Hablemos de Ramadan

La paz sobre vosotros

Estamos a las puertas de Ramadán. Como todos los años nos encontramos expectantes de la llegada de este mes que cambiará nuestras costumbres y que nos purificará interna y externamente. No es un mes cualquiera, y eso todos los musulmanes lo sabemos, lo hemos experimentado en numerosas ocasiones.

El año pasado hicimos un video en el que explicábamos como es obligatorio ver la luna al ojo desnudo para poder determinar tanto el comienzo como el final del mes. Por eso os adjuntamos este video de nuevo para que así podáis comprender que, tanto el Corán como la Sunna, establecen la visión de la Luna (no los cálculos) como la única metodología válida para determinar ambas fechas. Tampoco es válido comenzar y terminar el ayuno cuando lo hace un país lejano, pues tenemos testimonios de la Sunna en tiempos de sayyidina Uzman de como en Siria y en Madina, a veces, comenzaban y terminaban con un día de diferencia.

Si alguien os dice que es válido determinar el comienzo y el final del Ramadán mediante cálculos astronómicos, sabed que, como ya os hemos dicho en otras ocasiones el Profeta – sobre él la plegaria y la paz – dijo en un hadiz:

Somos una comunidad que no lee ni calcula; el mes es así o asá; tiene 29 o 30 días”.

Es así que calculan de esta manera no válida lo hacen siguiendo intereses políticos o estrictamente mundanales. Sabed asimismo que quienes eso proponen al resto de los musulmanes son de aquel grupo de los que el Profeta dijo: “Hay gentes para quienes lo que obtengan del Ramadán se limitará solamente a pasar hambre y sed”.

En cuanto a aquellos que viven en países del centro o norte de Europa, cuyas condiciones climatológicas no les permitirían ver el creciente, estos son los únicos que pueden utilizar cálculos, ya que ellos no tienen otra manera de descubrir los tiempos de comienzo y final. Esta es pues la única excepción, impuesta precisamente por circunstancias de fuerza mayor.

Por todo esto, nuestra comunidad islámica Abdu Madyam recomienda a los musulmanes de España que comiencen y termine el ayuno el mismo día que en Marruecos, que es el país vecino en el que se sale a ver la Luna como lo prescribe la charia.

Una vez dicho esto, y habiéndoos dejado el video sobre este tema, pasemos al lado práctico de cómo es y debe ser el ayuno.

El Siyam – El ayuno legal

El Siyam o ayuno legal es uno de los cinco pilares del Islâm. Consta, como todos sabemos de privarse de comer y de beber, así como de mantener relaciones sexuales desde el alba hasta la puesta del sol siguiendo las condiciones establecidas en cuanto se refiere para las mujeres, los enfermos y los viajeros cuando se trata de recuperar los días no ayunados por circunstancias legales.

Todo musulmán, hombre o mujer, está obligado a ayunar desde la edad de la pubertad.

El cuerpo se purifica de toxinas; la persona se vuelve más firme y más paciente, así como más solidaria con los que sufren por diferentes motivos las inclemencias de la vida y los designios del Destino.

Al final del ayuno, poco antes de terminar, debemos dar la limosna legal o Zakat al Fitr a los necesitados.

Si bien es cierto que nadie sale del Ramadán como entró en él, es decir, todo musulmán sale mejor persona de él, hay gentes que, poco a poco van perdiendo la gracia que han adquirido durante ese mes, pues, por un motivo u otro, vuelven a los malos hábitos que tenían durante el año. Ahora bien, si somos capaces de “parar el tiempo” y conservar lo adquirido, esto será una dosis de fe añadida que no se perderá nunca, simplemente por el esfuerzo de querer conservar el bien adquirido, el cual será correspondido y reforzado con la ayuda de Allâh.

El Sawm o privación

Todo acto relativo al cumplimiento de la charia en Islam tiene dos aspectos en los que es necesario incidir. Uno de ellos es el puramente externo, es decir, la privación de lo prohibido y el cumplimiento de lo obligatorio; el otro es su sentido profundo, el cual es operativo cuando el creyente desea activarlo y beneficiarse de Gracias divinas que se encuentran ocultas en los tesoros que el Rey de reyes posee para distribuir como, cuando, cuanto y a quienes El así lo ha decidido.

En cuanto al ayuno se refiere, el aspecto profundo, el significado sublime es el de la privación (Sawm), es decir, la renuncia a los placeres de la vida, aunque ellos sean de los permitidos (Halal) por Allâh.

Esta privación no tiene un modelo legislado, tampoco posee pautas específicas que todos hayan de seguir. Las pautas, las condiciones cambian de persona a persona, dependiendo de sus circunstancias personales, familiares y sociales.

Hacer Sawm pasa por privarse de las malas costumbres, de los pensamientos negativos, de acciones que nos proporcionan satisfacción al nafs y que no son necesarias para la vida. Hacer Sawm es dejar de mirar lo que no se debe, dar limosna aunque no se esté obligado a ello, hablar bien y de Allâh o de la religión todo el tiempo; recordar a Allâh, glorificarle y darle gracias. En resumen, es todo aquello que nos hace acercarnos a Allâh, pues estando cerca de El seremos mejores, y por ende seremos más útiles a nuestros semejantes.

Que tengamos todos un bendito Ramadán, que nos unamos los unos a los otros en la Verdad; que el Amor divino, reflejado en los creyentes sirva para una unidad ni siquiera imaginada por los más optimistas.