formar parte de otro grupo que no sea uno en donde se diga la Verdad en toda circunstancia. Pues su amor a la Verdad es tal que vulnerar esta es percibido como un vicio imposible de soportar.

Los que buscan el Paraíso. Se unirán en el mismo rango que sus semejantes; y se ayudarán unos a otros para conseguirlo.

Los sabios. Cada uno se reunirá con aquellos en cuyo dominio posean ciencia.

Los que buscan acercarse a Allâh. Al ser esta característica tan extraña de encontrar en los seres humanos, seguramente ellos constituirán el grupo menos numeroso. Pero asimismo, ese grupo será el más valioso de todos. Estos se unirán a los verídicos y sinceros para guiarlos y a los que buscan el Paraíso para amonestarlos y corregirlos. Ellos son la sal de la Tierra, sus montañas, que anclan la Humanidad y, con la Fuerza y el Poder de Allâh, contribuyen a que esta no se pierda por completo.

Es este último grupo que ayudará al Imâm Mahdi para regenerar la Tierra. Ellos también son sabios; pero han trascendido la Ciencia por poseer en su corazón la semilla del Amor de Allâh.

Curiosamente, Allâh ha corrido un tupido velo entre cada una de estas categorías de personas. Esto refuerza, por así decir, la formación férrea de cada uno con los del grupo al que corresponde. Y es así porque cada uno estará donde se merezca estar según lo que haya trabajado en su vida y como ha actuado durante sus días.

Allâh es Justo.

Y seguramente uno de los velos más espesos se encuentre entre los de los tres últimos de ellos. ¿Por qué? Porque estamos hablando de “Sirr” (Secreto) de Allâh con Sus siervos. Un Sirr al que no pueden acceder sino aquellos quienes se encuentran en el último grupo que hemos mencionado.

Y Allâh sabe más…