Ināba (la conversión)

Diccionario de términos sufíes de Sidi Aḥmed ben ˁAǧiba.

Traducción y notas por El Mehdi Flores

Dice el šeyj Aḥmad ben ˁAǧība:

La ināba es más específica que la τawba, el arrepentimiento, porque el retorno a Dios, en el caso de la ināba, supone la ruptura del ego y un renacer a la vía espiritual. La ināba tiene tres grados: el primero consiste en un retorno desde el pecado al arrepentimiento, el segundo de la distracción a la atención vigilante y el tercero de la conciencia separativa a la conciencia unitiva con Dios.

(Para el término τawba: esislam.com/?s=tawba

awba

Notas

El ego (nafs) es el velo que hace posible la ilusión de individualidad humana separada del Todo. El ser humano se va construyendo una personalidad a lo largo de los años. Esa personalidad, la persona, acaba siendo su identidad individual y social. Persona en latín significa «máscara». En este drama de la vida, cada uno adopta un papel, una máscara que lo caracteriza y lo distingue de los demás. Cuando el ser humano se identifica con su personaje, es decir, con su máscara, entonces se olvida de su verdadera identidad subyacente y se extravía en el mundo de la ilusión y la dualidad.

La ināba consiste en un movimiento decidido de retorno a la conciencia de la unidad. Este proceso es similar al despertar del sueño. Este concepto de despertar aparece también en otras religiones, concretamente en el budismo, donde la palabra sánscrita Buda significa Despierto.

El despertar puede ser súbito o gradual, como el amanecer, conocido en árabe como išrāq. El autor que más ha ahondado en este concepto es el šeyj Shihabu-din Suhrawardi, en su libro Kitābu ḥikmati-l-išrāq (El libro de la sabiduría del Išrāq) en el que nos habla de la luz y del conocimiento presencial (ḥuḍūrī). Este conocimiento es la gnosis, el conocimiento de la realidad tal como es. Cuando se descorre el negro velo del ego, la Realidad se muestra por si sola, como el sol que amanece de las tinieblas de la noche.

Un día le preguntó Aisha, la mujer del Profeta, a Muḥammad, cómo había sido el encuentro con el arcángel Gabriel la Noche del Destino en la cueva y el profeta le respondió: «Fue como el despertar de la aurora». En el islam, uno de los nombres de Dios es «luz» (en árabe nūr) y en el Corán hay una azora con ese nombre.

«Dios es la luz de los cielos y la tierra» dice el Corán. El sufismo es el camino de retorno desde este mundo de tinieblas y sombras al mundo a la luz.

Vocabulario

Ināba: conversión, del verbo anāba, yunību que en el lenguaje religioso se traduce por volverse a Dios (ināba ilà-LLāh). En árabe moderno esta raíz n-w-b tiene un campo semántico muy amplio relacionado con sobrevenir repentinamente, alternar, delegar etc.

ruǧūˁ: retorno, del verbo ráǧaˁa,yarǧiˁu, volver. De ahí el participio de presente rāǧiˁ, pl. rāǧiˁūn en la frase coránica que se suele usar para dar el pésame: innā li-LLāhi wa ilayhi rāǧiˁūn = Somos de de Dios y a Él estamos regresando.

inkisār: rotura, ruptura (del ego), del verbo kásara, yáksiru = romper, fracturar, destruir, derrotar, desgarrarse.

nu: renacer, despertar, levantarse de la cama, ponerse en pie… del verbo náhaḍa, yánhaḍu. De esta raíz el árabe moderno forma palabras como nahḍa que significa despertar, movimiento espiritual que surge y sobre todo Renacimiento, aplicado por ejemplo al Renacimiento de las artes o la cultura.

sayr: viaje (espiritual) del verbo sāra, yusīru, que significa ponerse en movimiento, marchar(se), circular un vehículo, funcionar, seguir etc. De ahí el imperativo sir! = ¡vete, márcha(te)! y palabras como sayyāra= coche o masīra = marcha, como en al-masīra al-jaḍrāˀ = La Marcha Verde.

En el lenguaje religioso tenemos las palabra sīra con el significado de curso de la vida, biografía, sobre todo la sīra nabawiyya o biografía del profeta Muḥammad.

ḏanb: pl. ḏunūb, pecado, falta, pecado, delito, del verbo áḏnaba, yúḏnibu: pecar, cometer un delito, causar una ofensa.

gafla: distracción, inadvertencia, negligencia, olvido de Dios, del verbo gáfala, yáglufu= distraerse, no prestar atención, desinteresarse. En el Corán aparece a menudo el participio de presente gāfil, pl. gāfilūn = negligente, el que se desinteresa u olvida de Dios.

yáqaẓa: conciencia vigilante, del verbo yáqiẓa, yaquẓu = estar despierto, velar, no dormir, vigilar.

yaqẓān: despierto, vigilante. Recuérdese la novela de Ibn Tufayl: Ḥayy ibn Yaqẓān ( Viviente hijo del despierto) que se suele traducir por el «el filósofo autodidacta».

farq: separación, conciencia separativa, del verbo fáraqa, yáfruqu = separar, distinguir. De aquí el término coránico Al-Furqān = El criterio (moral).

ǧamˁ: conciencia unitiva, unión, integración, del verbo ǧámaˁa, yáǧmaˁu = reunir, juntar, de donde la palabra ǧúmuˁa = día de la reunión, viernes, ǧāmiˁ = mezquita (donde se agrupan los musulmanes para rezar), ǧamāˁa = aljama, comunidad de musulmanes, iǧmāˁ = consenso, maǧmaˁu-l-baḥráyn: la unión, la confluencia de los dos mares