El viaje y la ascensión celeste de Muhammad
La paz sobre vosotros.
Una noche grande esta que viene en la que celebramos el viaje y la ascensión del Profeta Muḥammad hasta la misma Presencia de Allâh.
¡Gloria a Quien hizo viajar a Su Siervo de noche, desde la Mezquita Sagrada a la Mezquita Lejana, cuyos alrededores hemos bendecido, para mostrarle parte de Nuestros signos! Él es Quien todo lo oye, todo lo ve. (17-1).
No he querido extenderme demasiado en el escrito, pues os invito a visualizar este video que al efecto hice el año pasado en el recinto de las Murallas Reales de Ceuta hablando precisamente de estos dos acontecimientos y explicando su significado.
Llamamos Iŷra’ al viaje nocturno del Profeta Muḥammad – sobre él la plegaria y la paz – a lomos de Buraq; una montura celeste destinada al uso exclusivo de los profetas. Y conocemos como Miˤraŷ a la ascensión celeste del Profeta hasta llegar, tal y como él mismo dijo, a la distancia de dos tiros de arco de Allâh Altísimo.
Se encontraba durmiendo en el Ḥatîm, que es el semicírculo que se encuentra entre la esquina Norte y la Oeste de la Ka’aba, cuando Ŷibril – sobre él la paz – le despertó y le ofreció subir a lomos de Buraq que le llevó hasta Jerusalem (al Qudds). Al llegar allí encontró a los otros tres enviados (Ibrâhîm, Mûsâ e ˤIsâ – sobre ellos la paz) (Abraham, Moisés y Jesús) con los cuales rezó dirigiéndoles en el salat.
Seguidamente Ŷibril le fue llevando de cielo en cielo, siendo que durante el viaje fue saludado y honrado por todos los profetas, hasta que llegó al séptimo, donde después de ser saludado por Ibrâhîm, esta vez en su apariencia celestial, llegaron al Sidrat al Muntaha (el azufaifo del confín) cuyas hojas se asemejan a las orejas de un elefante.
Llegados allí, Ŷibril se retiró pues, según él dijo, no le estaba permitido llegar más lejos.
Es entonces que el mismo Profeta nos relata que se situó a dos tiros de arco de Allâh y que, según dice el Qur’an, le fueron mostrados los más grandes signos de su Señor.
Por el Astro cuando desaparece!
Que vuestro compañero no está extraviado ni en un error. Ni habla movido por el deseo.
No es sino una revelación inspirada. Le enseña alguien de gran poder y fortaleza. Que tomó su verdadera forma sobre el horizonte más alto.
Y se acercó y se humilló*.
Y estuvo de Él a la distancia de dos arcos o aún más cerca.
Y Le inspiró a Su siervo lo que Le inspiró.
No mintió el corazón en lo que vio.
¿Podéis acaso negar lo que vio?
Ya lo había visto en otra revelación
junto al Loto del límite. A cuyo lado está el jardín del Refugio.
Cuando al Loto lo cubrió lo que lo cubrió.
No se desvió la mirada ni se propasó.
Y vio algunos de los mayores signos de su Señor. (53- 1 al 18)
Bajó de allí con el número de salawat prescritas para los musulmanes y cuando llegó de nuevo a Meca, fue desmentido por el Qurayš. ¡Qué asombrados quedaron estos cuando el Profeta les comunicó la cantidad de caravanas que se encontraban en el camino de Jerusalén a Meca, así como su posición exacta y el número de monturas que tenía cada una de ellas!
Ahora bien; ¿bajó realmente el Profeta de junto a la Presencia Divina? Nosotros creemos que no; ¡que eso es imposible!
He aquí la filmación que hicimos el año pasado hablando de estos acontecimientos.