A través del Islam III – Las dos generaciones después de Muhammad
A-s-salamu ‘alaykum – La paz sobre vosotros
Seguimos con el tercer escrito de la serie que hemos titulado “A través del Islam”.
Después de la muerte del Profeta – sobre él la plegaria y la paz – podemos decir que los cuatro primeros califas fueron asimismo los guardianes de la fé. Este hecho lo demuestra primeramente el acuerdo entre Abu Bakr y Umar – que Allah esté satisfecho de ellos – para que el Corán fuera recopilado en un solo libro, vocalizado por Uzman, debido a las diferentes lecturas que pudieran darse en el caso de no haberlo estado[1].
Una vez fallecido sayyidina Ali – que Allah ennoblezca su rostro – la guía espiritual y religiosa pasa a personalidades que no habían aprendido directamente de Muhammad – sobre él la plegaria y la paz -.
En el terreno político entramos en el califato Omeya, siendo Muawiyya Ibn Abu Sufian el primero de los califas Omeya quienes gobernaron durante 100 años hasta la irrupción de los Abbasíes, o descendientes de Abbas, el tío de Muhammad. Los Omeya eran puramente gobernantes y no dirigentes ni referencias espirituales. Al contrario, ejercieron el poder con injusticia y una falta de moralidad manifiesta, quedando entre ellos, como excepción honrosa Umar Ibn Abdi-l-Aziz – que Allah esté satisfecho de él – hombre justo y santo, de costumbres intachables.
Es en ese momento, en el que el califato se deslinda de la tradición espiritual que nacen y actúan un elenco de sabios notables quienes en su mayoría debieron lidiar contra el abuso, le ferocidad y la ignorancia de los gobernantes.
Nuestro hermano Maruan Mayor nos ha recopilado las características más importantes de estos sabios de las generaciones de los “siguientes” (tabi’in) y de los “siguientes de los siguientes”.
En el siguiente escrito trataremos de las cuatro escuelas jurídicas del Islam, y en el posterior de las escuelas de doctrina (aqida), a fin de separarlas, facilitando así su comprensión.
– Abu Hanifa (m. 150/767, en Bagdad). El imam de Kufa. Es de la tercera generación (tabi‛ al-tabi‛in). Estudió con Anas Ibn Malik (ojo, no confundir con el imam Malik; este es el sahabi), Hammad Ibn Abi Sulayman (el gran maestro del fiqh en Iraq) y el imam Zayd Ibn Ali y el imam Ya‛far al-Sadiq. En su madhab, tras el Corán y la sunna, se le da gran preponderancia al ra’y (opinión personal). Los dos grandes discípulos de su escuela son Abu Yusuf (m. 798) y Muhammad Ibn al-Hasan al-Saybani (m. 804).
– Malik Ibn Anas (m. 179/796). El imam de Medina. Estudió tres años con el discípulo de Abu Hanifa, al-Saybani, quien había estudiado el hadiz con al-Tawri (uno de los grandes ulemas del fiqh y del hadiz). También estudió el hadiz con Ibn Sihab al-Zuhri (m. 124/741 en Medina; fue el primero-segundo en recopilar el hadiz por mandato oficial, como veremos).
– Al-Safi‛i (m. 204/820). Fue quien estableció definitivamente ls fuentes del derecho: Corán, hadiz, iyma‛ (consenso) y qiyas (analogía). Fue discípulo del imam Malik hasta que este falleció. Después, en Bagdad, estudió con al-Saybabi, con lo cual adquirió los dos fiqh, el de al-Hiyaz y el de Iraq. Luego, fue a La Meca, donde estuvo nueve años dando clase y donde, durante el Hayy, se juntaba con los grandes ulemas que iban a hacer la Peregrinación. Allí también se encontró con Ahmad Ibn Hanbal.
– Ahmad Ibn Hanbal (m. 241/855). Estudió el hadiz con los mejores ulemas en Iraq, al-Sam y al-Hiyaz, como ‛Abd al-Razzaq Ibn Hammam al-San‛ani, y también estudió con el imam al-Safi‛i. Rechaza el uso de la razón humana. Para él, las fuentes del derecho deberían ser Corán y sunna.
– Dawud Ibn Jalaf (m. 270/883). nacido en Kufa, aunque sus orígenes se remontan a Ispahán, se trasladó a Bagad. Se le considera el fundador de la escuela zahirí, escuela prácticamente desaparecida hoy en día, pero que tuvo gran predicamento en al-Ándalus y el Magreb (recordemos que el famoso autor de El collar de la paloma, Ibn Hazm, fue uno d ellos grandes sabios de esta escuela y que los almohades estuvieron a punto de adoptarla como escuela oficial de su imperio, pero un ulema malikí andalusí, al-Mawwaq, les convenció de que adoptaran la escuela malikí). Esta escuela critica la sutileza del razonamiento legal, el cual rechaza, y dice que la Ley solo debe basarse en el sentido literal y evidente (zahir) de los textos (Corán y hadices). Para Ibn Hazm (m. 456/1064), el qiyas es herejía.
El primero que, de manera oficial, ordenó que se recopilara el hadiz fue el califa omeya ‛Umar Ibn ‛Abd al-Aziz (m. 101/720), quien escribió a su gobernador en Medina, Abu Bakr Ibn Hazm para que reuniese los hadices que pudiese y, en concreto, los hadices narrados por ‛Amra Bint ‛Abd al-Rahman al-Ansariyya (m. 106/) quien narra hadices de ‛A’isa, entro otros. Estudiaron con ella, entre otros, Ibn Sihab al-Zuhri (maestro del imam Malik) y el susodicho Abu Bakr Ibn Hazm. Pero el califa murió antes de que Abu Bakr le pudiese enviar los hadices que había recopilado.
El testigo lo tomó Ibn Sihab al-Zuhri, quien recipiló todos los hadices que pudo. Sus maestros fueron Abban Ibn ‛Utman Ibn ‛Affan (hijo del califa ‛Utman), Ibrahim Ibn ‛Abd al-Rahman Ibn ‛Awf (hijo del famoso sahabi), Isma‛il Ibn Muhammad Ibn Sa‛d Ibn Abi Waqqas (el nieto del sahabi), Anas Ibn Malik, ‛Abd Allah Ibn ‛Umar Ibn al-Jattab y ‛Amra Bint ‛Abd al-Rahman al-Ansariyya. Fueron discípulos suyos ‛Abd al-Rahman al-Awza‛i y el imam Malik.
Su obra preparó el trabajo de quienes vinieron después de él, como:
– Abu Muhammad ‛Abd al-Malik Ibn ‛Abd al-‛Aziz Ibn Yurayy (m. 150/767), de La Meca. Estudió con al-Zuhri y Ya‛far al-Sadiq y fue discípulo suyo al-Awza‛i. Tiene una recopilación de 2200 hadices, Yuz’ Ibn Yurayy.
– Sufyan Ibn ‛Uyayna (m. 198/815). Estudió con Ibn Yurayy.
– Muhammad Ibn Ishaq (m. 151/768). Es el autor de la famosa Sira del Profeta (s)
– Sa‛id Ibn Abi ‛Uruba (m. 156/773). estudió con al-Hasan al-Basri, Malik Ibn Dinar, Muhammad Ibn Sirin. Discípulo suyo fue Sufyan al-Tawri.
– Sufyan al-Tawri (m. 161/778), el famoso tabi‛ al-tabi‛in.
En cualquier caso, sabemos que los sahaba ya recopilaban dichos del Profeta, antes de que los anteriores hicieran sus recopilaciones. Así, al-Tirmidi dice que Sa‛d Ibn ‛Ubada al- Ansari tenía una Sahifa (página) en la que recogió varios hadices del Profeta (s) y que solía consultar. Por su parte, al-Bujari dice que esta Sahifa era una copia de la Sahifa en la que ‛Abd Allah Ibn Abi Awfà había escrito de su puño y letra varios hadices del Profeta (s).
Posiblemente, la recopilación de hadices recogidos en vida del Profeta (s) sea la de ‛Abd Allah Ibn ‛Amr Ibn al-‛As, recopilación conocida como al-Sadiqa,y que parece ser que tenía mil hadices. También se dice que ‛Abd Allah Ibn ‛Amr Ibn al-‛As solía escribir todo aquello que escuchaba decir al Profeta y que uno de los sahaba se lo reprochó, diciéndole que el Profeta (s) era, al fin y al cabo, un ser humano y que, igual que hablaba cuando estaba contento, podía hablar cuando estaba enfadado. Así que, ‛Abd Allah Ibn ‛Amr Ibn al-‛As fue a ver al Profeta (s) y le preguntó si podía escribir todo lo que le escuchara decir. El Profeta le dijo que sí, pero ‛Abd Allah Ibn ‛Amr Ibn al-‛As le volvió a preguntar: «¿Tanto si estás contento como si estás enfadado?», a lo que el Profeta (s) respondió: «Sí, porque, a pesar de ello, sólo digo la verdad» (Recopilado por Ahmad Ibn Hanbal). El propio Abu Hurayra dijo que, de los sahaba, él era quien más hadices había transmitido del Profeta (s), pero que ‛Abd Allah Ibn ‛Amr Ibn al-‛As había escrito los hadices que había recogido mientras que él no lo había hecho.
También se sabe que Ibn ‛Abbas había escrito muchos hadices y hechos de la vida del Profeta (s) en unas tablas que llevaba consigo.
LIBROS DE HADICES
Estas son algunas de las recopilaciones de hadices que nos han llegado y que han sido publicadas:
– La Sahifa de Hammam Ibn Munabbih (m. 131/749), con unos 139 hadices recopilados.
– El Yuz’ de Ibn Yurayy (m. 150/767).
– El Yami‛ de Ma‛mar Ibn Rasid (m. 154/771). Esta obra se ha conservado en la recopilación de hadices, el Musannaf, de ‛Abd al-Razzaq al-San‛ani (m. 211/827).
– Kitab al-manasik, de Sa‛id Ibn Abi ‛Uruba (m. 156/773).
– Al-Muwwata’, del imam Malik (m. 179/796).
[1] Quisiéramos hacer notar que hay palabras que sin vocalizar pudieran pronunciarse de diferente manera, siendo éste un caso típico de las formas verbales en perceptivo y pasivo. Por ejemplo: No es igual Kataba (el escribió) que Kutiba (fue escrito).