Arafa y el perdón
A-s-salamu ‘alaykum – La paz sobre vosotros
El día de ˤArafa es considerado como el día del Perdón. En ese día, en aquél montículo de unos 70 metros de altura, llamado generosamente “Monte de ˤArafa”, ambos se encontraron por primera vez en la tierra, habiendo salido del Paraíso, y allí pidieron perdón a Allâh, y allí fueron perdonados. Luego, como dice el Corán, Allâh enseñó a Adam unas palabras para poder dirigirse a El en oración; palabras estas que pueden ser consideradas como la primera de las revelaciones divinas a la Humanidad.
Allí, un día de viernes, el Profeta Muḥammad – sobre él la plegaria y la paz – pronunció su sermón del Ḥijj, llamado del Adios, y en ese momento se revelaron las últimas aleyas del Corán.
Es pues ˤArafa, un lugar específico, y es “El día de ˤArafa” un día determinado, el anterior al día del ˤAid del sacrificio.
Como hemos dicho en alguna ocasión, existen dos clases de Istigfar (perdón): una es el de aquellos quienes cometen faltas y errores externos, se arrepienten y vuelven a cometerlos de nuevo, u otros parecidos, porque es esa su condición humana, ligada a su carácter y hábitos. Otra es la de aquellos, quienes, próximos a Allâh, consideran faltas y errores, todo aquello cuanto les hace olvidar a Allâh, ya sea un momento o en diversas ocasiones.
Podríamos decir que existe una tercera clase de perdón, que es definitivo y que hace entrar al adorador en el ámbito del Rey Eterno para siempre jamás. Es esto que se ha llamado fana (extinción del Ego), recogiendo la idea expresada en un hadiz que ha sido reportado por una cadena de 48 transmisores, el cual dice:
Morid antes de que os llegue la muerte
Este morir a las propias pasiones que nos separan del cumplimiento de la Voluntad divina y nos impiden de servir a Allâh con una adoración verdadera y completa.