Amigos en Allah

‘No sabía que un hombre podía llorar de alegría hasta que vi a mi padre cuando se presentó en nuestra casa el profeta y le dijo: «Se me ha ordenado emigrar».
 – ¿Conmigo?- preguntó Abu Báker.
 – ¡Contigo! – le replicó él.’

(Lo relató Aixa, hija de Abubáker)

La amistad entre el profeta Mohámmed y Abu Báker el Verídico es un ejemplo de amor fraterno y amistad sincera entre dos personas. Tanta importancia confiere el islam a la amistad y el compañerismo que uno de los nombres más hermosos de Dios es «al-Rafiq» que se traduce por «el Compañero». Fue con esa invocación – ¡oh Compañero Sublime!» que el profeta Mohámmed se despidió de este mundo apoyando su cabeza en el regazo de su esposa Aixa, hija de Abu Báker.
La amistad pura, es decir, la que emana del Amor divino y regresa inmaculada a esa misma fuente, hace posible, como dice el hadiz, entrar en el paraíso sin juicio: «Entrarán en el paraíso sin juicio dos amigos que se aman en Allah».
La amistad en esta tierra es un adelanto de la recompensa que le espera al creyente en el otro mundo, donde los amigos de Dios, los awliyas, gozan del privilegio de Su cercanía.»‘Allah visita a sus amigos en el paraíso más alto (Firdaus) y allí en la intimidad de su compañía, les desvela Su Rostro». Allah ama a Sus amigos y ellos Lo aman. No hay otra tradición religiosa que haya dado tanta importancia a la amistad como el islam. En ninguna otra la amistad ha alcanzado un grado tan relevante como en el din y la sunna muhammadí.

¡Allahumma haznos formar parte de tan buena compañía!