Guía del nuevo musulmán VI – El Salat 1/2

EL CUMPLIMIENTO DE LA PLEGARIA – SALAT

Dijo el Profeta – sobre él la plegaria y la paz -: “La plegaria es el pilar de la religión” (Abu Nu’aym).

 Efectivamente, ella representa la base de la religión y su factor determinante.

 El Islam la ha conferido esta cualidad y ha hecho de ella su pilar y grado supremo, en virtud del lugar eminente y la alta importancia que la otorgan Allâh y Su Enviado – sobre él la plegaria y la paz- . Allâh nos ha ordenado velar por observarla regularmente: “Cumplid con las oraciones prescritas, y con la oración del medio, y presentaos ante Allâh con total entrega” (Surat 2, versículo 236).

 El Enviado de Allâh – sobre él la plegaria y la paz – ha dicho: “La primera cosa de la cual el Hombre deberá rendir cuentas el día de la resurrección es la plegaria. Si ella es válida, toda su obra lo será, si ella es defectuosa, toda su obra lo será igualmente.” Nassa’i y Tabarâni

 Allâh ha convertido la plegaria en la vía de la victoria, de la dicha y del éxito en los dos mundos diciendo: “Colmados son los creyentes, quienes rezan con humildad”. (Surat 23 – vers. 1-2)

LA PLEGARIA ACEPTADA

 La verdadera plegaria pule el alma, dulcifica el carácter, aparta a aquel quien la practica de las cosas reprensibles y de la mentira. Ella le purifica de toda mancha y de toda infamia.

 Si observamos a un hombre practicar la plegaria y apropiarse, a despecho de esto, de los bienes de otro en toda ilegalidad, sembrar la corrupción por la tierra, actuar contrariamente al espíritu de la religión o incluso rezar a fin de atraerse las alabanzas de las gentes, o a fin de ocultar sus malos hábitos, sepamos pues que su plegaria será rehusada y que ella está desprovista de valor. Ella será entonces enrollada como un trapo usado y le será arrojada al rostro. Su plegaria no le será de utilidad alguna y no le aproximará apenas a Allâh. Ella no hará sino alejarle de Él y aumentar su pérdida.

 El Enviado de Allâh – sobre él la plegaria y la paz- ha dicho: “Aquél a quien la plegaria no le hace alejarse de las cosas inmorales y reprensibles, no hace sino alejarse de Allâh.” At-Tabarâni.

Según Anas – que Allâh esté satisfecho de él – el Profeta – sobre él la plegaria y la paz – ha dicho: “Aquel quien cumple con la plegaria a su tiempo, realiza las abluciones correctamente, se inclina y se prosterna como se debe, su plegaria resulta blanca y radiante de luz. Ella (la plegaria) dice: “¡Que Allâh te salvaguarde como tú me has salvaguardado!”. Aquel quien la cumple fuera de su tiempo, no realiza las abluciones correctamente, no se inclina ni se prosterna convenientemente, su plegaria resulta negra y oscura diciendo: “¡Que Allâh te descuide como tú me has descuidado! Una vez llegada allá donde debe llegar, se la enrolla como se hace con un trapo viejo y se le golpea su rostro con él”. A-t-Tabarâni

 Escuchad lo que dice el Altísimo en el hadiz divino (hadiz Qudsi) el cual nos muestra de quién es aceptada la plegaria, a fin de que ello sirva de lección a quienes se extravían del camino, utilizando la religión para la obtención de sus fines personales. Que vean pues aquello que Allâh ha prometido a aquellos de quienes se acepta la plegaria. Allâh el Todo-Poderoso y Majestuoso dice: “Yo no acepto la plegaria sino de aquel quien se muestra modesto delante de Mi grandeza, quien no trata con arrogancia a Mis criaturas, quien no se acuesta por la noche con la intención de obstinarse en Mi desobediencia, quien no cesa de recordarme durante el día, quien se muestra misericordioso hacia el pobre, el viajero de paso, la viuda y el afligido. La luz de este es comparable a la del sol. Yo le protejo por Mi poder. Yo confío su protección a Mis ángeles. Yo le prodigo luz en las tinieblas e indulgencia en la cólera. Su imagen entre Mis criaturas es la del jardín del Firdaws en el Paraíso. –Al-Bazzar

Efectos espirituales de la plegaria

La plegaria realizada correctamente, en el recogimiento perfecto y el abandono total a Allâh, ilumina el corazón y educa el alma. Ella inicia al adorador en las reglas de la cortesía ligadas a la servidumbre y a los derechos de la señoría, la cual conviene a Allâh Poderoso y Majestuoso, y esto por el sentimiento de la majestad y de la magnificencia divina que ella enraíza en el corazón.

 La plegaria embellece al creyente con nobles atributos tales como la sinceridad, la modestia, la justicia y la benevolencia. Ella le eleva y le dirige exclusivamente hacia Allâh, reforzando así su atención (murâqaba) y su temor con respecto a su Señor, tanto que sus aspiraciones se elevan y su alma se vuelve más pura. Él se aleja así de la mentira, de la deslealtad, del mal, de la cólera y del orgullo. El detesta la injusticia, la inmoralidad y la desobediencia. El realiza así la finalidad de la plegaria descrita en el Corán de esta manera: “La plegaria impide la indecencia y lo reprobable. Y el recuerdo de Allâh es mayor, y Allâh sabe lo que hacéis” (Surat 29, vers. 45)

 La plegaria se compone de una forma externa (cuerpo) y de un fondo (alma). Su forma es representada por la adoración ejecutada por el cuerpo y su alma por aquella la cual emana del corazón. Es un ejercicio de fe espiritual y física el cual ilumina el corazón y el rostro con luces divinas y eleva el alma. La plegaria constituye también un vínculo entre el servidor y su Señor.

 Su cumplimiento es uno de los más grandes signos de la fe, una de las mayores marcas de la devoción y la prueba más evidente del reconocimiento a Allâh por Sus beneficios inconmensurables. Incumplirla es desligarse de Allâh, enajenarse de Su misericordia infinita, Su gracia desbordante y Su beneficio sin límites; es también negar Su generosidad y liberalidad.

 La plegaria correctamente ejecutada es un remedio contra las enfermedades del corazón y la degeneración del ego. Es la luz que disipa las tinieblas de los pecados y de las faltas. Abu Hurayra – que Allâh esté satisfecho de él – ha relatado que el profeta – sobre él la plegaria y la paz – dijo: “¿Qué pensáis si uno de vosotros encontrara un río que pasara delante de su puerta y se lavara en él cinco veces por día, quedaría en él algún resto de suciedad?” Le respondieron: “No quedaría seguramente nada”. Él dijo: “Esta es la imagen de las cinco plegarias cotidianas por las cuales Allâh borra los pecados”. Al Bujari – AL Muslim

El significado primario de la palabra árabe “ṣalat” es “súplica”. La plegaria ha sido nombrada así, pues ella es, en parte, súplica a Allâh. Se dice que su primer sentido era el de glorificación y si la plegaria ha sido llamada “ṣalat”, es porque ella es precisamente una forma de glorificar a Allâh, bendito sea.

Varios versículos del santo Corán hablan de la obligación de la plegaria, principalmente los siguientes: “Ciertamente la plegaria es para los creyentes un precepto en tiempos establecidos”. (Surat 4 vers. 102), “Ordena a tu gente la plegaria y persevera en ella. No te pedimos sustento. Nos te sustentamos. El buen fin pertenece al temor (de Allâh)” (Surat 20 vers. 131), “Estableced la plegaria, entregad la limosna e inclinaos con quienes se inclinan” (Surat 2 vers. 42). Igualmente, varios hadices evidencian su importancia, su carácter obligatorio, sus características y el castigo que espera a aquel quien la descuida.

Condiciones de validez de la plegaria

 El musulmán no puede cumplir la plegaria que bajo ciertas condiciones. Estas condiciones son las siguientes:

 1 – La pureza: ella concierne tanto al cuerpo como a la ropa y al lugar donde rezamos.

 2 – Cubrirse sus partes íntimas: en el caso del hombre se trata de cubrirse desde el ombligo hasta las rodillas. En cuanto a la mujer, ella debe cubrirse todo el cuerpo, exceptuados la cara, las manos y los pies.

 3 – La entrada de la hora legal de la plegaria: no está permitido el hacerla antes de su hora fijada. Indicaremos, más adelante, las horas respectivas de cada plegaria.

 4 – Ponerse en dirección a la qibla: durante la plegaria los musulmanes deben dirigirse hacia la qibla que es la casa sagrada de Allâh, la Ka’aba, la cual se encuentra en La Meca (Makka).

La llamada a la plegaria (adhân e iqâma)

Primera llamada a la plegaria (Adhân)

El Adhân es el hecho de llamar a los musulmanes a la plegaria. Ha sido instituido en el curso del primer año de la Hégira, pues el Enviado de Allâh – sobre él la plegaria y la paz –lo ha observado día y noche, aún si se encontraba en viaje, sin omitirlo nunca, aunque no fuera sino una sola vez, ni permitir abstenerse de él. Después de la muerte del Profeta – sobre él la plegaria y la paz – sus compañeros continuaron a respetar esta tradición, pues se había convertido en una obligación, o casi-obligación, habiendo sido ordenada por el Enviado de Allâh – sobre él la plegaria y la paz – en varios hadices.

Ahora bien, y es muy importante tener en cuenta que el Adhan es solamente obligatorio para llamar al rezo en las mezquitas. Nunca es obligatorio en una casa o local aunque recen varias personas a la vez.

Fórmula del adhân

La llamada a la plegaria (adhân), según los hadices auténticos, se realiza de la siguiente manera:

1 Allâhu Akbar Allâhu Akbar

   Allâhu Akbar Allâhu Akbar

  1. Ašhadu ‘an lâ ilâha ‘illa-l-Lâh

  Ašhadu ‘an lâ ilâha ‘illa-l-Lâh

  1. Ašhadu ‘anna Muḥammadan rasûlu-l-Lâh
  2. Ašhadu ‘anna Muḥammadan rasûlu-l-Lâh
  3. Ḥayya ˤala-ṣ-ṣalât, ḥaya ˤala-ṣ-ṣalât
  4. Ḥayya ˤala-l-falâḥ, ḥaya ˤala-l-falâḥ
  5. Allâhu Akbar, Allâhu Akbar
  6. Lâ ilâha ‘illa-l-Lâh

           1 – Allâh es el más grande, Allâh es el más grande, Allâh es el más grande, Allâh es el más grande,

 2 – Atestiguo que no existe otro dios que Allâh, Atestiguo que no existe otro dios que Allâh

 3 – Atestiguo que Muhammad es el Enviado de Allâh, atestiguo que Muhammad es el Enviado de Allâh.

 4 – Venid a la plegaria, venid a la plegaria

  1. Venid al éxito, venid al éxito
  2. Allâh es el más grande, Allâh es el más grande
  3. No hay divinidad sino Allâh

 En la plegaria del alba el mu’addin dice después de la quinta fórmula y antes de la sexta:

A-ṣ-ṣalâtu jayrun mina-n-nawm

A-ṣ-ṣalâtu jayrun mina-n-nawm

La plegaria es mejor que el sueño, la plegaria es mejor que el sueño

Después él continúa su llamada como acaba de ser dicho.

 LA IQAMA

La Iqama constituye la segunda llamada inmediatamente previa a la plegaria  cuando se está en la mezquita, pero cuando no se reza en la mezquita constituye la llamada única, después de la cual se comienza el salat de inmediato.

Es obligatoria para el hombre, pero no para la mujer cuando reza sola.

Fórmula de la segunda llamada (iqâma)

  1. Allâhu Akbar, Allâhu Akbar Allâh es el más Grande, Allâh es el más Grande
  2. Ašhadu ‘anna lâ ‘ilaha ‘illâ-l-Lâh Testifico que no hay más dios que Allâh
  3. Ašhadu ‘anna Muḥammadan rasûlu-l-Lâh Testifico que Muhammad es el Enviado de Allâh
  4. Ḥayya ˤalâ-ṣ-ṣalât Acudid a la plegaria
  5. Ḥayya ˤalâ-l-falâh Acudid al bien
  6. Qad qâmati-ṣ-ṣalât – Qad qâmati-ṣ-ṣalat La plegaria está abierta – La plegaria está abierta
  7. Allâhu Akbar Allâhu Akbar Allâh es el más Grande, Allâh es el más Grande
  8. Lâ ‘ilâha ‘illâ Allâh No hay más dios que Allâh

¿COMO REALIZAR LA PLEGARIA?

Después de esto conviene hacer lo que sigue:

 1 – Comenzar la plegaria por la fórmula de sacralización (takbiratu-l-‘ihrâm): “Allâhu Akbar”, la cual pronunciaremos en voz alta, levantando las manos a la altura de los oídos.

 2 – Bajad ambas manos hasta la altura del ombligo y subidlas colocando la mano derecha sobre la mano izquierda poniéndolas sobre el pecho.

 3 – Seguidamente se recita la Surat 1 – La Apertura – Fatiḥa

Bismi-l-Lâhi-r-Raḥmâni-r-Raḥîm. Alḥamdu li-l-Lâhi Rabbi-l-ˤâlamîn. A-r-Raḥmâni-r-Raḥîm. Maliki yawmi-d-dîn. ‘Iyyâka naˤbudu wa ‘iyyâka nastaˤîn. ‘Ihdinâ-ṣ-ṣirâṭa-l-mustaqîm. Ṣirâta-l-ladîna ‘anˤamta ˤalayhim. Gayri-l-magḍûbi ‘ˤalayhim wa lâ-ḍ-ḍâllîn. Amîn

En el nombre de Allâh, el Todo Misericordioso, el Muy Misericordioso. Alabanza a Allâh, Señor de los mundos. El Todo Misericordioso, el Muy Misericordioso. Rey del Día del Juicio. Es a Ti a Quien adoramos y es a Ti a quien pedimos ayuda. Guíanos en el camino recto. El camino de aquellos de quienes has colmado de favores, y no al de aquellos quienes incurren en Tú cólera ni el de los extraviados.

Muy importante:

El rezo de la Fatiḥah en cada unidad de plegaria (raka’) es obligatorio y sin ella la plegaria no es válida bajo ningún concepto.

4– Después de la recitación de al-Fâtiha, es recomendable recitar una de las surats cortas del final del Corán. Se puede asimismo recitar cualquier versículo (tres o más) de una larga surat. Esta recitación la cual sigue a la de al-Fâtiha se debe hacer en las dos unidades de plegaria  de todas las plegarias obligatorias, así como en las plegarias supe rogatorias (que se cumplan de dos en dos).

Un ejemplo de surat que se recita después de la Fatiḥa es la Surat Al Ijlas (El culto puro):

Bismi-l-Lâhi-r-Raḥmâni-r-Raḥîm. Qûl Huwa-l-Lâhu Aḥad; Allâhu-ṣ-Ṣamad; Lam yalid wa lam yûlad; Wa lan yakun lahû kufu’an aḥad

En el nombre de Allâh, el Todo Misericordioso, el Muy Misericordioso. Di: Allâh es Uno; Allâh es el Sostén Universal; No engendra ni es engendrado; Y no hay nada igual a Él.

5 – Una vez terminada la recitación, se dice de nuevo: “Allâhu Akbar” en voz audible; nos inclinamos “ruku’”. Es necesario inclinarse hasta tomar las rodillas con las manos. Según la sunna hay que mantener la cabeza en la misma línea horizontal que la espalda. Se deben apoyar las manos sobre las rodillas (abarcando  estas). Los brazos deben estar separados de los dos lados del cuerpo y los dedos separados. La espalda debe encontrarse en posición completamente horizontal.

 En cuanto concierne a la mujer, ella deberá no despegar los brazos del cuerpo durante su ruku’.

Es aconsejable repetir tres veces la siguiente fórmula en voz baja:

Subḥâna rabbî-l-ˤaẓîm – Gloria a mi Señor, el Inmenso

6 – Posteriormente nos incorporamos de pie con los brazos pegados al cuerpo mientras decimos en voz audible:

“Samiˤa-l-Lâhu liman ḥamidah; rabbanâ wa laka-l-ḥamd”.

Oh Allâh a Ti la alabanza; Oh Allâh escucha a quien te alaba

7 – Una vez incorporados después del ruku’, nos prosternamos. Dejamos la posición de pie mientras decimos en voz audible: “Allâhu Akbar”  Las rodillas en el suelo, las palmas de las manos completamente abiertas sobre el suelo y la frente entre las dos manos, cuyos dedos se deben encontrar agrupados de manera natural. Una vez prosternados, guardamos los pies en contacto con el suelo y no los levantamos. Orientamos la punta de los dedos de la mano hacia la Ka’aba, sin dejar de posarlos en el suelo, así como el resto de la mano. Debemos cuidar  de que los talones de los pies no estén en contacto con el suelo durante la prosternación (suŷud). Debemos observar el recogimiento más profundo. El hombre separará los brazos del cuerpo y la mujer los dejará recogidos. Acordémonos que en este estado nos encontramos muy cerca de nuestro Señor y decid mientras estéis prosternados en voz inaudible:

“Subḥâna rabbî al-âˤlâ “(tres veces seguidas)

Gloria a mi Señor el Altísimo.

 No es conveniente decir esta fórmula menos de tres veces; y si estamos solos, la podemos repetir hasta diez veces. Es preferible también no limitarse solamente a esta fórmula de glorificación de Allâh y hacer tantas invocaciones como se quiera, pues el Profeta – sobre él la plegaria y la paz – ha dicho: “El hombre no está nunca tan cerca de su Señor que cuando está prosternado. Así pues, implorad a Allâh abundantemente durante vuestra prosternación.” Muslim

8 – Después de quedarse en prosternación inmóvil unos instantes, levantamos la cabeza pronunciando: “Allâhu Akbar” en voz audible; seguidamente nos sentamos sobre la pierna izquierda (estando esta replegada) poniendo la pierna derecha igualmente replegada con los dedos apuntando a la qibla. Posamos la mano derecha sobre el muslo derecho y la mano izquierda sobre el muslo izquierdo. Los dedos guardan una posición natural cerca de las rodillas. Nos mantenemos en esta posición durante algunos instantes antes de prosternarnos de nuevo diciendo: “Allâhu Akbar” en voz audible. Y se obra de la misma manera que durante la primera prosternación.

 Es recomendable de decir entre las dos prosternaciones la invocación siguiente en voz inaudible:

Allâhumma gfir lî wa-rhamnî wa ‘fu ˤannî wa ˤâfinî wa-rsuqnî waŷburnî wa-sturnî

¡Señor! Perdóname, concédeme Tu gracia, absuélveme, presérvame de todo mal, concédeme mi subsistencia, reconfórtame y protégeme.

 9 – Después de la segunda prosternación, se levanta la cabeza diciendo: “Allâhu Akbar” en voz audible, partiendo hacia la posición de pie, y habremos así terminado una unidad de plegaria o rak’a’.

Hemos visto detalladamente cómo se debe hacer una rak’a y la necesidad de ejecutarla con el mayor cuidado.

 Después de la segunda prosternación de la primera rak’a nos ponemos de pie diciendo: “Allâhu Akbar” en voz audible, después recitamos la Fâtiha (primera surat del Corán) así como otros versículos del Corán. Nos inclinamos (ruku’) nos prosternamos (suŷud) repitiendo exactamente lo que hemos hecho en la primera rak’a.

 Después de la segunda prosternación de la segunda rak’a, nos sentamos sobre la pierna izquierda replegada, replegamos asimismo la pierna derecha orientando los dedos de los pies hacia la Ka’aba. Colocamos sobre el muslo derecho la mano derecha cerrada, a la excepción del índice el cual dejamos desplegado. Igualmente, colocamos la mano izquierda sobre el muslo izquierdo. Y en esta posición pronunciamos la siguiente fórmula llamada “tašahhud”. Durante esta recitación es muy recomendable oscilar el índice de la mano derecha a fin de protegernos contra el o los chayatins que intentan distraernos de la plegaria:

“A-t-taḥîyyâtu li-l-Lâh a-s-sakiyatu li-l-Lâh, a-t-tayyibâtu a-ṣ-ṣalawâtu li-l-Lâh a-s-salâmu ˤalayka ayyuhâ-n-nabiyyu wa raḥmatu-l-Lâhi taˤalâ wa barakâtuhu a-s-salâmu ˤalaynâ wa ˤalâ ˤibâdi-l-Lâhi ṣâlihîn Ašhadu ‘an lâ ‘ilaha ‘illâ-l-Lâh waḥdahu la šarika  lahu wa šhadu ‘an Muḥammadan ˤabduhu wa rasûluhu.”

“Los saludos son a Allâh, así como las limosnas, las palabras puras y las plegarias. El saludo sobre ti, oh Profeta, y sobre ti la misericordia y la bendición de Allâh Altísimo; saludos a nosotros y a todos los siervos puros de Allâh. Atestigua que no hay dios sino Allâh, Solo y sin asociados y que Muhammad es Su servidor y Enviado.”

Si lo deseamos podemos alargar el Tašahhud o Tahiyya con lo siguiente en la última raka’ de cada plegaria: Hemos de decir que esta segunda parte es opcional y que se puede hacer únicamente si se desea:

Wa-š-šhadu ‘anna ladî ŷa’a bihi Muhammadin ḥaqqun wa ‘anna-l-ŷannata ḥaqqun wa ‘anna-n-nâra ḥaqqun wa ‘anna-l-misana haqqun wa ‘anna-ṣ-ṣirata ḥaqqun wa ‘anna saˤata ‘atiyyatin lâ rayba fîhâ yabˤazu man fî-l-qubûr Allâhumma ṣalli ˤalâ Muḥammadin wa ˤalâ ˤâli Muḥammadin kamâ ṣallayta ˤalâ ‘Ibrâhima wa ˤalâ ˤâli Ibrahîm wa bârik ˤalâ Muhammadin wa ˤalâ ˤali Muḥammadin kamâ bârakta ˤalâ Ibrahîma wa ˤalâ ˤâli Ibrahîma fî-l-ˤâlamîn ‘innaka ḥamîdun mayîd”.

Y atestiguo que lo que trajo Muḥammad es verdad, que el paraíso es verdad, que el fuego es verdad, que la Balanza es verdad, que el puente del Ṣirat es verdad y que cuando llegue la hora seremos, sin duda alguna, sacados de nuestras tumbas. Señor acuerda Tu gracia a Muhammad y a la familia de Muhammad  tal y como la has acordado  a Ibrahim y a la familia de Ibrahim. Señor bendice a Muhammad y a la familia de Muhammad tal y como bendijiste a Ibrahim y a la familia de Ibrahim, Tú eres digno de alabanza y glorificación.

Después de la última unidad de plegaria (raka’) de cada salat pronunciamos el saludo final, el cual da final a la plegaria, de la siguiente manera:

Girad vuestra cabeza hacia la derecha diciendo a cada lado en voz audible:

A-s-salâmu ‘alaykum wa raḥmatu-l-Lâhi (La paz sea sobre vosotros así como la Misericordia de Allâh)

Número de unidades de plegaria de cada salat

Por lo que respecta a las plegarias obligatorias, el número total de rak’a’ es de diecisiete, repartidas de la siguiente manera:

  • Subh (dos)
  • Dûhr (cuatro)
  • Asr (cuatro)
  • Magrib (tres)
  • ‘Išâ’ (cuatro)

LAS CINCO PLEGARIAS COTIDIANAS

 Allâh, el Sublime, el Grande, ha prescrito a los musulmanes cinco plegarias al día a fin de purificar sus almas y sus corazones para que ellos queden en contacto con El, evocándole constantemente. Sólo las personas piadosas inclinadas a la beneficencia y a la obediencia a Allâh sienten la alegría que proporciona este bien privilegiado y gustan de la fe de la adoración de Allâh.

Ahora, para completar la explicación de cómo se realiza cada salat, vamos a explicarlas una a una, precisando además el tiempo obligatorio y recomendado de cada una de ellas.

Plegaria del Subḥ

Consta de únicamente dos raka’ (unidades de plegaria) y de una sola Tahiyya (Tašahhud) inmediatamente antes del saludo final.

Las recitaciones de la Fatiḥah y del Corán posterior a ésta deben hacerse en voz audible.

El Subḥ tiene un tiempo recomendable y otro obligatorio:

Recomendable: Inmediatamente después del Faŷr y en el momento de despuntar el alba.

Obligatorio: Desde el despuntar del alba hasta unos minutos antes de la salida del sol.

Plegaria del Ḍuhr

Consta de cuatro unidades de plegaria (raka’); por lo tanto, se debe hacer Tahiyya (Tašahhud) en dos ocasiones, es decir, en la segunda y cuarta raka’; después de esta última se hace el saludo final.

En las plegarias de más de dos raka’, nos levantamos después de la primera Tahiyya, diciendo en voz audible: “Allâhu Akbar” una vez que hayamos llegado a la posición de pié.

Las recitaciones de la Fatiḥah y del Qur’an se hacen en voz inaudible; no olvidemos que en todas las salats la recitación del Qur’an posterior a la Fatiḥa se debe hacer solamente en las dos raka’ primeras.

El tiempo recomendable, en el caso específico del Duhr coincide exactamente con el obligatorio; en este caso el tiempo comienza al mediodía, dejando pasar un tiempo de prudencia (+- 15 minutos) y finaliza con el comienzo de la plegaria del Aṣr).

Plegaria del Aṣr

Consta de cuatro unidades de plegaria (raka’); por lo tanto, se debe hacer Tahiyya (Tašahhud) en dos ocasiones, es decir, en la segunda y cuarta raka’; después de esta última se hace el saludo final.

Las recitaciones de la Fatiḥah y del Qur’an se hacen en voz inaudible; no olvidemos que en todas las salats la recitación del Qur’an posterior a la Fatiḥa se debe hacer solamente en las dos raka’ primeras.

Su tiempo comienza cuando la sombra proyectada por el sol sobre un objeto alcanza la misma longitud que éste.

Es recomendable realizarla en los tres primeros cuartos de hora desde el inicio de su tiempo.

Es obligatorio terminarla unos minutos antes del ocaso.

Plegaria del Magreb

Consta de tres unidades de plegaria (raka’); se debe hacer Tahiyya en la segunda y en la tercera raka’; y realizar el saludo final después de esta última.

Las recitaciones de la Fatiḥah y del Qur’an de las dos primeras raka’ se hacen en voz audible.

Su tiempo comienza con la puesta del sol, cuando éste ha desaparecido por el horizonte.

Es muy recomendable rezar el Magreb en los primeros 10 minutos, recomendable en los primeros 20 y obligatorio rezarlo antes de comenzar el tiempo del ‘Išâ.

Plegaria del ‘Išâ.

Consta de cuatro unidades de plegaria (raka’); por lo tanto, se debe hacer Tahiyya (Tašahhud) en dos ocasiones, es decir, en la segunda y cuarta raka’; después de esta última se hace el saludo final.

Las recitaciones de la Fatiḥah y del Qur’an de las dos primeras raka’ se hacen en voz audible.

Su tiempo comienza cuando se ven las estrellas brillar en el cielo, según los países, aproximadamente entre 1 h 20 minutos y 1 h 40 minutos después de la puesta del sol.

Es recomendable rezar el Iša antes de acostarse.

Es obligatorio rezarla en el tiempo comprendido entre el principio de su tiempo y un cuarto de hora o media hora antes del alba.

Observaciones

Es necesario recordar que todas las recitaciones de la Fatiḥa de la tercera y cuarta raka’ deben realizarse en voz inaudible

Continuaremos con…

Una vez sabemos cómo rezar las cinco plegarias obligatorias seguiremos con un capítulo en el cual explicaremos cómo realizar la plegaria en la mezquita, cómo recuperar las unidades perdidas de la plegaria en común si llegamos tarde. Cómo rectificar y recuperar los movimientos o recitaciones que hayamos hecho de más o de menos en nuestra salat; cuáles son las salat voluntarias muy recomendables a hacer junto a las obligatorias (sunna mu’akkada – sunna reforzada); cómo acortar las plegarias en viaje, cómo realizarlas cuando nos encontramos en un vehículo de transporte, y algunas indicaciones más con las cuales queremos completar el capítulo del salat en solitario o en común