El mundo, a las puertas de lo desconocido

El mundo, a las puertas de lo desconocido

Como sabéis nunca hablamos de política, aunque algo se nos ha escapado cuando lo hacemos sobre las injusticias que se dan en la sociedad en general. Eso sí, sin incidir nunca en ideologías sobre doctrina política. Y también sin posicionarnos a favor de una o de otra, pues la verdad es que no coincidimos a nivel de pensamiento con ninguna de ellas.

Tampoco hoy vamos a analizar lo que está ocurriendo en Ucrania, ni vamos a alinearnos con ninguna de las facciones en liza. Simplemente diremos que deploramos la guerra, la destrucción y la pérdida de vidas humanas. Y con estas palabras ya hemos definido nuestro pensamiento.

A nadie se le escapa el hecho de que, al parecer, vivimos un momento crítico. Un momento sobre el que no vemos que exista la plena consciencia de su peligrosidad.

Ayer leíamos un artículo en una web llamada Sondas según el cual el su autor decía que el escenario era un teatro consensuado por ambas partes a fin de “ajustar” la economía mundial al gusto de los poderosos. No somos amantes de la teoría de la conspiración; pero tampoco aseguramos que no la haya. En realidad los poderosos siempre están conspirando para seguir siéndolo. Y esto todos lo sabemos. Y tampoco tenemos motivos para creer que dichas figuras del poder financiero estén hermanados los unos con los otros. No compartimos en consecuencia esta visión simplista protagonizada por Sondas porque, es precisamente eso: demasiado “sencilla” y en la línea de que absolutamente todo movimiento obedece a una conspiración programada hasta el más mínimo detalle. Aunque, eso sí, concedemos que quizás en gran parte pudiera ser así. Nunca se sabe; tampoco hay que ser cándidos, y en verdad nosotros nunca lo fuimos y no vamos a serlo ahora.

A lo que vamos con esto que estamos escribiendo no es a analizar quien tiene o no razón, porque desde nuestro punto de vista poca puede haber cuando hay gente muriendo y sufriendo.

Vamos pues, y es el objetivo de este escrito, a analizar la situación desde la perspectiva global de sus posibles consecuencias.

Escuchamos el discurso de Vladimir Putin, el presidente ruso, a quien hay que reconocerle su capacidad oratoria y su claridad en la exposición. Terminamos con la idea de que al sentirse extraordinariamente cargado de razón el conflicto podría derivar en algo más que en una guerra local. Dejó claro su desprecio profundo hacia la “moralidad” occidental, quedó patente la rotunda carga religiosa de su pensamiento. Y cuando un hombre religioso se siente semi profeta, y tiene medios, puede ocurrir cualquier cosa. Basta que salga la primera ojiva, para que, como en una carrera de 10.000 metros lisos, salgan todas las demás.

Si de verdad se trata de un conflicto no orquestado, como así creemos, ninguno de los contendientes va a ceder. Nadie va a dar su brazo a torcer, ni Rusia, ni Occidente. Y esto nos lleva a un escenario de suma incertidumbre en el que todo es posible. En realidad, la Tercera Guerra Mundial ya existe; lo único es que, hasta hoy, se encuentra contenida en las fronteras de un solo país. Claro que, ¡solo de momento!

Si analizamos los mensajes occidentales sobre Rusia, según los cuales el país es poco menos que el demonio (el “malo de la película” por excelencia); y a esto le añadimos el profundo desprecio mostrado por el presidente ruso hacia la vida y el pensamiento occidental, podemos ver que, junto a los intereses económicos siempre existentes se ha alineado un profundo odio. Un odio que se encuentra arraigado en lo más hondo de la naturaleza humana; un desprecio pasional, e incluso irracional. Hay una toma de partido radical de cada una de las partes. En otras palabras, se ha echado por ambas partes un órdago que va con todo.

Analizando este contexto, y desde el conocimiento que poseemos sobre los signos de la Hora (ˤallamatu-saˤa), nos asalta una duda.

Primeramente hemos de decir que por pura lógica, en un no largo espacio de tiempo, este conflicto puede desembocar en una guerra nuclear ¡Dios no lo quiera! Pero es por razonamiento deductivo la salida más factible, ya que las posiciones tomadas son férreas e inamovibles. Sus brazos de hierro juegan con todos nosotros.

Y nuestra duda estriba en saber si la venida del Mahdi al Muntadar será antes o después de esta posible catástrofe.

Si hay hadices inventados, estos son los que designan ciertos detalles de la venida del Mahdi. Hadices que hablan de su edad, de marcas físicas, de pormenores demasiado minuciosos que dan a entender que detrás de ellos hay una fabricación artificial. Los hadices sobre la venida del Mahdi son claros y se encuentran todos en las colecciones autorizadas de las Gentes de la Sunna y el Consenso. Nunca ninguno de ellos ha dado pormenores exactos sobre el porte y las marcas físicas del personaje.

Parece ser que hay un libro, dicen que recopilado por ˤAbdul Malik al Hindi, al que se le atribuye contener uno de esos hadices sospechosos de ser fabricado. Dice que el Mahdi no vendrá sino cuando haya desaparecido ½ o 1/3 de la Humanidad. Nosotros creemos que es un invento, pero tampoco podemos asegurar que no sea correcto. Tampoco estamos seguros que no sea un añadido al libro original o que simplemente se le atribuya a ˤAbdul Malik al Hindi de manera taimada.

Lo lógico es pensar que la Misericordia divina va a salvar a la Humanidad de un tal desastre. De un desastre que podría inutilizar a la mitad de las regiones de la Tierra. Y eso es lo que pensamos nosotros.

No creemos que llegue ese desastre, habida cuenta de que si se declarara un conflicto nuclear, además del número altísimo de personas que fallecerían como consecuencia directa de los estallidos, es previsible que la Tierra dejara de recibir la luz del sol durante meses o años con la consecuente muerte de los seres vivos del planeta. Sin dejar de asegurar por otra parte que la lógica salida de este conflicto sería precisamente esa, sino fuera porque Allâh interviniera de una manera contundente a los ojos de toda la Humanidad.

Si de verdad esta guerra no obedece a un plan minuciosamente establecido, entonces nuestra opinión, y Allâh sabe más, es que antes de que se dispare la primera arma ultra mortífera vendrá el Mahdi para devolver al mundo la Justicia después de haber estado, como ahora lo está, agobiado por la injusticia y el provecho de unos pocos, quienes, cual pirañas, lo destrozan todo a su paso.

Este es nuestro deseo, y también es nuestra convicción. Pero es Allâh Quien decide; es El, en Su sabiduría el que decidirá, como siempre, de la mejor de las maneras.

Seguiremos los acontecimientos…