Conociendo a los ángeles

Bismi-l-Lahi-r-Rahmani-r-Rahim

En el Nombre de Allah – el Todo Misericordioso – el que dispensa Su Misericordia

Mucho se ha escrito sobre los ángeles en el Islam. Sobre su naturaleza, sus actos, su misión, etc.

Redactar aquí todas las aleyas que hablan de ellos, así como las centenas de hadices que les aluden sería interminable. No obstante, con el conocimiento obtenido de la lectura de los textos, así como contando con la experiencia de sabios que han profundizado en esta parcela de la Ciencia del Islam, podremos dar, sin duda, algunas precisiones al respecto.

Primeramente hemos de decir que la naturaleza de los ángeles es la luz, y que difieren de los genios (yunun) en que la naturaleza de estos últimos es el fuego y en que estos disponen de libre albedrío, mientras que los ángeles no.

Dice el Corán que tienen alas, pares de alas concretamente. Ahora bien, no vayamos a creer que sus alas son materiales tales como las de las aves. Esas alas representan en realidad su capacidad. Al ser de luz ellos no tienen una forma específica por la cual puedan ser reconocidos; no tienen necesidad de cuerpo ni de revestirse de forma material, aunque pueden hacerlo a fin de presentarse ante los humanos. Es entonces que pueden tomar la forma de un ser humano u otras que no podemos llegar a conocer en su totalidad.

Entre ellos hay un estatus, y grados; siendo el más elevado el de Gabriel (Yibril), sobre él la paz, al que algunos llaman Ruh al Quddus (Espíritu de santidad o Espíritu santo), aunque en realidad no se debe equiparar el Ruh (Espíritu) a Gabriel porque el Corán mismo indica que sobre el Espíritu se nos ha dado muy poca ciencia.

Uno de los seis pilares del Iman es creer en los ángeles; es más, se nos indica que debemos conocer al menos los nombres de diez de ellos, independientemente de que existan miles o millones en número, y que nazcan y se produzcan como quiera el Creador, ya que El – alabado sea – no tiene por qué dar cuentas a nadie.

Unos llevan el Trono, y se dice que son los de estatus más elevado después de los cuatro principales, que son: Yibril, Mikail, Israfil y Asra’il. Otros acompañan a los humanos en sus vidas en todo momento; ya sea registrando sus acciones, protegiéndoles o participando en las funciones corporales propias de la persona; a este efecto se dice que ellos se encuentran en la sangre, en los músculos, e incluso que intervienen en la concepción de un nuevo ser.

Al Bayt al Mamur (La casa frecuentada) es una mezquita que se encuentra en el séptimo cielo, justo por encima de la Kaaba. Junto a ella se encuentra el profeta Ibrahim – sobre él la paz – quien junto a su esposa Sarah cuida de los niños fallecidos hasta que llegado el Ultimo Día se los devuelvan a sus padres para estar junto con ellos en el Paraíso. Setenta mil ángeles entran a diario a rezar en ese templo, siendo que ninguno de ellos retorna allí de nuevo.

Cada uno de los siete cielos tiene sus ángeles; no obstante, algunos pueden surcar los siete cielos en el cumplimiento de su misión.

Los del primer cielo apedrean a los demonios que se acercan a escuchar las órdenes de Allah, y esto produce el fenómeno conocido de las estrellas fugaces. Los demonios escuchan mal las órdenes divinas y así se las transmiten a sus partidarios entre los humanos, que son los magos, los adivinos y los ocultistas.

No entran en las casas donde existen imágenes ni perros. De ahí la recomendación de no tener perros en el interior del recinto del hogar. Protegen las casas de los creyentes y las mezquitas. Registran nuestros actos, asisten a las asambleas del Recuerdo, allá donde el Nombre de Allah es mencionado.

Se puede ver a los ángeles en sueños, ya sea bajo forma de ave, o bajo forma humana; en este último caso lo común es verlos como criaturas asexuadas, es decir, sin ser hombres ni mujeres. Ahora bien, no todo el mundo puede verlos en las visiones nocturnas ya que para eso se precisa de una dosis mínima de pureza, de tal manera que no cualquiera puede llegar a verlos si su corazón es espeso. El ángel de la muerte (Asra’il) se presenta en el momento de tomar el alma; a los afortunados se les presenta bajo una forma amable y risueña, mientras que a los damnificados lo hace bajo una forma terrible.

Allah – alabado sea – nos ha protegido al no permitirnos ver la realidad que trasciende el mundo físico y mental. ¿Podríamos soportar observar con nuestros ojos las entidades que sostienen el sol y los pilares de los cielos, o moriríamos del impacto causado por una tal fuerza incontrolable? Lo dice el libro de Allah:

No os ha sido dada sino un poco de Ciencia.

Y siendo así creemos saberlo todo – subhana Allah.

No obstante, cuando el ser humano completa su ciclo y se convierte en la realidad última que Allah ha hecho de él, se transforma en el verdadero jalifa de Allah en la tierra, su alma purificada y aceptada (mutma’inna) por Allah, es entonces que los ángeles se postran ante él en señal del reconocimiento de su superioridad sobre ellos. Los ángeles, aún hoy, se encuentran postrados ante el jalifa de Allah, que es el Ser Humano que ha trascendido su nafs y ha llegado al grado sublime que Allah ha concedido a Sus próximos por debajo de Sus profetas y enviados.

En cuanto a los diez ángeles de los que debemos conocer el nombre son:

Yibril, Mikail, Israfil, Asra’il, Munkar, Nakir, Ratib, Akid, Ridwan y Hazi-n-Nar.

Yibril

Es el mensajero, el que trae las revelaciones a todos los profetas, y trajo el Corán a Muhammad – sobre él la plegaria y la paz – , así como que con su ayuda nos fueron transmitidos los cinco pilares, los seis pilares de la fe y la división del Islam en: Islam, Iman e Ihsan.

Di: Quien sea enemigo de Yibril…Ha sido él quien, con permiso de Allah, lo ha traído hasta tu corazón, con la autorización de Allah, como una confirmación de lo que ya había y como guía y buena nueva para los creyentes. (2-98)

Mikail

Ayuda a distribuir alimento y a proporcionar la lluvia, siendo a veces asistente de Gabriel. En la batalla de Uhud se apareció al Profeta – sobre él la plegaria y la paz –  en forma humana.

Israfil

Es el ángel que tocará la trompeta en el Ultimo Día.

El Profeta Muhammad –  sobre él la plegaria y la paz – dijo: “Verdaderamente, el ángel de la Trompeta está constantemente esperando desde que esta obligación le fue impuesta y mira intensamente hacia el Trono temiendo que si aparta la vista, le sea dada la orden antes de que vuelva a mirar hacia él. Al mismo tiempo, sus ojos son como dos estrellas brillantes”. (Al Hakim)

Asrail

Es el ángel de la muerte. Toma las almas, tanto las de los afortunados como las de los desdichados. A los primeros se les aparece en el momento de forma amable y a los otros bajo una forma terrible. Él les muestra su lugar en la otra vida en el momento de la muerte; de tal manera que el moribundo conoce su destino antes de ser puesto en su tumba de forma definitiva.

Rakib y Atid

Uno a nuestra derecha y otro a nuestra izquierda son los encargados de recoger y escribir nuestras buenas y malas acciones respectivamente.

Munkar y Nakir

Son los dos ángeles que nos interrogarán en nuestras tumbas, después de haber sido visitados antes por otro ángel llamado Ruman.

Ridwan

Es el guardián del Paraíso

Hazi-n-Nar

Es el ángel que se encuentra en las puertas del Infierno, siendo Malik el nombre del ángel que se ocupa de los condenados.

“Di: “El ángel de la muerte, al cual habréis sido confiados, tomará vuestras almas y luego se os hará regresar a vuestro Señor.”

Es igual el que de vosotros habla en secreto o el que lo hace en público, así como el que se oculta en la noche o el que se mueve a la luz del día. Tiene ángeles guardianes que se van turnando delante y detrás de él guardándolo por el mandato de Allah. (13 – 11 y 12)

Cuando tenéis dos guardianes pendientes de vosotros, nobles escribas, que saben lo que hacéis. (82 – 10, 11 y 12)

El Mensajero de Allah – sobre él la plegaria y la paz – dijo: “ Después de que el hombre sea enterrado, dos ángeles de ojos azules van hacia él. Uno de ellos es llamado Munkar y el otro Nakir”. (At Tirmidhi).

Y los que temieron a su Señor, serán conducidos al Jardín en grupos sucesivos y cuando lleguen a él se abrirán sus puertas y sus guardianes les dirán: «Paz con vosotros», fuisteis buenos, entrad en él para ser inmortales. (39-73)