Diferencias entre el maqam y el hal
Diferencias entre Maqam y Ḥal.
La paz sobre vosotros y el deseo de un viernes bendito en el que renovar, pedir, trabajar y sentir que tenemos el privilegio de ser los siervos de un Señor Misericordioso y Eterno.
Para quienes no conocen la terminología del Tasawwuf habremos de decir que cuando hablamos de Maqam lo estamos haciendo de un estado más o menos permanente en el que se encuentra la persona que quiere acercarse a Allâh. Mientras que el término Ḥal suele referirse a un estado de apertura transitorio y limitado en el tiempo.
El Ḥal
El problema del Ser humano en general es que, como dice el Corán, es precipitado, y quiere ver resultados de manera rápida. Este deseo es una aspiración de una nafs devota de ella misma que desea sentir aquello que no puede experimentar en la vida cotidiana. Ella quiere salir de un hastío de vida con algo exultante que la dé satisfacción aunque fuera efímera.
El hombre pide el mal de la misma manera que pide el bien, el hombre es siempre precipitado. (17-11)
Dijimos en una charla, no hace mucho, que muchos buscan el Sufismo para sentirse especiales, y en este sentimiento de elitismo se perdían los papeles y se olvidaba el verdadero objetivo del Tasawwuf que es acercarse a Allâh mediante una previa purificación interior. Muchos utilizan lo que en principio debería ser un camino de auto negación del individualismo para afirmarse aún más si cabe, dándose un aire de grandeza al que en otros aspectos de la vida no pueden aspirar. Curiosamente el Nafs se considera a ella misma sabia y ocurrente y no tiene en cuenta el hecho de que siempre hay muchos que le superan tanto en lo uno como en lo otro. El velo del Yoísmo les ha vuelto sordos, mudos y ciegos; no escuchan, no hablan nada de provecho, no ven. Pues como dice el Corán:
el Shaytán les ha embellecido sus acciones y les ha desviado del camino, y no tienen guía. (27-24)
Este tipo de gentes son la presa de una determinada estirpe de “maestros espirituales” quienes, sabiendo de sus tendencias y debilidades, abusan de ellos proporcionándoles sensaciones de lo más variopinto. Como las cuerdas de los magos del Faraón que tirándolas al suelo reptaban al igual que lo hacen las serpientes, así el chaytan de turno, mal llamado maestro, lanza sus estados a fin de hacerlos creer que se encuentran en el buen camino. Los discípulos los toman como signos de lo Divino, cuando en realidad no son otra cosa que las astucias del šaytan canalizadas mediante el arte de Harut y Marut.
Existe otra clase de adeptos al Ḥal. Estos son gentes que se han dado en la Vía de la purificación, pero que su debilidad les solicita experimentar sensaciones. En cuanto les llega un estado de apertura lo toman por el todo, pensando que se encuentran en las puertas del séptimo cielo, haciéndose por consecuencia adeptos de este tipo de experimentaciones pasajeras. En toda evidencia, si ellos tienen un verdadero maestro, éste les corregirá diciendo que eso no es más que un sifat de una realidad que no conocen, que es una distracción del camino, y que el objetivo es olvidar estos estados para marchar hacia adelante.
El Maqam
Se trata de un estado duradero para unos, definitivo para otros. El Maqam es el estado en que una persona se encuentra, no lo que esa persona experimenta. Asimismo se llama Maqam al estado espiritual que cada uno alcanzará de manera definitiva en el trascurso del camino que nos acerca a Allâh.
Es así que en el Camino recto, camino de aquellos a quienes has favorecido, cada uno de nosotros pasa de un estado a otro, es decir, de un maqam a otro, hasta que, de manera definitiva llega a ese Maqam que le ha sido asignado por la Sabiduría divina, en el cual se establece de una forma perdurable. Algunos llegan más lejos, otros menos, todo ello dependiendo de sus posibilidades internas convertidas en realidades, y llevadas a su realización.
Junto a Allâh, los estados son múltiples: Los hay que llegarán a altas cimas, otros que no llegarán tan lejos, pero que, sin embargo, obtendrán una posición de gran privilegio al haber sido llevados al estado de la satisfacción divina. Y, aunque haya una diferencia entre los estados de unos y de otros, si podemos decir que, al final, será el Amor el que eleve a estos últimos en la compañía de los primeros, y a ambos en la del Profeta – sobre él la plegaria y la paz -, que es el del Maqam más elevado de todos los seres humanos; maqam al que, aunque nadie pueda aspirar, servirá de compañía y de referencia al de todos los que con el Permiso de Allâh estén o estemos allí.
Todos se darán cita en el Hawd (estanque del Profeta) y en el Firdaws donde morarán eternamente.