El tafsir del Corán y del hadiz
A-s-salamu ˤalaykum – La paz sobre vosotros.
¿Qué es un tafsir, y sobre qué se aplica? Cuando este término se vincula al Corán o al hadiz, significa análisis, estudio o comentario científico.
Hoy, ya que Allâh dice en el Corán que el hijo de Adam es precipitado:
El hombre pide el mal de la misma manera que pide el bien, el hombre es siempre precipitado (17-11).
Hoy, decíamos, mucha gente se basa sobre una aleya o sobre un hadiz para establecer un juicio, y esto, en materia de religión, no es otra cosa que una muestra de ignorancia total, así como de ligereza y liviandad.
Dijo el Profeta – sobre él la plegaria y la paz -:
Los mejores hombres son los de mi siglo. Vendrán después de ellos, los hombres de los siguientes siglos, hasta que llegará un pueblo cuyos hombres testimonien antes de prestar juramento, y presten juramento antes de testimoniar.
(Recopilado por Al-Bujari y Muslim)
Este hadiz nos muestra claramente la ligereza de las gentes de estos tiempos, pues, tal y como dice otro hadiz, los musulmanes, en estos tiempos, seríamos muchos, pero fútiles como la espuma de las olas del mar.
Sabiendo esto, los hombres de ciencia del Islam, los hombres de la Jurisprudencia, del Hadiz, del Corán, de la ciencia en general, eran sumamente cuidadosos en su análisis de las aleyas del Corán y de la Sunna de sayyidina Muḥammad.
A fin de que cada uno no fuera por libre en su estudio del Corán y de la Sunna, fijaron el estudio de ambos haciendo de dicho estudio una ciencia aparte: la ciencia del Tafsir.
Ese tafsir se puede aplicar de la misma manera al Corán que a los hadices, así como a las historias procedentes de la vida del profeta, los compañeros y las personas de religión. De esta manera se evitaban los peligros inherentes a una interpretación precipitada y errónea de los textos revelados, así como la de acontecimientos que son claves en la historia del Islam.
Muchos tafsir del Corán afloraron en la época dorada del Islam, que fue probablemente la que se correspondió con los siglos XII y XIII de la era cristiana. Al Qurtubi, Ibn Kazir, Sahil Tuštari y otros realizaron sendos tafsir completos del Corán, mientras otros los escribieron de manera parcial, como al Gazali, Ŷilani, Abu Madiam, Suŷutí, y otros.
Sea como fuere, todos estos estudios guardan una estructura común, consecuencia del trato exquisito y cuidadoso que estos comentaristas concedían al Libro de Allâh.
Cada aleya del Corán es analizada de la siguiente manera:
A – Se expone la aleya en cuestión.
B – Se aportan todas las otras aleyas que se corresponden con la primera o que tratan de asuntos similares, o pudiera ser, que la abrogara, si llega el caso.
C – Se estudian las circunstancias en las que la aleya fue revelada, con datos históricos procedentes de la vida del Profeta – sobre él la plegaria y la paz -. Hay que saber que muchas aleyas fueron reveladas en respuesta a acontecimientos precisos. Es así pues, que este punto es de una extrema importancia.
D – Posteriormente, se presentan los hadices que tratan sobre el asunto de la aleya analizada.
E – Finalmente se recurre a los comentarios que los compañeros, los siguientes o los siguientes de los siguientes escribieron sobre ese mismo asunto.
F – El comentarista (el que hace el tafsir), puede que nos conceda su propio punto de vista, o puede que deje abierta las puertas de la comprensión a fin de que cada uno realice su esfuerzo personal de búsqueda o análisis.
G – Siempre, y en toda circunstancia, el texto de la aleya es mantenido incólume, a la cabeza de cada tafsir; convenientemente separada de su tafisr, el cual es desarrollado más abajo, separados de una manera clara y definitiva.
Esto, en cuanto al Corán se refiere. Ahora bien, el análisis del hadiz sigue más o menos la misma estructura, pues, el hadiz, como principio, no es otra cosa que la explicación del Corán y de parte de sus significados. Esto implica entonces que para el análisis de los hadices se traigan a colación los mismos elementos que cuando se trata del propio Libro de Allâh.
El tafsir del hadiz más célebre en la historia del Islam es el realizado por Ibn Hayyar al Asqalani sobre el Saḥih Bujari. El Fatḥu-l-Bari, es así como se titula este tafsir, fue celebrado por el sultán de Egipto con una gran fiesta, debido a la gran importancia que representaba en un país como Egipto que había sido tomado durante decenios por sultanes de ideología mutazillí.
Hacer, como algunos hacen hoy en día, un comentario entre paréntesis dentro del propio texto de la traducción del Corán, es simplemente, y somos generosos cuando decimos esto, una aberración.
Esto constituye una falta total de pudor de quien esto hace, ya que el desgraciado autor pone sus propias palabras, producto de su torpe incomprensión, al nivel de las palabras de Allâh Mismo; lo cual no es otra cosa técnicamente que un acto de asociacionismo, es decir, el pecado que nunca se perdona en el Islam.
Para cometer esta ignominia es necesario estar dotado de una buena dosis de orgullo, cuando no de maldad, o bien simplemente, pudiera ser que quien eso hace, trata de seguir las pautas, las órdenes de aquella secta que le da dinero para vivir y retozar en el mundo de la mentira y el fraude.
Desde aquí, por enésima vez, aconsejamos a los hermanos que cuando encuentren lo que se ha dado en llamar una “traducción comentada del Corán”, la tiren directamente a la papelera, no vaya a ser que se contaminen del espíritu del autor. Hay que ser taxativo, es el Corán; y si no respetamos el Corán ¿qué vamos entonces a respetar en nuestras vidas?
Y, A-d-Dinu nasiḥa – La religión es el buen consejo
Consejo que es vinculante, tanto para quien lo da, como para aquel que lo reciba, pues, como dice el Corán:
Is’aluka ahlu-d–dikre ‘in kuntum la taˤlamûn – Preguntad a las gentes del recuerdo si vosotros no sabéis