Allah es Bello y El ama la Belleza
La paz sobre vosotros
Es una realidad pocas veces remarcada, de la que poco se ha buscado y escrito, que cuando recordamos nuestros tiempos pasados, siempre nos quedan las buenas imágenes, los buenos sentimientos, los recuerdos positivos y bellos; quizás porque en los momentos en los cuales vivimos esas circunstancias estábamos tan involucrados en ellas que no nos permitíamos a nosotros mismos sobrecogernos, tal y como ahora lo hacemos, por aquello que estaba pasando. Estábamos tan dentro de la realidad, que no podíamos verla.
Y, es que hermanos/as, en realidad, todo es bello, somos nosotros quienes lo afeamos con nuestros miedos, nuestras pasiones e intereses. La prueba es que, ahora, cuando simplemente recordamos, desprovistos de intereses particulares y de pasiones, podemos ver en el horizonte la realidad; tomamos perspectiva, somos libres de sentir, y preferimos sentir lo bello y hermoso, porque algo muy hermoso dentro de nuestro corazón reclama sus derechos a sentir.
Es así, que si el amor puede sobre el odio, así puede convertir el plomo en oro, la fealdad en belleza, lo muerto en vivo; porque dentro de nosotros existe una vida dentro de la vida; una vida que quiere salir a pleno aire, reclamando sus derechos a existir, a ser, a actuar; y ello sin importar que exista lo malo, lo feo, lo injusto; gritando en voz alta que Allâh no hace nada que no sea perfecto, que no sea sobrecogedor, que no sea tan bello que enamore de un Amor limpio y eterno.
Porque Él es el Exterior, el que se Manifiesta en Sus criaturas, a la manera que Él lo entiende, como Él lo quiere. Nadie puede dejar de jactarse de tener un Señor tan Bello, tan Grande, nadie, ninguno podemos quejarnos de Él.
Cuando sale el Sol los planetas y las estrellas se eclipsan; sus luces eran prestadas, sus luces eran reflejos. Pero el Sol, con su propio esplendor da luz al mundo. Es así la Luz de Allâh cuando se manifiesta en los corazones de Sus amados; ya no hay lugar para otra cosa.
Allâh es Bello y El ama la Belleza
Y la Belleza que El ama en nosotros es la de que no exista en nuestros corazones ni una gota de odio, ni una gota de Ego. Por eso se dice que no se puede ser un verdadero creyente (mu’min) sin querer para nuestro hermano/a lo que queremos para nosotros mismos. No se nos pide esto para ir al Paraíso, que solamente con el cumplimiento de las obligaciones iremos a él; se nos pide para ser creyentes verdaderos, lo cual es un estatus, no nos engañemos, al que muy pocos acceden en estos tiempos.
Los aproximados ¿quiénes son los aproximados? Ellos serán quienes tengan proximidad, en los jardines de deleite. Serán muchos de los primeros y pocos de los últimos (Surat al Waquia, 56)
Los creyentes son aquéllos que cuando se recuerda a Allah, se les estremece el corazón y que cuando se les recitan Sus signos les aumenta la creencia y en Su Señor se confían. Son los que establecen el salat y gastan de la provisión que les damos. Esos son los creyentes de verdad, tendrán grados junto a su Señor, perdón y una generosa provisión. (8-3 y 4)
¿Veis hermanos/as como el Corán guarda esa conexión Sagrada con la Sunna y como unas aleyas con otras se compensan? Podríamos continuar con estas correspondencias hasta gastar toda nuestra tinta, pero no es el caso que nos ocupa. Lo que nos ocupa es haceros comprender que en los corazones de los amigos de Allâh hay una belleza inenarrable, que ellos no son capaces de odiar a nadie, que todo cuanto dicen o corrigen en otros es por su bien y por misericordia; porque lo malo, lo egoísta, lo incorregible, ha sido extirpado de sus corazones; ellos son tan simples como las aves, tan buenos como el pan, hermanos/as; sí, tan buenos como el pan que todos los días nos da nuestro Señor.
Ellos han tomado la Amana con las dos manos, la han hecho germinar y crecer, y ahora la pueden repartir a quienes lo deseen. Ellos son las estaciones de reavituallamiento del espíritu; cuando entras en sus tiendas solamente puedes comprar luces, distintas formas de alumbrar, tu casa, la de tu familia, vecinos, compañeros y amigos.
Decidme ahora si Allâh no es infinitamente Bello y Bueno, ya que ha puesto a nuestra disposición seres humanos a quienes El ha embellecido de virtud, que hablan nuestra lengua y que nos acercan a El.
Is’alû ahlu-d-dikre in kuntum la ta’lamun – Preguntad a las gentes del recuerdo si vosotros no sabéis (16-43 y 21-7)