Científicos musulmanes – El químico Ibn Hayyan
Jabir Ibn al Hayyan, el químico (721-815). Nacido en la ciudad de Tus que forma parte de la región de Jorasán y murió en la ciudad de Kufa (Irak), discípulo del Imam Jafar Sa’diq que a su vez fue maestro del Imam Abu Hanifa (fundador de la escuela sunní Hanifita) Jafar Sa’diq fue asesinado por el sanguinario Al Hajjajj Ben Yussuf en la época del jalifa Omeya Hisham Ibn Abdul Malik. Este Yussuf en su ansia de poder llegó a demolir la Kaaba con catapultas para poder derrocar al gobernador de la Meca Abdu-l-Lah Ibn Zubayr; llegó a cortar la cabeza a Jafar Sa’diq y la puso en su habitación entre otros objetos para celebrar su victoria. La visión de esta cabeza le volvió loco y le provocó la muerte.
De este al Hajjajj Ben Yussuf dijo Jafar Sa’diq sobre sus maldades y su astucia:
“Este al Hajjajj, a pesar de haber cometido tantos asesinatos es capaz cuando sea juzgado de acceder al Paraíso mediante subterfugios.”
En cuanto a Jabir Ibn Hayyan, de joven fue a Arabia a estudiar matemáticas.
La palabra “química (quimia)” procede del egipcio, en cuya lengua significa “tierra negra”. Ni que decir tiene que de “quimia” procede “alquimia”, que es el resultado de anteponer a la palabra original el artículo determinado árabe “al”.
Las obras antiguas sobre alquimia fueron traducidas del griego, el persa y otras lenguas al árabe en una escuela de traductores situada en Irak.
Hijo de farmaceútico, se le atribuye haber encontrado el método para convertir los metales en oro; aunque esto es parcialmente inexactos porque a través de determinadas mezclas y tratamientos químicos de otros metales, no logró convertirlos en oro, pero sí a chaparlos en oro.
Descubrió que todos los metales proceden de las diferentes combinanciones del mercurio y del azufre.
Sus trabajos e investigaciones se basaban en la teoría aristotélica de los cuatro elementos (aire, tierra, agua, fuego).
Un aspecto desconocido de todos de Jafar Sa’diq, es que además de ser un Imam legislador y un maestro del Tasawuf, supervisaba los trabajos de Ibn Hayyán; es decir, tenía un conocimiento profundo de la ciencia de la alquimia.
Murió en su laboratorio a los 94 años de edad, dando vida a ese hadiz que dice:
A quien Allah ama le alarga la vida