El significado real del Tawhid
En el Nombre de Allâh – el Todo Misericordioso – el que Manifiesta Su Misericordia.
La oración y el saludo perfecto sean sobre nuestro Profeta Muḥammad.

DONDE SE PIERDEN LAS MAS SANAS INTELIGENCIAS
El tema sobre el que vamos a tratar hoy es aquel en el cual las más sanas inteligencias naufragan, conscientes de sus propias limitaciones. Una realidad a la que ninguna razón humana, espíritu angélico ni sagaz razonamiento puede alcanzar ni tan siquiera a concebir, ni delimitar ni calificar.
El Tawḥid (Unicidad) no es producto de una entelequia, sino una realidad global, de la cual cada alma comprende aquello que le ha sido dado a entender en función de su grado de proximidad o lejanía con respecto al Señor de los mundos, Quien sin embargo está más próximo a nosotros mismos que cada uno lo podamos estar de nuestra propia realidad existencial.
Al intentar comprender esto naufragan los egos conscientes de lo velado y limitado de su propia situación.
PROXIMIDAD O LEJANIA
Cuando hablamos de la proximidad o la lejanía con respecto a Allâh, habremos de decir que lo hacemos desde una perspectiva puramente personal; lo hacemos en cuanto a nuestro grado de consciencia con respecto a la Realidad como criaturas que somos, y no desde la perspectiva de lo Universal, la cual sobrepasa todo aquello cuanto podemos llegar a comprender o imaginar.
Allâh siempre está Próximo a nosotros, tal y como vamos a demostrar a través de Su Palabra Increada hecha Libro; y es, en función de la consciencia que nosotros tenemos de Su Presencia, que nos consideramos próximos o lejanos a Él. Dicha consciencia se acrecienta con la obediencia a Su Voluntad y el desapego de nuestro ego; mientras que disminuye, o se extingue completamente, cuando nos separamos de Allâh y de nuestra propia esencia, realizando lo que El detesta o ha prohibido.
LA OMNIPRESENCIA DE ALLAH
Hemos creado al hombre y sabemos lo que su alma le susurra. Estamos más cerca de él que su propia vena yugular. (Corán 50-16)
Él tiene las llaves de lo Oculto (Gayb), y sólo Él lo conoce; y sabe lo que hay en la tierra y en el mar. No cae una sola hoja sin que Él no lo sepa, ni hay semilla en la profundidad de la tierra, ni nada húmedo o seco que no esté en un libro claro. (Corán 6-60)
Y cuando vio que salía la luna dijo: “Este es mi señor”. Pero al ver que desaparecía dijo: “Si mi Señor no me guía seré de los extraviados” (Corán 6-78)
Y cuando vio el sol naciente, dijo: “Este es mi Señor pues es mayor”; pero cuando se ocultó, dijo: “¡Gente mía, soy inocente de lo que asociáis! (6-79)
Dirijo mi rostro, como hanif, a Quien ha creado los cielos y la tierra y no soy de los que asocian. (6-80)
Es verdad que anteriormente le dimos a Ibrâhîm la dirección correcta para él; y tuvimos conocimiento suyo, cuando le dijo a su padre y a su gente: “¿Qué son estas estatuas a las que dedicáis vuestra adoración?” – Dijeron: “Encontramos a nuestros padres adorándolas” – Dijo: “Realmente vosotros y vuestros padres estáis en un extravío manifiesto” – Dijeron: “¿Nos traes la verdad o eres de los que juegan”? – Dijo: “Muy al contrario. Vuestro Señor es el Señor de los cielos y de la tierra, Quien los creó. Y soy uno de los que dan testimonio de ello. Y por Allâh que he de tramar algo contra vuestros ídolos una vez que hayáis dado la espalda”. Entonces los hizo pedazos con la excepción de uno grande que tenían, para que así pudieran volver su atención a él. Dijeron: “Quién ha hecho esto con nuestros dioses? Ciertamente se trata de un injusto” – Dijeron: “Hemos oído a un joven referirse a ellos, le llaman Ibrâhîm”. Dijeron: “Traedlo a la vista de todos, quizás pueda atestiguar”. Dijeron: ¿“Eres tú quien ha hecho esto con nuestros dioses, Ibrâhîm”? – Dijo: “No; ha sido este, el mayor de ellos. Preguntadle, si es que puede hablar (Corán 21 – 51 a 63)
Él es el Primero y el Último, el Manifiesto y el Oculto y es Poderoso sobre todas las cosas (Corán 57 -3)
Allâh es la Realidad Suprema, no hay otro igual ni semejante a Él, ni tan siquiera hay otro que Él cuya existencia no esté condicionada por Su Voluntad; aún así, ese otro dispondrá de un ser ilusorio, de vida aparente, aunque totalmente condicionado por la Realidad Divina en todos sus aspectos.
No podría ser Infinito y sin límites si hubiera algo lo cual tuviera una existencia propia. Toda existencia es ilusión, y toda ilusión es efímera y evanescente.
Todo perece salvo su Faz – Al Qasas 88
Podríamos preguntarnos qué contamos nosotros, nuestras existencias y percepciones en todo esto, y hemos de decir que, al encontramos limitados por nuestros sentidos, inteligencias y egos, no abarcamos la visión completa de la Realidad, siendo esta última inaprensible para nuestra limitación y consciencia individuales.
La existencia son las letras, mientras que la Esencia Divina es la tinta con la que están escritas; sin tinta no puede haber letras, es más, estas se encuentran escritas y formadas con ella. Este símbolo trata de hacernos comprender una Realidad sobre la cual se funda toda la Creación: sin la Presencia divina no hay ni puede haber nada.
En cuanto al episodio del profeta ‘Ibrâhîm – sobre él la paz -, y en función de los varios significados que pueden tener las aleyas, podemos decir que los ídolos representan nuestras facultades de percepción, siendo el más grande de todos el raciocinio y la inteligencia. Es en función de ellos que vivimos una existencia ilusoria y nuestro adorarlos es precisamente basar nuestra vida en ellos sin comprender el verdadero significado de los acontecimientos que en ella ocurren, vinculando estos, por consiguiente, a una serie de actos y decisiones propios. Nuestra atención se encuentra concentrada en nuestro ámbito de vida, y la mayoría de los seres humanos actúa sin tener en cuenta las verdaderas razones que provocan la acciones y reacciones, considerando que todo es producto de una relación acción-reacción totalmente desprovista de un motivo de fondo más real que nuestra propia existencia.
…Ha sido este, el mayor de ellos. Preguntadle, si es que puede hablar
Uno de los grandes maestros de nuestra comunidad Mawlay Al ˤArabi A-d-Darqawy relata que un día se encontraba meditando sobre la aleya
Él es el Primero y el Último, el Manifiesto y el Oculto y es Poderoso sobre todas las cosas (Corán 57 -3)
El maestro – que Allâh esté satisfecho de él – se decía en su interior:
“Comprendo que Allâh sea el Primero y el Ultimo, asimismo el Interior; pero ¿cómo comprender que Él sea el Exterior?”
Considerando esto, y haciendo un esfuerzo por comprender esta verdad evidenciada en el Qur’an, es entonces que Allâh se le reveló y le otorgó Su conocimiento (Maˤrifa), de Él, por El y en El.
Es así que la existencia forma parte del Tawhid; del sólo Tawhid real; pues Unicidad hay solo Una y no podría haber varias o dividirse en partes.
Uno de los máximos exponentes de la doctrina del Tawhid es la Risalatu-l-Aḥadiyyah (La Epístola de la Unidad) atribuída a Ibn ˤArabi. El maestro explica todo cuanto estamos expresando aquí de una manera única; una forma que no admite réplica y que explica detalladamente la base de lo que se ha dado en llamar “Wahdatu-l-Wuŷud”, doctrina islámica del Tawhid, la cual ha sido tan vituperada por aquellos adoradores del más grande de los ídolos del pueblo de sayyidinâ ‘Ibrâhîm – sobre él la paz -, a saber: “El dios razón-lógica”.
La verdad destruye los ídolos de la razón y de la lógica, rindiéndolos al servicio del conocimiento (Maˤrifa), el cual los fulmina y destruye por siempre jamás, o bien los rinde a su servicio cual si de criados se tratara.
Es así que algunos confundieron Tawhid (Unicidad) con Tawhil (bloqueo); despistados, consideran Tawhid a lo que es múltiple, considerando error a la Verdad. Tal es la confusión de algunos espíritus cuya opacidad no deja traslucir claridad alguna que proceda del mundo de la Verdad y de la Realidad suprema, debido, hay que decirlo, a la espesa opacidad de sus espíritus, imbuídos en la búsqueda de placeres mundanales.
Otro de los grandes pilares de la Comunidad – el Šayj Aḥmad Ibn Mustafâ Al ˤAlawi de Mostaganem (fundador de la Tariqa Alawiyya en 1910) escribió en este sentido:
¡Oh Allâh! ¿Cómo conocerte a Ti que eres el Interior (Al Batin)
Aquel que no se deja delimitar por las formas?
Y ¿cómo no conocerte, mientras que Tú eres el Aparente (A-ẓ-Ẓahir), que se manifiesta en toda cosa?
¿Cómo encontrarte si nuestra consciencia no puede alcanzarte?
¿Y cómo no encontrarte si Tú estás más próximo que nuestra vena yugular?
¡Oh Allâh ¿cómo podrías estar Oculto, Tu que eres el Exterior?
¿Cómo podrías estar ausente, mientras que Tú eres la Presencia Misma?
¿Cómo desobedecerte, puesto que eres el Irresistible (Al Asis)?
¡Gloria a Ti! ¿Cómo alabarte en su justa medida? ¡Sólo Tú podrías hacerlo!
La poca alabanza que soy capaz de hacerte me deja ya en la perplejidad.
En cuanto a Tu Esencia insondable, ¡Oh Allâh! Acrecienta mi perplejidad respecto a Ti.
Concédenos Tus favores. Libéranos de los mundos y haz que Tú Solo nos bastes. Amin.
LOS ERRORES SOBRE EL TAWHID
Algunos, en su extravío manifiesto, dicen:
“El Tawhid se divide en tres: ‘uluhiyya, rububiyya y asma’u-s-sifat (de adoración, de señoreidad y de nombres y atributos); siendo Allâh, sin embargo, Uno y sin asociados”.
Esta doctrina extraviada, pregonada por Ibn Taimiyya en sus años de desviación, pretende que lo uno sea tres y se subdivida según la manera limitada de comprender las cosas de sus partidarios. Todos los años de extravío de Ibn Taimiyya, y ello muy a pesar de que él se arrepintió de sus errores primeros, han sido heredados por wahabitas y salafistas, ya que todo extravío tiene sus representantes entre los hijos de Adam.
Los cristianos dicen: “Dios es Uno, pero se manifiesta en el Padre, en el hijo y en el espíritu santo”.
Si lo valoramos con honestidad observamos que los dos conceptos, el de los cristianos y el del triple tawhid, indican exactamente lo mismo. En efecto los partidarios de los tres tawhid no manifiestan que Allâh tenga un hijo, pero si dicen que se manifiesta de tres formas diferentes, que ambas formas representan una unidad diferenciada, y que esas tres unidades son un solo Dios. Y esta es precisamente la base doctrinal de la trinidad cristiana.
El Tawhid no puede ser tres, porque Allâh es Uno, y la creación, como ya hemos dicho, no puede estar ni ausente ni separada de Él, ya que El Mismo es también el Exterior y se manifiesta en Su Creación misma, la cual no posee una realidad diferenciada que pueda ser tenida en cuenta cuando consideramos las cosas desde el orden doctrinal.
Que Allâh nos perdone, nos guíe, nos conduzca de las tinieblas a la luz y nos otorgue el Firdaws.
Abdul Karim Mullor