Guía del nuevo musulmán XII – Súplicas y recitaciones
Plegarias para por la mañana y por la tarde
Aṣbaḥnâ wa aṣbaḥa-l-mulku li-l-Lâhi rabbi-l-ˤalamîn
Entramos en el amanecer y entra en el amanecer el Reino de Allâh, Señor de los mundos
Allâhumma ‘innî as’aluka jayra hâdâ-l-yawmi fatḥahu wa nuṣrahu wa nûrahu wa barakatuhu wa hudâhu wa aˤudu bika min šarri ma baˤdah
¡Oh Allâh! Te suplico el bien de este día, su buen logro, su prosperidad, su luz, su bendición y su guía; me refugio en Ti contra el mal qye hay en él y contra el mal de su después.
Allâhumma ‘innî as’aluka ˤilman nâfiˤan wa rizqan wâsiˤan wa ˤamalan mutaqabbilan wa šifa’an min kulli dâ’in
¡Oh Allâh! Te suplico un conocimiento propicio y un sustento abundante, una conducta intachable y una cura contra toda enfermedad.
Amsaynâ wa amsâ-l-mulku li-l-lâhi Rabbi-l-ˤâlaimîn
Entramos en el anochecer y entra en el anochecer el Reino de Allâh Señor de los mundos
Allâhumma ‘inni as’aluka jayra hâdihi-l-laylati fatḥahâ wa nuṣrahâ wa nûrahâ wa barkatahâ wa hudâhâ wa aˤûdu bika min šarri mâ fîhâ wa šarri ma baˤdahâ
¡Oh Allâh! Te suplico el bien de esta noche, su buen logro, que sea propicia, su luz, su bendición y su guía; me refugio en Ti contra el mal que haya en ella y contra el mal de su después.

A la salida del Sol
Al-ḥamdu li-l-Lâhi-l-ladî aqâlanâ yawmanâ hâdâ wa lam yuhliknâ bi-dunûbinâ
Alabanza a Allâh que nos ha preservado este día y que no nos ha destruido a causa de nuestras faltas
Cuando se escucha la llamada a la oración del Magrib
Allâhumma ‘innâ hâdâ iqbâlu laylika wa ibdâru nahârika wa aṣwatu duˤâtika fa-gfir lî.
¡Oh Allâh!, esta es la hora de la llegada de Tu noche y de la partida de Tu día y del clamor de Tus heraldos; hazme pues don del perdón.
Bismi-l-Lâhi-r-Raḥmâni-r-Raḥîm; Bismi-l-Lâhi jayri-l-asmâ’i; Bismi-l-Lâhi-l-ladî lâ yaḍurru maˤa ismihi šay’un fî-l-‘arḍî wa lâ fî-s-samâ’i; wa Huwa-s-samîˤu-l-ˤalîm
En el Nombre de Allâh el Todo Misericordioso, el que Manifiesta Su Misericordia; en el Nombre de Allâh, el mejor de los nombres; en el Nombre de Allâh, con cuyo Nombre nada en la tierra o en el cielo puede hacer daño. Y Él es el Oyente, el Sabio
Al tiempo de ir a dormir
Allâhumma qinî ˤadâbaka yawma tabˤazu ˤibadak
¡Oh Allâh! Sálvame de Tu tormento el Día an que resucites a Tus servidores
Allâhumma bi-smika ‘amûtu wa ‘aḥyâ
¡Oh Allâh! En Tu Nombre muero y vivo.
Al tiempo de despertar
Al-ḥamdu li-l-Lâhi-l-ladî ‘aḥyânâ baˤda mâ amâtunâ wa ‘ilayhi-n-nušûr
Alabado sea Allâh que nos hace vivir después de habernos dado la muerte y al Él es el retorno.
Aˤûdu bi-kalimâti-l-Lâhi-t-tâmmati min gaḍbihi wa ˤiqâbihi wa min šarri ˤibâdihi wa min hamasâti-š-šayâtîni wa ‘aˤûdu bika rabbi ‘an yaḥḍurûn
Me refugio en la Palabra perfecta de Allâh contra Su Cólera y Su castigo y contra el mal de Sus servidores, y contra el asedio de los diablos; y me refugio en Ti Señor para que no vengan a mí.
A-T-TAHAŶŶUD
Se trata de una oración de dos unidades (raka’) que se hace en el medio de la noche; entre las 3 y las 3:30. La finalidad es la de pedir algo específico a Allâh, ya que a esa hora, según un hadiz qudsi, El desciende hasta el cielo inferior para escuchar las súplicas de Sus siervos.
El procedimiento es levantarse, hacerse las abluciones, rezar un salat de 2 raka’, y después del saludo final recitar la siguiente súplica pidiendo lo que deseemos:
Allâhhumma laka-l-Ḥamdu ‘anta qayyimu-s-samâwâti wa-l-‘arḍi wa mâ fî-hînna; wa laka-l-ḥamdu, ‘anta nûru-s-samâwâti wa-l-‘arḍ wa mâ fî-hinna; wa laka-l-ḥamdu, ‘anta maliku-s-samâwâti wa-l-‘arḍi wa mâ fî-hinna; ‘Anta-l-ḥaqqu, wa waˤduka ḥaqqun wa liqâ’uka ḥaqqun wa-n-nabîyûna ḥaqqun wa muḥammadun ḥaqqun wa-s-sâˤatu ḥaqqun.
Allâhhumma laka ‘aslamtu wa bika ‘âmantu wa ˤalayka ṭawakkaltu wa ‘ilayka anabtu wa bika jâṣamtu wa ‘ilayka ḥâkant.
Fa-gfir lî mâ qaddamtu wa mâ ‘ajjartu, wa mâ ‘asrartu wa mâ qaˤlantu, wa mâ ‘anta aˤlamu bihi minnî.
‘Anta-l-muqaddimu wa ‘Anta-l-Mu’ajjîr. Lâ ‘ilâha ‘illâ ‘Anta wa lâ ‘ilâha gayruka
¡Oh Allâh! Tuya es la alabanza, Tu eres el sostén de los cielos y de la tierra, y de cuanto hay entre ambos; y Tuya es la alabanza, Tu eres la luz de los cielos y de la tierra, y de cuanto hay entre ambos; y Tuya es la alabanza, Tu eres el Rey de los cielos y de la tierra, y de cuanto hay entre ambos.
Tú eres la Verdad y Tu promesa es verídica; el encuentro contigo es verídico; Tu Palabra es verídica; el paraíso es verdad y el Fuego es verdad; los Profetas son verídicos y Muḥammad es verídico; y la Hora del Juicio es verdad.
¡Oh Allâh! A ti me someto, en Ti creo, y de Ti me sustento y a Ti he de retornar; y por Ti me vuelvo animoso, y en Ti busco juicio.
Concédeme Tu perdón en aquello en lo cual me excedo, y en aquello a lo cual no llego; en lo que oculto y en lo que revelo, y en cuanto me concierne, de lo cual Tu eres el mejor Conocedor.
Tú eres Quien va por delante, y Tú eres el Que retiene por detrás. No hay divinidad sino Tú; y no hay otro dios sino Tú