La Gran Personalidad de Allah
Abdul Karim Mullor
La Gran personalidad de Allâh
En el Nombre de Allâh, el Todo Misericordioso, el que manifiesta Su Misericordia – y la plegaria y la paz para el Enviado, su familia y compañeros.
Nadie ha dejar de pensar que donde hay un gran bien el enemigo de Allâh y del Ser humano estará ahí para poder impedirlo.
¿Has visto a quien toma por dios a su pasión y Allah lo extravía en virtud de un conocimiento, sella su oído y su corazón y pone un velo sobre su vista? ¿Quién lo guiará fuera de Allah?¿Es que no vais a recapacitar? (45-23)
Muchos de estos representantes del enemigo se han apostado al lado del Sufismo a fin de banalizarlo y de reducirlo a las tesis masónicas. Una de las técnicas utilizadas para llevar a cabo esta banalización es hacer parecer de que el Sufismo se asemeja a ciertas doctrinas orientales como son el Hinduísmo, el Budismo o el Taoismo. Nada más lejos de la realidad. Ya que, poniendo como ejemplo el Budismo, el Sufismo es todo lo contrario a él, tanto en el concepto de Allâh como en el del Ser humano. Diremos someramente que mientras en el Budismo se intenta anular la personalidad del Ser humano para que este sea más sometido a las órdenes de sus próceres, el Islam y el Sufismo fijan en la personalidad humana el centro de la Sabiduría. Dijo el Profeta:
Quien se conoce a sí mismo, conoce a su Señor
En cuanto a la Personalidad divina el Budismo la niega, con lo cual nos encontramos con algo que contradice de frente a la realidad Divina, tanto en su aspecto de Ilahiyya (Divinidad), como en su Rabbaniyya (Señoreidad), así como en los Nombres y atributos mediante los cuales se da a conocer en la Creación.
Gentes, como Eric Geofroi, y este es solo un ejemplo, un personaje que actúa como escudero de Jalid Ben Tunas, falso maestro que dice representar una Tariqa, entran en este juego diabólico de banalización del Tasawwuf.
Cuéntales el caso de aquel a quien habíamos dado Nuestros signos y se despojó de ellos, entonces el Shaytán fue tras él y estuvo entre los desviados. (175-176)
No entendemos cómo es posible que algunos quienes dicen acercarse al Sufismo pueden caer en las redes de personajes y de metodologías tan torpes como oscuras. Pero el verdadero Sufismo tiene sus representantes, como el que aquí os escribe, y no voy a dejar indemne este ataque frontal de corte masón contra las Realidades rutilantes del «Camino de aquellos a quienes has favorecido«.
Y es que el Islâm y el Sufismo están basados en la personalidad. Hoy vamos a referirnos a la Gran Personalidad de Allâh.
La Gran Personalidad de Allâh.
La doctrina ortodoxa islámica, llamada Aqida, sobre todo la Ašariyya, define a Allâh negándole fundamentalmente los atributos y limitaciones de los seres creados. Por prudencia, esta doctrina no asegura cuales son las peculiaridades de Allâh sino en la medida en la que El Mismo se ha definido con Sus Nombres y atributos. Pero el Tasawwuf si va más allá. Por la peculiaridad de su Ciencia, el Tasawwuf se acerca mucho más que la Aqida Ašariya en su definición de las peculiaridades que son propias al comportamiento de Allâh con los seres humanos, así como en la relación Divina con los verdaderos creyentes. Con el cuidado y tacto que pide dicha situación, el verdadero sufí establece unas pautas específicas, pues, como dice el Corán:
“No verás cambios en la costumbre de Allâh”.
Ahora bien, estas pautas, lejos de ser rígidas, se adaptan a las situaciones y a las condiciones de cada marco al que se aplica. Y esto, porque la Personalidad de Allâh es tan grande que no se la puede abarcar, ni tan siquiera definir.
Volvamos al hadiz: Quien se conoce a sí mismo, conoce a su Señor
¿No es cierto que a quien lo haya leído se le ha escapado un factor elemental? A saber, “conoce a su Señor”, es decir, a Rabbi, no a Allâh como ilahi o divinidad. Muchos se han echado las manos a la cabeza cuando han querido aplicar el aspecto de Rabbi al de Ilahi.
Ilahiya
Es en el aspecto de la Divinidad en ella misma, es decir Ilahiya, que encontramos la Gran Personalidad de Allâh. Es tanta, tan grande, tan enorme, esa Personalidad que ella se despliega en Señoreidad, en Nombres y Atributos para satisfacer la sed de conocimiento con la que El Mismo ha dotado a Su Ser humano, que es lo mejor de la creación. Es tan grande esa Personalidad que el Mismo la define como estando más cerca de nosotros que nuestra propia vena yugular. Aquí, en esto, Allâh no se define a El Mismo como Rabbi, sino como Ilahi. Esto es realmente desconcertante menos para aquellos dotados de entendimiento. ¡Cómo será entonces para aquel que haya penetrado en los entresijos de esta realidad y haya sido consciente de ella!
Una personalidad tan enorme que controla hasta el mínimo movimiento de una hoja producida por un débil viento, imperceptible para todos. Conoce el pasado, el presente, el porvenir; decide absolutamente todo sin oposición. Impone lo que Él quiere, imponiéndose a Sí Mismo la Misericordia. Enseña, da provisión, perdona, acompaña, ama, da fuerzas, etc.
Es por Su Personalidad que Allâh puede ser amado. ¿Cómo entonces amar a algo difuso, a una entelequia? Quien hace eso lo que está haciendo es amar a la pasión de su propia nafs.
¿Qué opinión te merece quien hace de su deseo su dios?¿Vas a ser tú su guardián? (24-43)
Rabbaniyya
No nos vamos a extender en esto demasiado pues no es el objetivo de este nuestro escrito. Diremos para simplificar que Allâh es Rabbi (Señor) con respecto a la creación. Diremos asimismo que ese aspecto de Señor se encuentra dentro de Su Ilahiya.
Asma’u wa –ṣ-ṣifat – Nombres y atributos
“Suyos son los Nombres más hermosos”
Lo mismo que para la Rabbaniya podemos argumentar para los Nombres y Atributos divinos. Se trata del obrar y darse a conocer de Allâh con respecto a la Creación. Y esto demuestra que Su Gran Personalidad abarca todas las cosas.