La jovialidad y la enseñanza

La paz sobre vosotros

Se relata en un hadiz transmitido por Ahmad, Abu Dawud que un hombre se dirigió al Profeta- sobre él la plegaria y la paz – y le dijo: ¡Mensajero de Al-lah! Dótame de una montura. El Profeta- sobre él la plegaria y la paz – le dijo: “te montaremos en la cría de un camello”, a lo que el hombre le dijo extrañado: «¿y qué puedo hacer yo con  una cría de camello?», el Profeta le dijo: “¿acaso no son cría de camello todo los camellos que ha parido una camella?”

En una ocasión una tía del Profeta – sobre él la plegaria y la paz -, ya entrada en años, se encontraba hablando con él sobre la gente que iría al Paraíso; en un momento dado el Profeta la dijo:

Las mujeres que entren al Paraíso deberán tener una edad de 33 años.

Entristecida, se puso a llorar, pensando que como ella ya había superado esa edad nunca podría entrar en el Paraíso. A lo que Muḥammad sonriendo la dijo:

Es que tengan la edad que tengan todos los habitantes del Paraíso entrarán en él con el aspecto que presentaban cuando tenían 33 años.

Y entonces ella se tranquilizó.

Cuando uno dirige una comunidad, grande o pequeña, la broma es signo de espontaneidad, es signo asimismo de poseer una tranquilidad interior y una confianza en uno mismo. Y es asimismo un medio de crear buen ambiente y confianza entre unos y otros. Nadie gasta bromas si no es a personas de confianza, a hermanos a los que ama, a la familia, a los suyos. Y esto, como veis forma parte de la Sunna, porque abre las puertas cerradas por el miedo y la inseguridad en las situaciones nuevas o en las que uno experimenta cierta dosis de no encontrarse en su ambiente.

Hoy, los susodichos “dirigentes religiosos” se escudan encima del pedestal; se sitúan en una posición inalcanzable a fin de que nadie descubra sus mañas y su incompetencia. Algunos se rodean de una guardia pretoriana que filtra quienes y como deben llegar a él. Exigen una obediencia desmedida, un sometimiento faraónico, una sumisión total. Y todo ello es signo de incompetencia en unos casos y de hipocresía en otros. Si Allâh es accesible ¿quiénes son ellos para no serlo? El espíritu de Nimrod y de Firˤaun se ha apoderado de sus mentes y corazones, y los musulmanes han olvidado las palabras del Profeta – sobre él la plegaria y la paz – sobre el hecho de que todo musulmán debe guardar intacto su honor. Siendo una parte del honor no rendir pleitesía a nadie, pero sí presentarse con educación y respeto a sabios, ignorantes, grandes o pequeños.

Es así que el Profeta era asequible a las gentes; andaba por los mercados, compraba en ellos, sin guardaespaldas ni cohorte, sin adornos ni expresiones rebuscadas o afectadas. Él era Muḥammad para todos, con todos y todas.

Y nosotros, las gentes de este tiempo, necesitamos Muhammadis que vengan a nosotros con una sonrisa abierta y un aire jovial. Es así como el sabio enseña, es así como el sabio vive, pues él se considera un nadie entre los nadies, dando el mérito de sus virtudes solamente al Señor de los mundos que es Quien le ha provisto de ellas.

Cuando el Profeta – sobre él la plegaria y la paz – entró en Meca, perdonó; incluso a aquella Hind que se comió el hígado de su tío Hamza – que Allâh esté satisfecho de él -. No guardaba rencor porque Allâh lo había extirpado de su corazón aquél día bendito en el que con 4 años los ángeles le abrieron el pecho y lavaron su corazón con agua pura, retirándole el coágulo.

Hermano/a cuando rumies, una y otra vez, con tu mente, las malas acciones que otros han cometido sobre ti, sabe que tu alma (nafs) se satisface al encontrar en ella odio con la excusa de tener derecho legal a guardarlo y conservarlo. Y esto roe tu corazón; primeramente porque no has puesto tu asunto en manos de Allâh, y luego porque el nafs encuentra en ello una satisfacción morbosa e inútil.

Ahora bien, cuando amas y detestas por Allâh, y no por ti mismo, entonces tu corazón irradiará las luces de la belleza divina y reirá por dentro feliz de transmitir el bien y la Verdad. Y cuando esa risa sale al exterior entonces se genera un ambiente de paz y de felicidad que se transmite a otros.

Libérate de tus propias cadenas y vive libre en los espacios abiertos que Allâh ha creado para ti. Ligero como el viento, útil como una abeja, irás de flor en flor libando el polen de los significados profundos de las cosas para fabricar la miel, producto útil y cura para los creyentes.

Y tu Señor le inspiró a la abeja: Toma en las montañas morada y en los árboles y en lo que construyen.
Luego, come de todo tipo de frutos y ve por los senderos de tu Señor dócilmente. De su vientre sale un jarabe de color diverso que contiene una cura para los hombres.
Es cierto que en eso hay un signo para gente que reflexiona
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