El Mawlid en Anual

Allahumma salli ála Muhammad – Allahumma salli ala Muhammad wa ‘ala ‘alihi wa sahabihi wa sallimu taslima

Oh Allah haz salat sobre Muhammad, su familia y compañeros.

El, quien hubo de pasar por el momento difícil de deber decir que la perfección en la Fe era amarle más que a familia y posesiones, humilde como era; habiendo rechazado el ofrecimiento Divino de ser un Profeta rey y disfrutar de bienes y riquezas sin mengua de recompensa y estatus; ¿cómo podría él, humilde y bueno celebrarse a sí mismo cómo lo hacen los pagados de ellos mismos?

El homenaje nos pertenece a nosotros. Hermanos, el mes de Rabia al Awal es un gran mes y el día del Mawlid su colofón.

Tuve el honor de celebrar ese día por primera vez el año 1996 en la localidad de Anual; vivía en Madrid, y al haberme dicho mi maestro que sería bueno para mí asistir al Mawlid, no lo pensé y allí me presenté.

El morabito de Anual es la tumba del discípulo y moqaddem del chayj al Alawi Shwayb Mimun, mi abuelo político actual. El construyó la mezquita allá por los años 20 del siglo pasado y tiene un humilde morabito coronado con una qutba que yo mismo contribuí a reformar.

Las gentes de Anual, desde el Imam de la mezquita hasta el último fiel se reúnen todos los años en la antigua casa del que reposa en el morabito después del Magreb. Allí se reúnen, hacen un mudakara, se dirigen a la mezquita a rezar el Isha y vuelven a la casa del wali.

Se ofrece una cena y se hacen cánticos en honor al Profeta – sobre él la plegaria y la paz – , así como se recitan algunas aleyas del Corán, llegando así hasta casi media noche. Luego cada uno se va a casa.

A la mañana siguiente, inmediatamente después de la salida del sol la gente se reúne en la mezquita y se hace lo que ellos llaman una subasta. La dicha subasta consiste en que los pobres de la comarca se reúnen al lado del imam y cada uno de los habitantes de Anual puja al alza por dar más a aquellos pobres que esperan su regalo. Cuando se ha establecido la cantidad de dinero recaudada se divide entre los pobres que esperan y se le dan.

Alguno dirá que la sadaqa en mejor ofrecerla en secreto, y es verdad. Pero de alguna manera en esa sadaqa nadie espera reconocimiento personal, sino que lo que se busca con ahínco es la Baraka resultante de utilizar el Mawlid en las buenas obras, haciendo así honor a la palabra del Corán:

Competid en las buenas obras

Personalmente ese Mawlid resultó ser para mí una fuente de revelaciones. Pero no soy de los que cuentan mis experiencias personales y por eso lo voy a dejar ahí, sin dar más detalles ni referencias.

Solamente decir, para aquel que quiera oír, que mis experiencias en esa bendita noche han sido cuantiosas y luminosas, y que aquél que piense en ese día y se comprometa con él sepa que es un día grandioso que nunca olvidará.

Abdul Karim Mullor