La interpretación de los sueños verídicos – Prólogo
Por Abdul Karim (José Luis) Mullor
Bismi-l-Lâhi-r-Raḥmâni-r-Raḥîm
A-s-salamu alaykum
Hermanos/as
Hoy vamos a abordar un tema curiosamente caído en desuso, quizás por el escaso conocimiento que se tiene al respecto. Se trata de la interpretación de las visiones verídicas en el estado de sueño.
El presente escrito es el prólogo de una serie que iremos presentando en diversas intervenciones.
Hemos de decir que sobre este asunto no hemos encontrado muchos hadices y creo sinceramente que el Profeta – sobre él la plegaria y la paz – no lo trató de manera prolífica por tratar de evitar que gentes sin conocimiento se atrevieran a interpretarlos a su guisa, ya sea de manera fraudulenta, ya sea para atraer la atención hacia sus personas y que los musulmanes los tuvieran por sabios.
En efecto, la ciencia de la interpretación de sueños se encuentra al alcance de muy pocos, aunque haya centenares que se hayan embarcado en ella, sobre todo desde el punto de vista del ocultismo, es decir, de la ciencia de Harut y Marut. Pero estos seudo interpretadores no pueden comprender el verdadero significado ya que para poseer esta ciencia hay que tener un estado mínimo de pureza de corazón.
¿Qué ocurre cuando dormimos? Libre de ataduras nuestra alma asciende o desciende por el Barzaj; algunas almas llegan hasta el mismísimo Trono Divino; otras menos lejos; cada una dependiendo de su naturaleza y pureza.
El sello de los profetas, Sidi Muḥammad – sobre él la plegaria y la paz – nos enseñó en un hadiz que la visión de un creyente en estado de sueño es la 46ava parte de la profecía. Según esto podemos hacernos una idea de que no cualquiera puede gozar de visiones verídicas durante su reposo.
Pero antes de nada hay que decir que nuestro Profeta nos enumeró que existen tres clases de sueños, siendo, in crescendo: el chaytani, cuya característica es ir acompañado de morbo. Cualquiera que tenga uno de estos sueños debe imprecar al despertar la protección de Allah contra chaytan. Otra clase de sueños son las divagaciones del alma; suele tratarse de sueños largos en los que uno se ve en situaciones inconexas y en los que se desarrollan acontecimientos, como si se tratara de un film. Estos sueños no tienen importancia ni mensaje alguno.
En cuanto a las visiones verídicas, ellas son las únicas susceptibles de ser interpretadas. Ahora bien, para saber interpretarlas correctamente, son necesarias dos cosas de gran importancia, a saber: hay que tener esas visiones tan a menudo que podamos familiarizarnos con todos los elementos que entran en ellas; y estos elementos son de tal manera múltiples y variados que hacen falta centenas de visiones para poderlos conocer casi todos. En cuanto a la segunda necesidad se trata de tener al lado una persona que haya conocido dicha ciencia y nos ayude a descodificar los sueños, al menos en la primera etapa; pues más adelante, poco a poco, nosotros mismos podremos ser capaces de realizarlo.
Hay que reflexionar y comprender que la cantidad de personas capaces de podernos interpretar las visiones verídicas son muy escasas. Solamente basta en retroceder en la historia y comprobar que eran fundamentalmente los profetas quienes tenían e interpretaban dichas visiones. No olvidemos las historias de sayyidina Ibrâhîm y Yussuf – sobre ellos la paz – . Asimismo los saliḥin, los siervos puros de Allâh son aquellos capacitados para entenderlas y comprenderlas.
Otro elemento que justifica más si cabe mis afirmaciones es que podría darse el caso de que a dos personas diferentes, teniendo visiones idénticas, podría dárseles interpretaciones diferentes. Y esto ocurre porque la interpretación depende en cierta manera de las circunstancias personales de aquel quien tiene la visión. Es por este motivo que esta ciencia no puede ser aprendida sino es por la propia experiencia, en la asimismo pueden entrar las visiones de las personas de nuestro entorno, visiones estas susceptibles de hacernos mejorar en el conocimiento de esta ciencia que sin duda es un mar insondable de sabiduría.
Es por eso que recomiendo a los hermanos y a las hermanas no confiar a nadie sin conocimiento el contenido de nuestras visiones, pues por un lado eso nos recomendó el profeta, y porque ni tan siquiera un muftí (al grado más elevado de sabio de la Charia) puede interpretarlos.
Pues se trata de una ciencia que no puede estudiarse en las escuelas jurídicas sin que quien trate de hacerlo no pueda ser acusado de fraude con todas las de la Ley.
Esta ciencia solamente la pueden adquirir aquellos quienes se hayan internado en la vía de purificación del alma mediante la Gran Guerra Santa, que consiste en combatir las pasiones y el Ego. Y no todos los aventurados en esta vía pueden hacerlo, sino aquellos quienes hayan alcanzado un grado de conocimiento necesario.
En estas visiones se pueden ver toda clase de elementos ya que el cuerpo no participa en ella. No es el momento de enumerarlos pues esto sería inacabable, ya que nuestras palabras de hoy quisiera que sirvieran solamente para haceros comprender que dicha ciencia existe y que muy pocos la detentan
Abu Salama – que Allâh esté satisfecho de él – transmite: Solía tener sueños que me estremecían y me daban fiebre pero no me cubría con mi manto. Hasta que me encontré con Abu Qatada y le mencioné esto. Y él me dijo: Escuché al Mensajero de Allâh – sobre él la plegaria y la paz – decir: “El buen sueño viene de Allâh y la pesadilla de Šaytán. Entonces si uno de vosotros tiene una pesadilla que detesta que escupa tres veces hacia la izquierda y que se refugie en Allâh de su mal y así no será dañado”.
Abu Hurayra relató que el Profeta – sobre él la plegaria y la paz – dijo: “Cuando se acerque la Hora será difícil que el sueño de un musulmán sea falso. Los sueños más verdaderos pertenecen a aquellos que hablan más con la verdad. Y el buen sueño de un musulmán es una parte de las cuarenta y cinco (en otras versiones 46) partes de la Profecía. Los sueños son de tres tipos: El buen sueño es una buena noticia de Allâh, el mal sueño que causa preocupación es de Šaytán y el tercero es una insinuación del propio yo. Entonces si uno de vosotros ve en un sueño algo que detesta que se levante y rece y que no se lo relate a la gente”. Y dijo: “Me gusta ver grilletes y no me gusta ver collares de hierro. Los grilletes significan firmeza en la religión”. El narrador no sabe si esta parte es del hadiz o si son palabras de Ibn Sirrin (uno de los transmisores).
bn Abbas y Abu Hurayra relataron que una persona fue al Mensajero de Allâh – sobre él la plegaria y la paz- y le dijo: ¡Oh Mensajero de Allâh! Vi en la noche, durante un sueño, un pabellón del que goteaba mantequilla y miel. Y vi que la gente los recogía con sus manos, algunos tomaban mucho y otros poco. Y vi una cuerda que conectaba el cielo con la tierra. Y te vi tomarla y trepar (hacia el cielo), luego una persona después de ti la tomaba y trepaba, luego otro la tomaba y trepaba, luego otro la tomaba y trepaba pero se le cortaba, luego se la unían nuevamente y trepaba. Abu Bakr dijo: ¡Oh Mensajero de Allâh! ¡Que mi padre sea tu rescate! ¡Por Allâh! Permíteme que yo lo interprete. El Mensajero de Allâh – sobre él la plegaria y la paz- dijo: “Interprétalo”. Abu Bakr dijo: En cuanto al pabellón es el pabellón del Islam. Y lo que goteaba de él como mantequilla y miel es el Corán, su dulzura y su suavidad. Y lo que la gente tomaba con sus palmas significa una parte mayor o menor del Corán. Y la cuerda que unía el cielo con la tierra es la Verdad con la que has estado, con la que Allâh te elevará. Luego una persona después de ti la tomará y trepará por ella, luego otra persona la tomará y trepará por ella, luego otra persona la tomará pero se le cortará, luego se la unirán para él y trepará por ella. Dime ¡oh Mensajero de Allâh! ¡Qué mi padre sea tu rescate! ¿Lo he hecho correctamente o me he equivocado? El Mensajero de Allâh – sobre él la plegaria y la paz- dijo: “Has acertado con una parte y te has equivocado con otra”. Dijo: ¡Por Allâh! ¡Oh Mensajero de Allâh! Dime en que me he equivocado. Dijo: “No jures”.