Islam en español

As salamu alaykum

La paz sobre vosotros:

Cuando observamos con perspectiva la situación del Islam en España; el que aquí escribe, musulmán convertido en Enero de 1979, puedo observar, ya no la gran, sino la enorme diferencia existente entre el Islam incipiente en España de aquella época y el de nuestros días.

Puedo asegurar de manera  totalmente rotunda que desgraciadamente el Islam en España, aun a pesar del aumento en número de nuevos conversos, se encuentra en una situación mucho peor que la de entonces; y eso, tanto a lo que se refiere a la formación del musulmán medio, que presenta llamativas carencias, como en lo que se refiere a los mensajes doctrinales que llegan a los musulmanes de parte de las “empresas del Islam”; ya que es éste el apelativo que corresponde a grupos de economía muy saneada que presentan prédicas que mucho más han de ver con intereses económicos y políticos que con religiosos propiamente dichos.

Hoy, en la época de la muy cuestionable “libertad de expresión”, quien no tiene medios financieros no puede transmitir mensaje alguno. Esto existe igualmente en el terreno de lo religioso, y en concreto en el Islam.

Recuerdo como en el año 1978 y 1979 debíamos adquirir los libros de religión en Francia; gracias a que sabíamos francés nos pudimos formar, ya que en España los libros de Islam eran inexistentes, salvo aquel Corán de la editorial Planeta traducido por Vernet, y algún otro ensayo de Miguel Asín Palacios, uno de los más antiguos arabistas españoles junto con Fortunato Riloba. Gracias a ellos pudimos encontrar una gramática y diccionario árabes. El caso es que, hoy por hoy, 40 años después, la literatura de Islam en español brilla por su ausencia. Es tan llamativa y tan extraña la situación que no vemos, como se puede observar en Francia, profesionales liberados que puedan dedicarse todo el día a traducir el inmenso patrimonio de la literatura musulmana, ya sea religiosa, ya sea científica o puramente histórica.

En Islam en español lo único que llega a los hispanohablantes, ya sea en España o en América Latina, son una especie de catecismos y misales procedentes de Arabia Saudita o de Qatar donde se dice a los musulmanes, como si fueran niños de 10 o 12 años lo que deben hacer, pensar y decir. Digo catecismos y misales porque el sistema didáctico que se utiliza en ellos es el mismo que el utilizado por los curas en los años 60; similar en la presentación, en la didáctica y en las múltiples alusiones a la condenación eterna en el Infierno a los “niños malos” que cometían pecados y no hacían caso al sacerdote de turno. Mientras la Iglesia evolucionó en su didáctica educativa con respecto a sus feligreses, el Islam procedente de la región del Golfo ha ido para atrás

Estas pueriles publicaciones que podemos encontrar en determinadas mezquitas, donde el mármol está presente y la espiritualidad y el temor de Allah escasean, resultan ser de lo más infantil, tanto en su presentación como en la didáctica, y están diseñadas a hacer de los musulmanes autómatas al servicio de la secta; y si se tercia, convertirles en niños maleducados que por haber aprendido cuatro consignas se creen con derecho a condenar verbalmente al Infierno a todo musulmán maduro e inteligente que no sigue las consignas de sus jefes, a quienes ellos en un alarde de sumisión llaman “shayj” o “sabio”. La sumisión, a veces es recompensada con sustanciosas pagas, si se es predicador o regalos si se es de la plebe de “fieles”. Esta es la realidad y no otra que mora detrás del suntuoso mármol de mezquitas de las que no es necesario decir el nombre, pues ya es conocido ampliamente por todos vosotros. La misma realidad que puebla sus mezquitas y centros satélite.

La prédica audiovisual sigue las mismas pautas que las de esos catecismos y misales que acabo de mencionar; y es realizada por agentes con una escasa formación, que para aventajar al auditorio, han estudiado cuatro consignas más que ellos para hacerse pasar por sabios. Todo esto deriva en la práctica e ideario de un Islam que bien podría ser presentado en comics sin perder nada de su paupérrimo contenido.

Todo esto expuesto, la situación es tal que en Islam en español apenas hay traducidas algunas obras de importancia relevante, tales como el compendio del Bujari, el Sahih Muslim; el Jardín de los Virtuosos, El Shifa’ del Qadi Iyyad y pocas cosas más. Ahora bien, lo que queda por traducir es una cantidad innumerable de obras, que por su contenido didáctico, doctrinal, e incluso espiritual, resultan ser absolutamente necesarias para hacerse una idea completa, al menos en el orden académico, de lo que es la religión del Islam; su doctrina, su filosofía, su metafísica, sus ciencias en general. Mientras, curiosamente, uno tiene derecho a asombrarse cuando observa que en el país vecino del Norte podemos encontrarlo absolutamente todo.

Seguramente esta web podrá paliar parcialmente los efectos de esta carencia, aunque para ello se precisa de vuestra confianza y seguimiento. Porque aquí estamos escribiendo personas que ya hemos asimilado esas ciencias que faltan en el panorama del Islam español. Aunque también somos conscientes que para poner al día a los musulmanes, y traducir todo cuanto falta, haría un pequeño equipo de traductores que en un periodo de 5 años pudieran poner en español todo cuanto falta. Y para esto hacen falta dos cosas: honestidad y dinero. Digo honestidad porque dinero tiene sin duda Arabia Saudita o Qatar, pero honestidad no. El Islam que les interesa presentar es una doctrina deformada y políticamente conveniente para ellos, sin contar de que a ellos no les interesa que los musulmanes se formen, no vaya a ser que se hagan independientes y más sabios que ellos, lo cual no es nada difícil.

La otra opción sería que cada musulmán pusiera una ínfima cantidad de dinero al mes (de 1 a 5 Euros) para pagar la traducción y la edición; pero esto, vista la tan gran desunión que existe entre los musulmanes de España es prácticamente inviable. ¿Cuál pues podría ser la solución? Pues ponerse en Manos de Misericordioso y trabajar con lo que tenemos hoy, que es nada. No podemos vivir de sueños, hay que trabajar con la nada que ahora tenemos como si nunca fuera a haber un mañana.

No quiero extenderme más. Creo que el mensaje ha sido expuesto y es claro, probablemente más tarde, si se diera el caso podríamos hablar de posibles estrategias, si como va sucediendo poco a poco, el grupo agranda lo suficiente para poder pasar a otra velocidad de crucero.

Que Allah tenga Misericordia de todos nosotros y nos ayude en nuestra religión.

Salam

Abdul Karim Mullor