La Noticia
Abdul Karim Mullor
La Noticia
Sí, la Noticia (con mayúscula).
Nos quieren hacer creer que la noticia que debe interesar a todos es aquella que nos brindan en los periódicos y en la TV. Nada más lejos de la Realidad (con mayúscula), puesto que esas noticias sirven para que nadie repare en las que son realmente importantes.
Política de buenos y malos; fútbol y una maraña de otros deportes a cuyos profesionales se les llama “ídolos”. Nuevas doctrinas a la carta que quieren hacernos creer que vivimos en un mundo libre, en el que todos podemos tomar decisiones. ¿Qué decisiones libres si nadie sabe nada de lo que realmente está pasando?
Se quiera o no, esos son los temas de conversación ya que de otras cosas, digámoslo claramente, nada se sabe. No hay peor ignorancia que la de creerse sabio. Tampoco hay mayor desinformación que la de creerse informado.
No estar informado es no saber; y a la ausencia de saber se le llama ignorancia de pleno derecho. Claro que, a quien no le baste con las groseras noticias que se dan en la pequeña pantalla y en los periódicos, se le informará de los “descubrimientos científicos”. ¡Oh là là! ¡Esto es para enterados muy mucho inteligentes!
Estos “descubrimientos, que hacen reír a las mentes sanas, proceden de unas empresas que han de dar resultados económicos satisfactorios, siendo que para ello se habrá de mentir como bellacos. Siempre, eso está claro, a medida de lo que diga el inversor; quien también ¡Oh maravilla! Es el dueño del resto de los medios de información. Por eso se fabrican armas como si fueran caramelos. ¡Esa es la Ciencia actual! No otra. Ignorancia y belicismo.
No hay paradigmas científicos. A ver, hacednos el favor, si llegamos a enterarnos del todo bien. Hay “resultados” dados de antemano; y se organizan las falsas pruebas para validar estos que también son falsos. ¿Cómo alguien con un mínimo de conocimiento de lo qué es el Ser humano puede tragarse tanta trola?
Alguien me dijo en cierta ocasión que descendíamos del mono. Yo le respondí:
“Mire usted, analizando su pensamiento, puedo llegar a comprender que usted pueda descender del simio. Su manera de razonar es casi de primate. Pero le puedo garantizar que yo no. Usted sí; yo no”
Darwin masón, hijo de masón: ¡Una verdadera monada de familia! ¡Por favor, bajémonos del árbol! ¿Qué quieren que nos sintamos animales y saquemos nuestros instintos a pasear? ¡Menudos macarras (perdón por la expresión) estaban hechos el padre y el hijo!
¿Cómo es posible que un servidor y otros nos demos cuenta de la jugada a la primera de cambio, y otros anden repitiendo las consignas mañana, tarde y noche; por tierra, mar y aire?
La Verdad (con mayúscula) es que la mayor parte de la Humanidad se encuentra sumida en la mayor ignorancia y está claro que necesita un despertar, una Resurrección. El Ser humano alberga el material potencial suficiente para protagonizarla, siempre y cuando se encuentre en buenas manos, cosa de la que hoy se encuentra bien lejos.
Asistimos a las mayores atrocidades observando como la mayor parte de los seres humanos no se conmueven con nada. ¿Qué se puede hacer protestando en una manifestación, si inmediatamente uno se traga todas las trolas que le cuentan, y su vida no cambia en absolutamente nada. ¿Para qué se salió? Pues para desahogarse pensando que se hizo algo sin darse uno cuenta de que ese desahogo fue proporcionado por quien causó el ahogo para que en su vida de todos los días no mueva una pinza de lugar. ¿De esto tampoco nos damos cuenta? ¡Pues buenos estamos!
Amigos, hermanos: solamente vivimos una vez. Aprovechemos la vida que nos ha sido concedida haciendo algo de peso. No seamos como aquellos que pasan, ven y no hacen absolutamente nada. Y tampoco nos desahoguemos con acciones determinadas y esporádicas. ¡Cambiemos! ¡Despertemos!
Ahora llega Halloween, luego Navidad; luego, la Champions. Y así, bien sedaditos se pasa el otoño-invierno, que ya llegarán Carnavales, finales, campeonatos…mientras la gente cae muerta, como si fueran chinches. Dormidos estamos, víctimas del anestesista que preparó la pócima.
¿Crees que por ser musulmán estás a salvo? ¿Cómo? Sí sigues a cuatro embaucadores que encabezan una u otra secta. ¿No te das cuenta que las técnicas que utilizan estos son las mismas que las que acabamos de exponer?
No he visto en mis 45 años de Islam que un infiltrado argentino que trabaja…ya sabemos para quien, adultere el Corán y la gente no reaccione. Voy a sincerarme: es un hecho crucial, cruel y esperpéntico. ¿Cómo puede un musulmán que se precie dejarse engañar de manera tan vil? ¿Cómo se puede caer en una tal ignorancia?
Nosotros también hemos tocado fondo. Claro, que no todos.
Y gracias a Allâh, un buen número resistimos; levantamos los hombros y las cabezas y sustentamos los cimientos del Din. Pues has de saber que la Religión es para los hombres, y sin ellos no puede existir.
No queremos que nadie nos agradezca ni reconozca nada.
¡Queremos que despertéis! ¡Por vuestro bien, por el de todos, por el del Islam!
¡Levanta la frente compañero! ¡Levanta tus hombros! ¡Reagrupa tus fuerzas y adelante!
¡Te esperamos!