Diccionario sufí: Al-ijlâṣ, la fe genuina
Por el cheij Aḥmad ben ‘Aŷîba. Notas: El Mehdi Flores
Al-ijlâṣ, “la fe genuina ” consiste en desprendernos en nuestra relación con Dios de toda preocupación mundana, en hacer que Dios sea el único objetivo de nuestra devoción o en abstraer el corazón de todo lo que no sea el Señor.
El ijlâṣ del común de los creyentes consiste en actuar sin preocuparse de ser observados por sus semejantes; el de los escogidos es obrar sin esperar nada a cambio ni en este mundo ni en el otro; el de los predilectos es no atribuirse ningún poder o fuerza (lâ ḥawla wa lâ quwwata) y no recurrir a nadie ni a nada para lograr cualquier propósito a fin de que todos los actos sean por Dios, de Dios y para Dios.
Notas
Ibn ‘Aŷîba define al-ijlâṣ en otra de sus obras como “ ijrâŷ al-jalq ‘an al-ḥaqq”, expresión que atribuye al sufí Abu Talib al-Makki autor del célebre manual de sufismo titulado Qût al-qulûb (El alimento de los corazones). Esta frase árabe puede traducirse como “extraer lo creado (jalq) de la Realidad Pura (al-ḥaqq)” lo mismo que en el crisol se extraen las impurezas de un mineral hasta dejarlo “puro, acrisolado, sin mezcla”. Esa pureza acrisolada de intención y de acción libre de todo interés, preocupación o deseo por parte de la criatura, es el ijlâṣ.
Este concepto es clave en el islam y en el Corán se le dedica una azora que compendia de manera excelente todo el mensaje coránico: “Di, Él, Allah, es único, Allah es absoluto, no ha engendrado ni ha sido engendrado, ni nada se le asemeja”.
El gran sufí Rumî expresó el ijlâṣ en un koan memorable: ‘Sólo Él tiene derecho a decir Yo‘