Diccionario sufí: Al-muḥâsaba wa-l muṡârata

Por el cheij Aḥmad ben ‘Aŷîba

Al-muḥâsaba (el examen de conciencia, la rendición de cuentas, la evaluación, el balance…) consiste en reprocharse cada respiración (anfâs) y cada momento perdido en otra cosa que no fuera la obediencia a Dios en sus diversos modos. Tiene lugar al acabar el día, lo mismo que la muṡârata (declaración de intenciones, programación, planificación) tiene lugar al comenzar la jornada, cuando uno se dice a sí mismo: “Comienza ahora un nuevo día que será un testigo contra ti; esfuérzate pues, alma mía, en llenar cada instante con todo lo que te acerque a Dios, pues así podrías disfrutar del bien que Dios te va a conceder hoy”. Del mismo modo nos dirigimos al alma al comenzar y terminar la noche, con perseverancia, hasta que la Presencia divina se establezca sólidamente en ella. Es ese momento cuando el tiempo se unifica en un instante único (yattaḥid al waqt), lo que se conoce como inmersión en la visión (ṡuhûd) y ya no hay nadie que examine ni nadie que castigue. Así pues, mientras dure la progresión espiritual (sayr), la muṡârata viene en primer lugar,  le sigue la muḥâsaba y se sigue practicando permanentemente la murâqaba. Una vez que se alcanza el objetivo deja de haber muṡârata y muḥâsaba.