El Naranjo (2ª parte)
El Naranjo (2ª parte)
por Habibullah al-Nabati
Continuamos en este número con el artículo sobre el naranjo. Nos quedaban por ver tres partes muy importantes desde el punto de vista terapeútico; con ello tendremos una visión global sobre este increíble regalo del Creador, que es, junto con el limonero, uno de los más preciados dones de la farmacia natural.
Corteza del fruto
La corteza de los frutos algo verdes contiene del 5 al 14 % del glucósido
flavónico (bioflavonoide) hesperidina,
que desaparece gradualmente al madurar. Tiene propiedades protectoras de
los vasos sanguíneos, de interés en el tratamiento de la
fragilidad capilar.
La corteza de los frutos maduros contiene también
hasta 1,5 gr. de esencia por cada kilogramo,
formada principalmente por d-limoneno y una pequeña cantidad de aldehído decílico.
Los frutos algo verdes tienen mayores cantidades de esencia en la corteza. Dicha esencia es lo que identificamos cuando decimos
de algo que «huele a naranja». Hay otras especies vegetales
en las que podemos encontrar un olor semejante, por ej. en las hojas de
la Salvia taraxacifolia (de Marruecos), en el fruto del Cilantro
(Coriandrum sativum), en la hoja de la Monarda didyma, etc.
Finalmente posee también varios principios
amargos que le confieren una acción
tónica y aperitiva.
Son preferibles las cortezas gruesas del naranjo amargo, sobre todo las de frutos ya hechos pero no completamente maduros, pues son más ricos en principios activos. Lo ideal es utilizar naranjas biológicas, es decir, no tratadas con plaguicidas ni con el temible difenil (usado para la conservación del fruto después de su recolección). Resumiendo, para usar la corteza son preferibles los frutos, algo verdes, del naranjo amargo, tanto por su mayor riqueza en principios activos como porque, al no aprovecharse dichos frutos para el consumo, están menos tratados químicamente.
Las cortezas se obtienen mondando con un cuchillo las naranjas recién recolectadas, sin sacarlas demasiado gruesas para coger lo mínimo de la parte interna. Luego se le quita la capa blanca de dentro, el llamado ‘albedo’, de modo que quede tan solo la capa más externa con las glándulas odoríferas. Inmediatamente se ponen a secar a la sombra colgándolas en cuerdas, en lugar seco y bien ventilado. Así conservan su hermoso color verde. Otros sin embargo prefieren secarlas en el horno o al sol. Una vez secas se cortan en trocitos y se guardan en botes.
El aceite esencial se obtiene por expresión en frío de la corteza fresca. Usado por vía externa -puro o diluído en aceite o alcohol- es un excelente antiséptico, superior a la tintura de yodo, antifúngico -contra los hongos de la piel-, y un eficaz calmante del dolor de vientre. También se emplea en perfumería y en cosmética dermatológica, por ejemplo en productos como el «Aceite corporal de naranja» de Bioforce, la colonia «Eau d’Orange Verte» de Hermes, etc. etc.
Las cortezas de naranja nos servirán luego
para quemar -lo cual sanea el ambiente-, para aromatizar pasteles, compotas
y, sobre todo, como medicamento.
La corteza de la naranja es un tónico
estomacal y un carminativo -facilita
la expulsión de los gases intestinales-. Es el ejemplo perfecto de
un tónico amargo-aromático.
En infusión es útil como digestiva y en los dolores
de estómago, tomándola después de las comidas.
Para hacerla se utiliza una cucharadita de cortezas secas -hay quien prefiere
tostarlas un poco antes para incrementar su aroma- por una taza de agua
hirviendo, dejándola reposar durante 15 minutos.
En cocimiento se emplea como tónico estomacal, cuando
el paciente ha perdido el apetito o digiere
mal. Se prepara con 30 gr. de corteza,
seca y cortada a pedacitos, y 0,5 litros de agua, hirviendo durante un
cuarto de hora. Después de frío se cuela y se toma en dos
veces, después-si es para digerir mejor- o antes -si es para estimular
el apetito- de cada comida (almuerzo y cena); hay quien prefiere tomarlo
caliente.
Otras propiedades de la corteza son:
– Vermífuga.
– Tónica venosa (por los flavonoides: hesperidina y narangina).
– Febrífuga (por los principios amargos).
Como curiosidad sólo resta por comentar que para ahuyentar polillas es útil colgar en los armarios una naranja con la corteza atravesada con varios clavos de especia, o una bolsita de tela con la corteza rallada del limón. También se usan las cortezas secas como iniciador del fuego (en lugar de papeles de periódico) pues el aceite esencial que contienen (el limoneno, un hidrocarburo terpénico) es muy inflamable. Se han usado igualmente como un componente en la fabricación de la pólvora, etc.
Hoja
Las hojas contienen en diminutas glándulas una esencia que recibe el nombre de ‘petitgrain’, que encuentra aplicaciones en perfumería. Está compuesta principalmente por d-limoneno, l-linalol y acetato de linalilo. Es muy similar a la esencia de la cáscara del fruto.
También en las hojas se forma un alcaloide, la l-estaquidrina, muy soluble en agua y de sabor amargo, que se encuentra también en algunas labiadas del género Stachys.
Las hojas se recolectan después del rocío, en la primavera (según Valnet durante el invierno, desde finales de noviembre a mediados de febrero), escogiendo las de las ramas jóvenes (o sea, hojas más bien tiernas). Secarlas a la sombra lo más rápidamente posible (para evitar que pierdan su hermoso color verde), y guardarlas al abrigo de la luz y de la humedad.
La infusión de las hojas es digestiva, antiespasmódica (del aparato digestivo y del sistema nervioso), sudorífica y ligeramente sedante, gracias a su acción sobre el sistema nervioso simpático. Bajo el punto de vista de la Medicina Tradicional China sus acciones se explican por su sabor amargo, que actúa como dispersante de los meridianos del Corazón-Intestino Delgado y del Hígado-Vesícula biliar.
Se emplean, desde tiempos inmemoriales, contra todas las enfermedades ‘nerviosas y convulsivas’: histeria, palpitaciones del corazón, epilepsia, etc., así como contra las del estómago. Fueron prescritas con bastante éxito en casos de epilepsia leve: un puñado de hojas por medio litro de agua; se hierven hasta reducir su volumen a la mitad y se beben por la mañana en ayunas.
Son también sudoríficas y bajan la fiebre. Matthioli decía que su infusión «hace sudar de tal modo al paciente que éste expulsa por la piel sus malos humores». Se han usado en las fiebres tifoideas, etc.
Para calmar los nervios, las jaquecas (sobre todo las de origen nervioso), las palpitaciones y combatir el insomnio, se pueden tomar 2 ó 3 tazas al día (la última al acostarse) de infusión: 3 ó 4 hojas por taza de agua hirviendo. Se deja diez minutos en reposo, se endulza con miel (a ser posible de azahar), y se bebe.
En casos de epilepsia y de estados graves nerviosos: histerismo, ataques de pánico, etc., en lugar del cocimiento visto más arriba se puede preparar otro hirviendo durante 10 ó 15 minutos, a fuego lento, tres puñados de hojas secas y desmenuzadas en un litro de agua. Beber tres tazas al día.
Para reforzar el efecto de estas infusiones foliares se les puede añadir una cucharadita de flores de naranjo o de agua de azahar. El azahar tiene similares efectos que la hoja pero en grado superior.
Para finalizar comentaré que una infusión
hecha con 1/3 de hojas y 2/3 de corteza de naranjo amargo
(del fruto inmaduro) es un remarcable estimulante
intelectual, refuerza la memoria y devuelve el gusto por el
trabajo. Ello posiblemente se deba a la presencia en la corteza (en su
parte
interior blanca sobre todo) de la amina adrenérgica Sinefrina,
similar a la Efedrina. También se encuentra en la mermelada
de naranja amarga, y en productos para adelgazar.
Flor
El Azahar, vocablo nítidamente árabe, es la flor del naranjo, del limonero y del cidro, aunque aquí nos referiremos a la flor del naranjo amargo, la cual contiene una esencia de mayor calidad.
Las flores contienen aproximadamente del 0,03 al 0,04 % de esencia de ‘neroli’, de composición muy compleja y gratísimo olor. Además poseen un principio amargo, betaína y flavonoides.
Dicha esencia es de color amarillento o parduzco, de sabor primeramente dulce y después amargo.
Las flores se recolectan a mediados o finales de Marzo, cuando se acaban de abrir o estando todavía encapulladas. Se ponen inmediatamente a secar a la sombra, bien esparcidas sobre telas porosas que dejen pasar el aire, o sobre enrejados metálicos, y en lugar bien ventilado. Las que vayan a usarse para extraer la esencia o fabricar el ‘agua de azahar’ se utilizan inmediatamente, estando frescas.
En cuanto al tema de los Usos Medicinales de
la flor de azahar vamos a clasificarlo en 3 apartados:
a) Usos de la flor de azahar
– La flor se prepara en infusión. Para ello basta verter una taza de agua a punto de hervir sobre media docena de flores frescas (lo ideal), o una cucharada sopera ó 10 gr. de flores secas, tapar el recipiente con un platito boca abajo y dejar reposar unos 15 minutos. Luego se cuela y se endulza como se prefiera, pero lo ideal sería usar miel de azahar. Se toman 2 ó 3 tazas al día.
Las virtudes de esta infusión vienen a ser las mismas que las del ‘agua de azahar’, que a continuación comentaremos. Sus usos más tradicionales y conocidos son como sedante nerviosa, antiespasmódica (histeria, dolores abdominales, hipo), carminativa (gases intestinales) y anti-diarreica.
Una infusión concentrada de las flores (1 ó 2 cucharadas soperas) en el biberón constituye un remarcable calmante de los bebés nerviosos y algunas veces suprime los dolores de vientre que les provocan fuertes llantos (normalmente por gases durante los primeros tres meses de vida).
Para potenciar sus efectos sobre el sistema nervioso pueden añadirse a la infusión de azahar otras plantas nervinas como la tila, la melisa, etc., o una cucharadita de ‘agua de azahar’.
Finalmente, mezclando las flores frescas con semillas de Alcaravea o de Comino se usan en el norte de Africa para la aerofagia (gases intestinales) de los adultos.
b) Usos del ‘agua de azahar’
– En cuanto al ‘agua de azahar’, se obtiene destilando en corriente de vapor de agua las flores frescas del naranjo amargo. Una vez destilada se conserva en frascos de vidrio, a veces de un bello color azulado, y lo más llenos posible. Debe guardarse en un lugar fresco y protegido de la luz.
El ‘agua de azahar’ es un líquido transparente, incoloro, con olor aromático característico, sabor algo amargo y reacción neutra o ligeramente ácida al tornasol. Con el tiempo, por la acción del aire, de la luz y de los microorganismos, amarillea, se hace viscosa y se forman sedimentos. En estas condiciones no debe utilizarse.
En los países musulmanes del norte de Africa, sobre todo en Túnez, el ‘agua de azahar’ se utiliza para la elaboración de repostería a base de almíbar, miel y almendras, y en el café turco se echan unas gotas antes de tomar el primer sorbo. Esta última costumbre es herencia de la presencia otomana en Túnez.
Pero las aplicaciones del ‘agua de azahar’ no se limitan a la cocina. Es tradicional en muchos hogares tunecinos tirar algunas gotas sobre los hombros del visitante como señal de hospitalidad, transmitiéndole, de ese modo, el deseo de que vuelva en otra ocasión. Esta práctica también es habitual en los restaurantes más tradicionales cuando el cliente se marcha.
– En cuanto a sus propiedades medicinales podemos resumirlas diciendo que es antiespasmódica, sedante y ligeramente hipnótica. También carminativa, colerética y tónica.
Se utiliza en casos de insomnio, tanto de niños como de adultos, gases intestinales, espasmos digestivos -es un excelente remedio para el cólico infantil-, nerviosismo y palpitaciones. También está indicada en el síndrome del «colon irritable», que produce dolor y trastornos del tránsito intestinal.
Es asimismo un remedio para las personas con la tensión baja. Esta última virtud la hace muy recomendable en los desmayos y desvanecimientos, sobre todo de la mujer.
Para disimular su sabor amargo se echa sobre terrones de azúcar que se saborean lentamente en la boca, o sobre agua azucarada.
Se puede también fabricar un «jarabe» de flores de azahar disolviendo en frío 625 gr. de miel (si fuera azúcar serían 950 gr.) en 500 gr. de agua de azahar, que luego se filtra. O usando una proporción de 36 partes de agua de azahar por 64 de azúcar.
También se puede añadir a tisanas de otras hierbas que potencien alguno de los efectos que acabamos de mencionar. Por ejemplo a infusiones de melisa, de tila, etc.
La dosis es de una cucharita o de 20 a 25 gotas en cada toma. Los niños la mitad de la dosis.
A dosis de 10 a 45 gr. por día, es útil contra dolores de cabeza, favorece un buen funcionamiento del estómago y es ligeramente sudorífico.
c) Usos
de la ‘esencia de azahar’
– Para finalizar hablaremos de la esencia de azahar, obtenida destilando las flores y separando luego por decantación el agua (que pasará a llamarse ‘agua de azahar’) de la esencia.
La palabra «azahar» como dijimos viene del árabe. La mayoría de las lenguas europeas sin embargo dan a esta esencia el nombre de Neroli, cuya etimología es incierta. Algunos lo relacionan con el emperador Nerón, mas hoy prevalece la teoría que ve su origen en una tal Anne-Marie, princesa de Nerola. Esta dama, casada con un célebre príncipe italiano del siglo XVI, utilizó por primera vez la esencia de azahar para perfumar sus guantes y el agua de su baño. Los guantes así perfumados se pusieron de moda y la gente empezó a llamarlos guanti di Neroli.
La esencia de azahar es una de las más refinadas, y su precio así lo indica. Se usa sobre todo para fabricar bases para las mejores aguas de Colonia, donde suele mezclarse con otras esencias: espliego, bergamota, sándalo, etc., así como en la confección de perfumes de gran clase. Su color es amarillo pálido y tiene un gusto amargo, sugiriendo una posible acción en el corazón y el intestino delgado.
Entre los aceites esenciales, el de azahar figura en primer plano como sedativo-antidepresivo; puede emplearse contra el insomnio, la histeria, la ansiedad y la depresión. Apacigua la mente, retardando su actividad.
Ejerce también un notable influjo en el corazón al reducir la amplitud de las contracciones del miocardio; de ahí su uso en el tratamiento de las palpitaciones y otras modalidades de espasmo cardíaco.
Esto lo hace asimismo eficaz en estados de pánico, histeria y excitabilidad aguda, como se ve en algunos individuos que se alteran sin motivo justificado o pierden los estribos por una nimiedad. No cabe duda que el azahar es un valioso remedio para el shock, el miedo repentino y todo cuanto entraña un esfuerzo brusco y suplementario para el corazón.
Igualmente es bueno contra la diarrea crónica que resulta de una prolongada tensión nerviosa o del temor. Su acción es lenta pero segura.
Se ha utilizado también en casos de calambres, contracturas musculares, tics y tos nerviosa.
La esencia de azahar por fin tiene efectos pronunciados en la piel. No irrita en absoluto, pudiendo tratarse con ella toda clase de comezones, enrojecimientos, etc. Se la considera muy útil para pieles secas y allí donde ha habido ruptura de vasos sanguíneos. Es uno de los aceites, junto con el de espliego, que actúan directamente en el tejido celular cutáneo, estimulando la regeneración de las células (efecto «citofiláctico»).
El baño de esencia de azahar, verdadero ‘artículo de lujo’, apenas tiene rival como relajante y desodorante.
Para finalizar acabaremos hablando de otras tres partes del naranjo cuyas propiedades son prácticamente desconocidas. La primera es la semilla de lanaranja, la cual seca y molida proporciona una excelente tisana purgativa. La segunda es la tisana de raíces de naranjo, usada en medicina veterinaria, que es un maravilloso vermífugo (contra las lombrices intestinales) para los perros, los caballos y otros animales domésticos. Este procedimiento es utilizado sobre todo por los gitanos. La tercera es la madera del naranjo, que se vende para usar como leña aromática por ejemplo para cocinar paellas, etc. Y para finalizar y como curiosidad decir que las espinas del limonero se han usado como mondadientes (palillos de dientes).
Addenda sobre el Pomelo
El Pomelo o Toronja es otro miembro del grupo de los Cítricos (familia Rutáceas) que merece la pena mencionar en este artículo.
El Pomelo es el agrio de mayor tamaño y de ahí su denominación latina Citrus grandis o Citrus maxima. Sus frutos nacen en racimos, lo que también explica su nombre en inglés: Grape-fruit. La corteza es de color amarillo claro (como un limón) y rica en esencias.
La pulpa, jugosa y refrescante, tiene un sabor ligeramente amargo. Ahora se empieza a extender una variedad de pomelos de pulpa rosada muy dulce y apreciada.
Se consume generalmente al natural, cortado transversalmente, y se come con cucharita o en forma de zumo. También desgajado o cortado en daditos formando parte de ensaladas. Desde el punto de vista dietético une las propiedades de la naranja y las del limón.
El zumo contiene un 90% de agua y 70 mg de vitamina C por 100 gr. Esta riqueza en vitamina C y su pobreza en calorías -es muy pobre en azúcares- lo convierten en la fruta ideal para las dietas de adelgazamiento.
Debido justamente a su pobreza en glúcidos tiene un peculiar sabor ácido y amargo que puede suavizarse añadiendo canela, sin recurrir necesariamente al azúcar. También puede mezclarse con zumo de naranja con el mismo fin.
Comer pues pomelos o beber su jugo contribuye a disminuir el exceso de peso. En efecto, produce saciedad debido a su contenido en pectina, un tipo de fibra vegetal que, además, disminuye la absorción intestinal de grasas y azúcares; es pobre en calorías y rico en vitamina C y potasio, mineral que favorece la eliminación de líquidos sobrantes a través de su acción diurética.
El zumo de pomelo es alcalinizante, favorece la eliminación de toxinas y posee propiedades depurativas. Es aperitivo, mejora las funciones digestivas y favorece las hepáticas. Constituye una de las mejores bebidas para estómagos delicados, sobre todo tomando el zumo en ayunas o antes de las comidas. También los que sufren de hiperclorhidria tienen en los pomelos una de las mejores medicinas.
En invierno el jugo se templa algo y se toma frío en verano. Se le puede añadir algo de miel o de sirope. En la India a los zumos de cítricos (limón, naranja, etc.) se les añade sal; de esta manera obtienen una bebida refrescante para los calurosos días del verano. Además, el ión sodio de la sal repone el perdido por la transpiración, previniendo peligrosas deshidrataciones.
Finalmente, según estudios de la Universidad de Ontario (Canadá), beber jugo de pomelo cuando se toman ciertos fármacos para reducir la presión arterial puede llegar a doblar el efecto de éstos. El tipo de medicación antihipertensiva que parece ser influenciada por el pomelo -no sucede lo mismo con el jugo de naranja- es la que contiene nifedipina (comercialmente Adalat, Cordilán, Dilcor, …). Este dato es interesante, ya que puede permitir reducir la dosis del medicamento, naturalmente siempre bajo control médico.
Y ya por último hablaremos un poco de la semilla del pomelo. Recientemente se ha descubierto que extractos de dicha semilla son un poderoso medicamento antifúngico y antiparasitario. Ya se comercializa en casi todo el mundo un preparado que contiene dicho extracto, con nombres «Citricidal» y «CitroBiotic» (consultar en Internet). En España desde hace pocos años existe otro similar con el nombre de «Panacitril«.
Para más información pueden consultar el interesante libro «La semilla de pomelo» (de Shalila Sharamon y Bodo J. Baginski). Ediciones Martínez Roca, S.A.