La Palabra divina – El Corán – El dikr

En el Nombre de Allah – el Todo Misericordioso – el que Prodiga Su Misericordia

Y la plegaria y la paz sobre el sello de los profetas, su familia y compañeros.

Se dice que el Corán es la Palabra increada de Allah; y esta es la convicción de los que seguimos las Aqida Ashariyya o Maturidi; no así en el caso de los mutazilla, los cuales han sido declarados fuera de las Gentes de la Sunna y el Consenso. Diciendo esto, no consideramos que tenga lógica alguna la visión mutazilla que dice que el Corán es la Palabra “creada” de Allah; pues si creada fuere entonces ya no sería de Allah, ya que no procedería de El de manera directa.

Se dice asimismo en el Evangelio de San Juan que Jesús – sobre él la paz – es el Verbo de Dios. Los musulmanes así lo creemos.

Pero antes de nada vayamos a analizar qué es la Palabra de Allah. Podemos decir que ella cuenta con dos vertientes: una es la expresión sagrada de la Voluntad divina; otra es la transmisión de la Verdad y el Conocimiento, siendo estas dos últimas cosas son lo mismo. Esto indica que la Palabra divina es un medio utilizado por Allah Mismo, procedente de Allah Mismo, y por tanto increada, para comunicar con el Ser humano servidor que adora a su Señor a través de directrices y revelaciones ofrecidas por El para su beneficio a través de los profetas – sobre todos ellos la paz -.

La Palabra como expresión de la Voluntad divina

Si acometemos el origen y naturaleza de dicha Palabra como la expresión de la Voluntad divina,  podremos concluir que dicha Voluntad precede a la Palabra, pues ésta es el medio para comunicar aquélla.

En un hadiz qudsi Allah – exaltado – dice por medio de Su profeta – sobre él la plegaria y la paz -:

“Siervo mío, Yo quiero, tú quieres; pero al final solamente será lo que Yo quiera.”

El Libro de Allah dice:

Y no he creado a los genios y a los hombres sino para que Me adoren. (51-56)

Multitud de aleyas del Corán expresan la Voluntad divina con respecto a los seres humanos. Es así que la Palabra en este caso sirve como vehículo de la Voluntad. Y aunque la Palabra se encuentre en Allah como potencialidad de Expresión divina, no deja de ser visible solamente desde que existe la Creación. No obstante, la Voluntad divina forma parte de Su Esencia conteniendo la Palabra y manifestándola a la creación.

La Palabra como comunicación de Conocimiento

En lo que se refiere a lo anterior, sin duda alguna, el medio para poder cumplir la Voluntad divina es saber cómo debe hacerse, es decir, recibir el Conocimiento. Ahora bien, dicho Conocimiento, expresado sin duda por medio de la Palabra divina, no solamente se limita a lo relacionado con el cumplimiento de la Voluntad, sino a conocer todo lo referente a la Creación y sobre la Esencia y la Manifestación de Allah.

El Conocimiento se consigue a través de la sumisión y del Amor, ya que éste es el motor que nos hace desear conocer a Allah.

Por ello Allah nos comunica en el Corán múltiples cosas que nos hacen reflexionar sobre nuestra naturaleza humana, nuestras relaciones con el Creador, así como sobre la naturaleza de la Creación y nuestra relación con ella. ¿Y cómo llegar a comprender de manera completa y efectiva estos conocimientos que Allah nos transmite? Allah nos dice asimismo los medios que debemos utilizar:

Consultar a las gentes del Recuerdo.

Purificarnos, así podremos ser de los muttaharun (purificados)

Amarle, así podremos ser de los muqarrabun (aproximados)

Y con todo ello convertirnos en aquellos “dotados de intelecto” que el mismo Corán expresa son los únicos que pueden comprender sus aleyas.

La recitación del Corán, el Dikre (recuerdo) y el resto de letanías

Dicha Palabra divina desciende para el Ser humano y luego retorna a Él (Allah). Este retorno se practica mediante la recitación del Libro, la mención de Sus Nombres, la petición de perdón, el salat sobre el Profeta –  sobre él la plegaria y la paz –  y la mención de la Unidad divina a través de “La ilaha illa Allah – No hay divinidad sino Allah”.

Es practicando todo esto que devolvemos a Allah lo que es Suyo. Es más, todas estas recitaciones llevan implícitas el reconocimiento de Su Divinidad y el agradecimiento por Sus favores infinitos. Al terminar pasamos nuestras manos sobre el rostro, a fin de extender en nosotros toda la Baraka, toda la fuerza de esas Palabras divinas  que operan en nosotros una mayor transformación que la que se da en la oruga para convertirse en mariposa. Del alma que tiende al mal a aquella que es aceptable y aceptada por su Señor.

El simbolismo de las letras

Todo el Corán se encuentra contenido en al Fatiha. Toda la Fatiha se encuentra comprendida en la Basmallah; y ésta se encuentra contenida en el punto del Ba.

Así comienza la ciencia del Simbolismo de las letras. Efectivamente, las letras son un símbolo de la propia Creación. El punto, deslizándose hacia abajo crea el Alif. El Alif toma formas diferentes para convertirse en las letras, de esta forma se convierte en Ba, Sin, Shin, ‘Ayn, etc. Diciendo esto, el punto es la matriz y el Alif es la forma primaria de todas las letras. Las formas que toman éstas no son diferentes de la esencia primordial de la que han sido formadas, es decir, el punto. Es más, sin tinta no pueden existir las letras.

Nosotros y el resto de la Creación somos esas letras; cada uno tomamos la forma que nos es propia, pero siempre procediendo del Alif original. Dicho todo esto que considero fácil de comprender, y como Allah está más cerca de nosotros que nuestra propia vena yugular; sin tinta no hay letras, de la misma manera que sin Allah no puede haber creación.

La tabla bien guardada –Al lawhu-l-mahfuz – Iqra – Lee

La Tabla bien guardada es la Matriz celeste del Corán. La Palabra divina ha sido guardada en lo alto de los cielos, en La tabla bien guardada antes de descender revelado. Se trata de un paso intermediario de la revelación del Corán. De la tabla bien guardada ha sido enviada por Yibril – sobre él la paz –  al corazón del Profeta – sobre él la plegaria y la paz-.

Se equivocan, y lo digo con mucha simpatía, aquellos quienes dicen que la primera Palabra que Allah reveló es “Iqra’” (Lee) porque Allah nos quiere animar con ello a aprender. Pero Allah no dijo “Leed”, dijo “Lee”; una palabra dirigida solo y exclusivamente a Muhammad. Le dijo “Lee” para que expresara lo que tenía ya en el interior, es decir, el Corán. No obstante, sí podemos ver la Voluntad divina de que el Ser humano se sumerja en el mundo del conocimiento en las aleyas 4 y 5 de la misma surat, que dicen:

El que enseñó por medio del cálamo, enseñó al hombre lo que no sabía

Es decir, en el principio de la Surat Allah habla con Muhammad exclusivamente, y después lo hace por separado con el hombre, para dejar claro que el Profeta es una cosa y el Ser humano en general, otra diferente.

Y Allah sabe más.